La iglesia de Forzáns registró ayer un conato de incendio que a punto estuvo de quemar el templo y las imágenes de los santos, de no haber sido por la rápida actuación vecinal, que evacuaron los preciados bienes del interior de la capilla.

La gran humareda causada por el fuego alertó a los vecinos, que sospechan que la causa del incendio se deba a un cortocircuito en el velorio eléctrico de la iglesia.

El primer vecino en darse cuenta del incendio fue el hombre que se encarga del cuidado del exterior del templo, que a primera hora de la mañana observó que del interior de la capilla salía un denso humo negro. Al entrar en el edificio religioso, consiguió sofocar el fuego que se estaba produciendo en el velorio eléctrico existente cerca de la puerta principal.

La notició se extendió rápidamente por la localidad y enseguida acudieron los vecinos a ayudar en las labores de extinción. Como medida de precaución, procedieron a evacuar por completo los santos, bancos, alfombras y demás elementos decorativos de titularidad eclesiástica afectados por la intensa humareda negra que impregnaba por completo las paredes y los enseres del templo.

Durante toda la mañana, los vecinos llevaron a cabo una actividad frenética de limpieza para airear el interior de la capilla y eliminar los restos de la humareda adheridos a los distintos elementos decorativos y funcionales que componen el mobiliario de la iglesia parroquial. Finalmente y después de un duro trabajo, consiguieron dejar la Iglesia en perfectas condiciones para acoger los distintos oficios religiosos que tendrán lugar esta mañana con motivo de la celebración de las fiestas parroquiales de San Roque.

Aunque la causa del incendio fue, presumiblemente, un cortocircuito, a los vecinos les llamó la atención que el accidente se produjera en vísperas de la festividad de San Roque.