Elecciones 28-M

García y el PSOE se conjuran para evitar “traiciones” y “okupas” como los de 2019

El alcalde de Catoira y su partido se necesitan mutuamente para conservar un feudo histórico ahora más amenazado que nunca

El mitin central de los socialistas catoirenses.

El mitin central de los socialistas catoirenses. / FDV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Desde hace más de tres décadas, el PSOE necesita de Alberto García en Catoira, y García necesita del PSOE. Por eso, tras haber estado al borde del abismo, han decidido seguir juntos, olvidándose de tránsfugas, díscolos, traiciones internas y demás experimentos que, quizás, hayan dilapidado para siempre la trayectoria del propio alcalde vikingo, además de haber hecho tambalear en exceso los cimientos del partido.

En las elecciones del domingo se verá si Catoira deja de ser un histórico feudo socialista, pagando así las consecuencias del espectáculo ofrecido en el presente mandato, o si bien el guerrero Alberto García es capaz de superar un nueva batalla, y casi con toda probabilidad, la última.

Regades y Silva

A la espera de acontecimientos, el veterano político al que muchos dieron por acabado y políticamente desterrado, ha vuelto a dejarse arropar por los pesos pesados de su formación –como David Regades y Carmela Silva– para presentar su nuevo proyecto y tratar de conseguir una mayoría absoluta que le garantice la Alcaldía, ya que hace cuatro años la perdió temporalmente, a pesar de haber ganado las elecciones.

Alberto García.

Alberto García. / FDV

Fue cuando el PP arropó al BNG para que el alcalde electo fuera el nacionalista Juan Castaño. Un experimento que duró apenas un año y tras el cual García recuperó el bastón de mando.

Aunque le salió caro, ya que tres de sus hasta entonces compañeros electos de partido le dieron la espalda y, en una de las maniobras políticas más lamentables que se recuerdan, quisieron cargárselo políticamente.

No lo consiguieron porque García tiró de experiencia, se revolvió y puso en su sitio a aquellos ambiciosos, pero imprudentes, enemigos internos.

Un partido roto

Por eso salvó el puesto y siguió como alcalde. Otra cosa es ver ahora cómo va a repercutir aquel lamentable espectáculo en los intereses electorales de su partido, ahora más roto que nunca.

De ahí que la cúpula del partido cierre filas con García para tapar la vía de agua abierta en el drakkar socialista. Y de ahí, también, que el alcalde y alcaldable insiste en que para enderezar el rumbo nuevamente y “que no se repita la traición de 2019”, necesita conseguir la mayoría absoluta.

Asistentes al mitin del PSOE.

Asistentes al mitin del PSOE. / FdV

Así, ante un auditorio con mucha menos gente de lo que solía ser habitual en sus mítines de antaño, lo cual es interpretado por los demás partidos y sus enemigos internos –que aún los tiene– como un signo de debilidad, García se compromete a seguir al frente –y sin cobrar– de un concello que “estuvo paralizado por un okupa”.

El pacto con el PP

Al hacer esta referencia a Juan Castaño, García lo definió como alguien “que dice que es progresista, pero que entró en la Alcaldía gracias al PP”, con el que gobernó después el propio alcalde.

Eso sí, García aseguró que él nunca pactaría con el PP para arrebatar la Alcaldía a otra fuerza progresista.

Aunque también tuvo palabras críticas para su exsocio conservador Iván Caamaño, al que definió irónicamente como “el conseguidor” y acusó de “atribuirse actuaciones del gobierno municipal sin formar parte del mismo”.

La gente ya se dio cuenta de quiénes son unos y otros y no acepta que el PP, en una votación indigna, permitiera llegar a la Alcaldía a los que eran la tercera fuerza

Carmela Silva

Representante ante la Xunta

Y lo dijo después de haber tenido al líder, candidato y ahora rival del PP actuando como representante institucional del Concello de Catoira ante la Xunta, por mucho que el cargo no existiera oficialmente y ahora quiera marcar distancias.

Todo ello para decir que si Catoira “salió adelante” en los últimos tres años –desde que volvió a ser alcalde–, fue por su esfuerzo y “el apoyo de la Diputación, los fondos europeos y el Gobierno de España”.

Viejos tiempos ya olvidados

En definitiva, que García arrancó las páginas del diario de navegación que narran sus colaboraciones con Iván Caamaño –quien tampoco quiere saber nada de la travesía con el socialista–, y aprovechó su mitin central para volver a comprometerse con los catoirenses y pedirles una mayoría absoluta “para no depender de los que siempre dicen que no a todo”.

Silva y Regades arropando a García.

Silva y Regades arropando a García. / FDV

Algo en lo que abundó Carmela Silva al decir que, a pesar de la alianza que mantuvieron García y Caamaño, “la gente ya se dio cuenta de quiénes son unos y otros y no acepta que el PP, en una votación indigna, permitiera llegar a la Alcaldía a los que eran la tercera fuerza”, dejando claro que los socialistas “jamás habríamos aceptado apoyarnos en los votos del PP”.

Para añadir que “Alberto es un alcalde ambicioso”, que Catoira “precisa de una mayoría absoluta” y que “todo lo trascendente se hizo con fondos de la Diputación o del Concello gracias a Alberto García”.

Contra el BNG

En lo que coincidió un David Regades que cargó contra el BNG en clave estatal, “porque cuando se vota no a la subida de las pensiones, la subida del salario mínimo o a la ley de vivienda se perjudica también a la gente de Catoira”.

“El BNG debería pedir perdón a las personas mayores de Catoira y a las que cobran el salario mínimo”, espetó Regades antes de recordar que “los pensionistas perciben hoy unos 80 euros más al mes” y que el salario mínimo “pasó de 735 a 1.080 euros mensuales gracias al PSOE”.