María Ferreirós repite como alcaldable en Valga

La militancia ha proclamado a María Ferreirós Magariños candidata a la Alcaldía de Valga en los comicios de mayo. Líder de la oposición desde 2015 y reelegida secretaria general en marzo de 2022, la socialista se enfrenta de nuevo a la difícil misión de arrebatar al conservador José María Bello Maneiro la amplia mayoría absoluta de que disfruta.

Tras haber estado a punto de tirar la toalla en la cita con las urnas de 2019, Ferreirós parece encontrarse ahora con más ganas que nunca.

Sobre todo, tras haber recibido el respaldo unánime de la asamblea, donde la consideran “la mejor candidata para liderar el proyecto transformador, abierto y plural que Valga necesita para los próximos años”.

Su aval es el trabajo efectuado como prácticamente única opositora del PP, presentando desde 2015 “más de un centenar de propuestas y mociones”, además de hacer frente a “varios procesos de fiscalización que continúan en marcha” y de haber logrado la comparecencia de distintos miembros del ejecutivo valgués.

Ocho años de trabajo en los que ha ejercido “como la única alternativa viable” al PP de Bello Maneiro, según el PSdeG-PSOE.

María Ferreirós aún tiene cuerda para rato

El mismo partido que considera a su alcaldable “garantía de una acción política solvente y rigurosa” y la ve capaz de dotar a Valga de un gobierno “progresista y feminista”.

Lo tiene claro

Un reto que hace suyo María Ferreirós, quien además de agradecer la confianza depositada en ella por la militancia proclama que “después de ocho años en la oposición tengo claro cuál es el proyecto idóneo para Valga”, por lo que compromete a trabajar duro para hacérselo llegar “a cada uno de los vecinos” y electores.

Se trata de “conseguir el cambio en Valga” a partir de un programa en el que destaca “la transformación urbanística” y la consecución de “espacios públicos para las personas”, dejando al margen lo que define como “políticas de asfaltado”.

Empleo y empresa

Programa en el que también tienen cabida “el empleo y el apoyo a las empresas locales, que precisan de una Administración que no les ponga trabas”.

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Y no se olvida la socialista de “la tan necesaria activación cultural, la lucha contra el cambio climático o una mayor atención a los servicios sociales, que son la base de la política socialista”.

Incluye en este apartado la firme defensa del feminismo y la igualdad, siendo éstas dos de las áreas en las que incidirán los socialistas en el “proceso de escucha” que se disponen a iniciar de inmediato, a base de reuniones y foros de todo tipo.

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