Pepe Sabarís, incombustible, pide el máximo compromiso para salvar la asociación O Castro

La asociación vecinal se convirtió en un gigante con más de 2.600 afiliados y numerosas actividades / ”Por cuestión de salud debo pensar en el relevo”, argumenta el presidente

Pepe Sabarís, con jersey rojo en el centro de la mesa, durante la asamblea de O Castro. |   // IÑAKI ABELLA

Pepe Sabarís, con jersey rojo en el centro de la mesa, durante la asamblea de O Castro. | // IÑAKI ABELLA / A.Touriño

Antonio Touriño

Antonio Touriño

La asamblea extraordinaria de la asociación O Castro de Baión fue multitudinaria porque la convocatoria así lo requería, ya que el histórico presidente Pepe Sabarís estaba dispuesto a ceder el testigo una vez más porque cree que su salud está en juego: “Son demasiados frentes los que hay que atender”, en un colectivo que se convirtió en gigantesco con más de 2.600 afiliados, incontables actividades, y que, además, maneja un presupuesto anual de más de 70.000 euros.

Es la segunda vez que José Sabarís Casal pide ayuda o al menos que se forme un equipo que se encargue del grueso de las gestiones, especialmente de aquellas que garanticen el mantenimiento de actividades tan relevantes como la unidad de la tercera edad; pero también para continuar con la coral, la rondalla, el grupo de teatro y tantos otros programas que se llevan a cabo todos los años.

Y para que toda esta actividad sea viable tiene que haber un grupo de personas que se comprometa a dedicar tiempo para organizarlas y también a conseguir el respaldo institucional y el patrocinio de empresas. “Las cuotas de los socios son solo una pequeña parte de las ayudas que tenemos, mientras que la Xunta, la Diputación o el Ayuntamiento contribuyen con subvenciones, que se suman a las ayudas de Caixabank y otras empresas de la localidad.

Pero este dinero es insuficiente para cubrir todos los gastos del colectivo. “Supone más o menos el 20% del total y el resto hay que pelearlo día a día”, lamenta Sabarís tras admitir que se siente agotado tras un largo peregrinaje de 33 años al frente de O Castro.

Incontables gastos

El presupuesto del colectivo es muy alto, pero también los gastos mensuales del personal, los medios y las actividades a desarrollar. “Tenemos un furgón que implica un conductor en nómina, la asistenta social y también autónomos que cobran por sus servicios”, explica Sabarís que defiende, sobre todo, la continuidad del plan de envejecimiento activo y de calidad que se presta a los vecinos.

Es precisamente esta responsabilidad sobre los programas en marcha lo que impulsó de nuevo a Sabarís a ofrecerse un tiempo más a llevar las riendas de la asociación vecinal y cultural. “Les he manifestado la voluntad de seguir hasta principios del próximo año pues hay muchas actividades pendientes antes de Navidad”, pero ya les advertí de que la situación tiene que cambiar “porque está en juego mi salud”.

En esta misma tesitura se encuentran otros miembros de la directiva que también llevan años empujando una de las asociaciones más activas de Galicia a nivel cultural, social, medioambiental o de servicios; lo que les ha valido el reconocimiento de la propia Xunta de Galicia.

El premio de Galicia, la mayor satisfacción

“Este premio fue un verdadero acicate para nosotros”, explica Sabarís que subraya que la asociación se vuelca en múltiples actividades dirigidas a todas las franjas de edad y relacionadas con cuantas efemérides se promuevan a lo largo del año. Talleres de artesanía, actividades en las Letras Galegas, festivales de corales o rondallas, obradoiros de carnaval o navidades, encuentros de palilleiras, ciclos culturales relacionados con Valle Inclán y tantos otros completan sus extensísimos dosieres desde que se fundó el colectivo en 1990.

De ahí que Sabarís no quiera que se pierda todo este bagaje, por no decir legado. “Ahora es preciso un equipo que se encargue de la organización y también alguien que actúe como un gestor”, entiende el todavía presidente del colectivo vecinal. “Si se forma este equipo serio, yo estoy dispuesto a seguir colaborando; pero sin la presión del día a día”, expone con expresión claramente nostálgica, no en vano es uno de los fundadores.

Sabarís reconoce que el listón que deja está demasiado alto, pero los socios son conscientes de que vale la pena mantener un colectivo que se caracteriza precisamente por la cantidad y calidad de actividades que se desarrollan a lo largo del año.

Comidas, conferencias, obradoiros

Al colectivo le quedan todavía muchas excursiones, comidas, charlas y obradoiros por organizar, un trabajo que requiere de mucho tiempo pero que finalmente resulta muy satisfactorio. “El Premio Galicia de la Xunta nos llenó de orgullo este año; sé que es difícil superar este reconocimiento pero creo que hay gente que puede tomar el relevo de la asociación”, admite Pepe Sabarís.

Ahora queda solo una reflexión por parte de los socios si quieren que el colectivo perdure y haya continuidad de las múltiples actividades que se desarrollan gracias a O Castro desde hace años.

El reto es complejo pero la actual directiva está dispuesta a una transición sosegada, en la que solo se echa en falta el arrojo de un grupo de voluntarios comprometidos con los valores que desde siempre han marcado la ruta del colectivo.

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