La escuela rural de Solobeira no sobrevive a la caída de la natalidad

La unitaria de Vilagarcía cerrará el próximo curso por falta de alumnos nuevos

La profesora titular de la EEI de Solobeira, Cristina Pazos, pedirá plaza en otra unitaria.

La profesora titular de la EEI de Solobeira, Cristina Pazos, pedirá plaza en otra unitaria. / Iñaki Abella

La escuela infantil de Solobeira cerrará sus puertas en junio. Ayer terminó el plazo de reserva de plaza para el próximo curso y en esta unitaria de Vilagarcía no se ha producido ni una sola alta. Tres niños se marchan en septiembre a Primaria y se quedarían dos, una afluencia insuficiente para mantener el centro en funcionamiento. “Ya no hay vuelta atrás. Con dos niños no es posible mantener el colegio abierto. Además no es educativo porque necesitan socializarse. Es una pena que la gente prefiera tener a sus hijos apiñados en otros sitios”, lamenta la profesora, Cristina Pazos, que intentará trabajar en otra unitaria tras la fructífera experiencia vivida en O Sixto.

La escuela rural del Solobeira lleva varios años en la cuerda floja. De hecho la propia Cristina Pazos promovió el año pasado una campaña de captación para lograr esa inscripción que faltaba y alcanzar así los seis alumnos, es decir, el mínimo que exige la Consellería de Educación para mantener abiertos estos centros educativos para niños de 3 a 6 años.

Aunque en un principio parecía que lo había conseguido con una nueva inscripción, finalmente la familia no formalizó la matrícula en Solobeira. Fue una sorpresa de última hora y la Xunta mantuvo operativa la escuela con cinco alumnos durante todo el curso actual. En ese momento no entró ningún niño de 3 años y tampoco hay demanda alguna para el 2024-2025. “Aquí vienen niños exclusivamente de O Sixto, entonces la situación es más difícil porque por lo que me dicen aquí no hay niños de esa edad”, comenta la docente.

Guillán, expectante de que la única reserva se convierta en matrícula

En este sentido, hay que tener en cuenta que a la caída generalizada de la natalidad se añade que Solobeira es la parroquia más pequeña de Vilagarcía con poco más de 200 habitantes.

¿Qué ocurrirá con los dos niños cuyas familias tenían pensado que continuasen escolarizados en esta unitaria? Ambos tienen hermanos mayores en el CEIP Plurilingüe San Bartolomé, por lo que adelantan un año su traslado a este colegio de la parroquia vilanovesa de Tremoedo y ya cursarán allí sexto de Infantil en lugar de comenzar en primero de Primaria como pretendían sus padres.

Vilagarcía cuenta actualmente con cuatro unitarias. El más que probable cierre de la de Solobeira se suma al que tuvo lugar hace nueve años en O Pedroso, Bamio.

En esta parroquia del norte vilagarciano continúa abierta la escuela de Vilar, que tiene garantizada su continuidad ya con el alumnado que pasa de curso.

En una situación similar está la EEI de Aralde (Sobrán), donde también se quedan siete, además de los nuevos. No ocurre lo mismo con Guillán, ahora con ocho niños. Se marchan dos y pidió plaza uno, por lo que se quedaría con siete. “Estamos expectantes, en un limbo”, comentan desde la escuela.

Desde la Consellería de Educación se muestran prudentes con el caso de Solobeira, pues señalan que aunque ayer terminó el plazo de solicitudes, la matrícula no se abre hasta el 20 de junio. “De momento no podemos adelantarnos, pues no conocemos los datos definitivos”, concluyen.

La guardería de Meis seguirá abierta durante las obras

La escuela infantil de Meis seguirá abierta mientras se hacen las obras de rehabilitación. Esta es la solución que han propuesto los técnicos de la Consellería de Política Social al Ayuntamiento en la reunión del martes, y que la alcaldesa, Marta Giráldez, transmitió ayer a las familias. El Concello proponía el traslado temporal de la actividad a otros locales, y se comprometía a realizar las obras de adaptación necesarias, pero en la Xunta consideran que esta opción no sería viable, “porque supondría construir una escuela infantil nueva desde cero”, dijo la regidora. Así las cosas, la propuesta de los técnicos de la Consellería es mantener la actividad en el local actual de la avenida de Cambados, incluso durante las obras de rehabilitación.

Eso sí, con una serie de condiciones. La primera es que el Ayuntamiento deberá presentar un proyecto de obra y seguridad que contemple este nuevo aspecto, y en el que se incorporen todas las medidas de seguridad que se van a adoptar para garantizar el bienestar de los niños. Así, por ejemplo, se ha decidido que una de las primeras obras que se van a ejecutar es la apertura de una salida de emergencias, que actualmente no existe, y que será empleada posteriormente como segundo acceso al centro. De este modo, habrá una puerta para los niños, y otra para los albañiles. También se ha acordado que los horarios de las obras se adaptarán a la actividad lectiva, para que los trabajos molesten lo menos posible. Asimismo, el Concello se ha comprometido a reforzar la limpieza del centro, para evitar las molestias derivadas del exceso de polvo y escombro.

La Consellería de Política Social sostiene que la alternativa más habitual cuando hay que ejecutar actuaciones de este tipo en escuelas infantiles es la de compatibilizarlas con la actividad lectiva, y que así se hará también en la de Meis. Marta Giráldez recibió a las familias en el salón de plenos, y les mostró en una pantalla los planos de la obra. De este modo, los padres ya podrán matricular a sus hijos de hasta tres años en la escuela infantil de Meis con la seguridad de que esta no cerrará. La regidora ha apuntado que los próximos pasos a dar son redactar el nuevo proyecto de obra y seguridad, y mandarlo a la Consellería de Política Social, que es la administración que debe aprobarlo. En ese momento, ya se podría sacar a licitación la obra. Marta Giráldez señala que lo ideal sería que los trabajos empezasen ya en verano, que es cuando menos niños hay en la guardería, si bien recuerda que eso dependerá también de los plazos administrativos y de la empresa adjudicataria, pues en el sector de la construcción es habitual que paren por vacaciones al menos una quincena en agosto.

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