Adro Vello ya es BIC (por fin)

Después de décadas de espera, en 2021 se ponía en marcha la tramitación del expediente para declarar el yacimiento arqueológico de Adro Vello como Bien de Interés Cultural (BIC).

Esta mañana, el Consello da Xunta daba el visto bueno a esa figura que se antoja la protección definitiva para este importante enclave del que se ha hablado hasta la saciedad desde que en los años ochenta se realizaron las primeras y grandes excavaciones con las que empezar a entender la riqueza que esconde.

El yacimiento de Adro Vello se somete a examen

La Consellería de Cultura se felicita por este paso mediante el que proteger y valorizar el yacimiento de la playa de O Carreiro, en la parroquia de San Vicente de O Grove.

Un lugar “de interés científico y cultural”, pero también “de importancia histórica y arqueológica”, esgrime la propia Xunta. 

Así se desprende del decreto aprobado hoy que ahora será publicado en el Diario Oficial de Galicia, dejando patente que Adro Vello goza de una importancia “clave” para “comprender el pasado y presente de la comarca de O Salnés”. 

Variada tipología

No hay que olvidar, y Cultura no lo hace, de ahí este BIC, que en Adro Vello confluyen “una extensa secuencia de ocupación” y una “variada tipología de restos”, desde los de una vieja salazón a una villa romana, pasando por “un sistema defensivo, una iglesia, una necrópolis de inhumación con hasta diez niveles y fragmentos de cerámica”.

Todo ello convierte a Adro Vello en “una de las zonas arqueológicas más importantes del noroeste peninsular”. 

Con la declaración de este BIC son ya ocho los oficializados este año por la Xunta, que trata así de “proteger, conservar y poner en valor el patrimonio histórico de Galicia”.

No hay que olvidar que, fruto de aquel trabajo, se constató una ocupación de Adro Vello desde la época romana hasta el siglo XVIII, localizándose restos de una factoría de salazón de los siglos I-III y la villa romana (III e IV d.C.) que hace popular este enclave.

Necrópolis

Sin olvidar una necrópolis usada desde la época tardorromana hasta la Edad Moderna, una iglesia del siglo VII –a la que sustituyó el actual templo parroquial de San Vicente– y una torre defensiva medieval.

Abundando en todo ello, el pasado mes de septiembre la Consellería de Cultura insistía en que se trata de “un yacimiento muy rico en el que se visualizan 18 siglos de la historia de Galicia”.

Como ejemplo citaba las últimas excavaciones realizadas por Cultura y la Universidade de Vigo, las cuales permitieron “interpretar y datar las fases del yacimiento y registrar y diagnosticar el estado de conservación de 65 muros y 106 sepulturas”.

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Paralelamente se tomaron muestras y se inició el estudio de sedimentos y restos, “ofreciendo una lectura mucho más completa sobre la ocupación en Adro Vello”.

También “fue posible recuperar información sobre la antigua fábrica de salazón de la época romana” existente en el lugar.

Salazoneras y pintura mural

Una industria transformadora, dicho sea de paso, que ocupa el cordón dunar de la playa de O Carreiro. Y se sitúa a escasos metros de otras naves similares que sí se conservan en pie, aunque dedicadas a usos particulares.

Adro Vello, quién te ha visto y quién te ve

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Los mismos trabajos arqueológicos llevados a cabo por la Universidade de Vigo y la Consellería de Cultura consiguieron localizar e identificar “una importante muestra de pescado”, así como “fragmentos de pintura mural y muros de contención”.

Por si no fuera suficiente, se obtuvieron datos sobre el gran complejo medieval eclesiástico referenciado en este lugar y estructuras de una antigua iglesia, capillas y de un campanario.

Hay que tener en cuenta que el proyecto que da origen a tales conclusiones fue llevado a cabo por la Consellería de Cultura abordando diferentes líneas de actuación, tales como la arqueología, la antropología física, la conservación-restauración, la geocronología y la difusión.

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