Van al médico en A Coruña y vuelven a O Grove con 800.000 euros

Diego Portela, que hace meses se convirtió en el “mirlo blanco” que una parte del PP de O Grove quería para liderar a la formación en las elecciones del año que viene, es uno de los agraciados en el sorteo de la lotería de Navidad.

Nada menos que con 400.000 euros, a los que hay que sumar otros 400.000 que corresponden a su padre, ya que Diego compró boletos para ambos.

Este empresario de éxito de 46 años, que finalmente declinó la opción de liderar al PP meco, había viajado con su padre, de 87, para que éste acudiera a una revisión médica en la ciudad de A Coruña.

Ya había estado allí

Como iban con tiempo suficiente decidieron parar a comer en el restaurante Gaucho I, en Cambre; un local que Diego ya conocía por haber estado allí en ocasiones anteriores.

Dos vecinos de O Grove se llevan 800.000 euros

“Pero esta vez estaba cerrado, por eso fuimos al Gaucho II, que está muy cerca y donde nunca había entrado”, relata el grovense.

Fue allí donde compró las dos papeletas –una para él y otra para su padre– que ayer resultaron agraciadas con el Gordo de Navidad.

Pudieron haber sido tres

Y pudieron haber sido tres, ya que su hermano iba a acompañarlos en ese viaje, pero finalmente no pudo acudir. “De haberlo hecho, habríamos comprado tres décimos”, asegura Diego Portela.

Cada una de esas papeletas del número 05490 adquiridas en la parrillada Gaucho Díaz, en O Temple (Cambre), supone para ellos alrededor de 328.000 euros, una vez pagados los impuestos correspondientes.

Un buen “pellizco” que “me permitirá seguir diversificando e invirtiendo”, asume este conocido vecino grovense históricamente ligado al mundo del remo que declinó liderar al PP para centrarse en sus múltiples ocupaciones familiares y laborales, ya que además de bateeiro es propietario de la orquesta La Ola ADN, tiene una empresa de transporte y dirige otros negocios, entre ellos alguno en sectores como la hostelería.

Galicia celebra una lotería de Navidad que vino con el 'gordo'

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De este modo la diosa Fortuna vuelve a sonreír al Concello de O Grove, aunque esta vez sea casi de rebote.

Volvía de trabajar en la batea y fue a tomar café

Diego Portela se fue ayer a trabajar, como cualquier mañana, para sacar mejillón de sus bateas. Al regresar a tierra “me fui a tomar un café con mi padre, y cuando veíamos el sorteo en la televisión los niños cantaron el premio Gordo”, relata.

“Yo no me daba cuenta, pero a mi padre le sonó el número, por lo que sacó su cartera del bolsillo y vio que lo tenía”, apostilla.

Aunque no sabía dónde lo había conseguido, “me dijo que yo también tendría que tenerlo, ya que prácticamente toda su lotería se la compro yo o bien me la regala él con los mismos números”, aclara el meco.

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En ese instante, Diego Portela telefoneó a su esposa, Nuria, “y le pedí que fuera a casa a revisar los números, confirmándome que, efectivamente, nosotros también teníamos un décimo”.

Acto seguido acudieron a depositar los boletos en una entidad bancaria y lo celebraron en familia y con los amigos más cercanos.