Ver más galerías relacionadas
Manuel Méndez
Ver galería >El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
Iñaki Abella
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
M. Méndez
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
Iñaki Abella
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
Iñaki Abella
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
Iñaki Abella
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
Iñaki Abella
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
Iñaki Abella
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
FdV
El yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasEl yacimiento arqueológico de Adro Vello, en San Vicente de O Grove, sigue deteriorándose. Lo hace a pesar de todas las promesas y compromisos que salen a relucir cada poco tiempo desde hace décadas. Pero las excavaciones realizadas en los años ochenta no se ampliaron, la carretera bajo la que se cree que se esconden los mayores tesoros, sigue sin ser desviada, la maleza cubre la necrópolis y la erosión destroza la duna y esparce los huesos de los antepasados allí enterrados. ¿Por qué? Porque las diferentes administraciones implicadas siguen sin ponerse de acuerdo para intervenir.