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El impacto de los fenómenos meteorológicos adversos en la comunidad

La Xunta constata que el cambio climático ya causa víctimas en Galicia

De los efectos en los casi 800 eventos extremos de lluvias, viento y temperaturas que se dieron en la comunidad entre 2009 y 2013, un 6% fueron fallecidos y un 19% heridos

Con el debate alrededor de su existencia ya superado, la certeza absoluta de que el cambio climático está aquí y llega para quedarse, las dos asignaturas pendientes ahora son la medición de la gravedad de sus efectos y la preparación de la sociedad para hacerles frente. Una de sus potenciales víctimas, como destaca la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras en un profundo informe multisectorial sobre el cambio climático que acaba de finalizar, es la salud, muy vulnerable y "de muy diversas formas". Tanto directas, "como el aumento de la morbilidad [el número de personas que enferman en un mismo lugar y en un momento concreto] por causa de las olas de calor", como indirectas, donde, por ejemplo, entra en juego la expansión geográfica de enfermedades subtropicales. La conclusión es clara y contundente: los efectos se notan ya en la población de Galicia.

En línea con lo que apunta el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), los expertos de la Xunta inciden en la cada vez mayor frecuencia de los desastres naturales relacionados con fenómenos meteorológicos extremos "y la tendencia a que sigan aumentando, provocando una mayor incidencia de problemas para la salud humana con mayor número de muertes y damnificados". La geografía juega en contra de la comunidad. Parte de la debilidad de un territorio ante esos fenómenos adversos viene dada por su ubicación y Galicia, en el contexto de latitudes medidas, "está enmarcada en una zona de circulación en la que prevalecen los vientos del oeste, siendo el primer punto de llegada de las perturbaciones atlánticas respecto al resto de España".

La región, además, recibe la influencia de distintas masas de aire de características termodinámicas "muy dispares". "De esta forma, llegan a Galicia masas de aire cálidas y húmedas, como las tropicales marítimas -señala el estudio-, así como las masas de aire que por tener su origen en latitudes superiores presentan en común la característica de ser frías, aunque con distinto contenido en humedad".

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A la localización se unen otros factores de vulnerabilidad entre los que, según Medio Ambiente, destaca "la presencia poblacional". El Plan Territorial de Emergencia de Galicia recoge, precisamente, ese riesgo potencial en el territorio. Solo 18 concellos soportan el valor más alto del indicador. El de mayor riesgo potencial de una emergencia. "Pero en esos ayuntamientos está concentrada casi el 45% de la población de Galicia -recuerda Medio Ambiente-, porcentaje que aumenta al 70% si se incluyen los términos municipales con un valor alto".

Entre 2009 y 2013, Galicia vivió 757 adversos meteorológicos de carácter extremo. Es decir, situaciones en los que se superaron los registros que serían normales en precipitaciones, viento o temperatura. La mayor parte fueron temporales de fuertes vientos y lluvias intensas. Lo llamativo es que también la mayoría supusieron la activación de los dos grados de alerta más altos. Un 49% fue alerta naranja y un 4% roja, reservada para los riesgos extremos. En el 47% restante se decretó alerta amarilla porque se trataron de fenómenos habituales, aunque "potencialmente peligrosos".

En concreto, durante el periodo analizado con los datos de Meteogalicia, el número de adversos vinculados a precipitaciones, viento y olas ascendió a 690, que provocaron 161.325 incidencias. El 40% afectó a las comunicaciones, un 29% a elementos materiales; las inundaciones representaron un 14%, entre otras consecuencias. Otros 22 adversos extremos fueron tornados y trombas marinas, un volumen "importante", asegura Medio Ambiente. Por nieve, tormentas y granizo, las incidencias alcanzaron las 15.577. Una cuarta parte con consecuencias en la población.

¿Cómo se reparten los impactos directos en la salud de las personas en Galicia? En las casi 177.000 incidencias en total en los cinco años radiografiados, lo más negativo fueron las víctimas mortales. Un 6%. Los heridos supusieron un 19%. Prácticamente una de cada tres incidencias fueron la suspensión de actividad escolar y otro 10% el cierre de espacios. Hasta un 9% están relacionadas con desaparecidos. La misma cantidad que desalojos. El estudio del impacto del cambio climático en la salud en Galicia subraya que las repercusiones de una inundación, habituales en los temporales de Galicia, van más allá del corto plazo por la importancia de "los determinantes sociales, económicos y culturales en la recuperación exitosa de la salud física y mental de la población tras una catástrofe" de estas características.

La ola de calor que azotó media Europa en el verano de 2003 causó la muerte en Galicia por efecto directo de las elevadísimas temperaturas de cinco personas, frente a las siete que se produjeron en los veinte años antes. "Teniendo en cuenta la demostrada correlación entre la temperatura y el riesgo de mortalidad y las predicciones de impactos del cambio climático, que hablan de aumentos de temperatura y de mayor incidencia de eventos térmicos extremos, lleva a pensar que se producirán efectos severos en la salud de la población en un futuro próximo por estas causas", avisa el departamento que dirige Ethel Vázquez.

Desde 2011 a 2013, Galicia padeció 14 eventos relacionados con la calor. Nueve fueron especialmente duros y en los que sí se registraron patologías en la población. Concretamente, 122, de las que 87 se concentraron entre el 5 y el 8 de julio de 2013, cuando la ola obligó a decretar alerta naranja. Dos personas perdieron la vida por un golpe de calor y en las provincias de Pontevedra y Ourense se dio un "exceso de mortalidad" en las personas de más de 75 años.

Garrapatas y mosquitos del virus del Nilo, las dos dolencias estudiadas en la comunidad

  • Las enfermedades transmitidas por los artrópodos, como las garrapatas, los mosquitos u otros insectos, son las más estudiadas en el área del cambio climático dada su estrecha vinculación. En España, explica la Consellería de Medio Ambiente, "podrían potenciarse aquellas enfermedades ligadas a vectores de transmisión por su proximidad con África y por las condiciones climáticas próximas a zonas en las que hay este tipo de enfermedad". De entre todas las posibles, Sanidade en Galicia cuenta con análisis de dos. De aquellas ligadas a la garrapata y el llamado virus del Nilo Occidental.En el caso de la garrapata, el estudio es básicamente una descripción de prevención y de la retirada de los parásitos, que pueden contagiar varias enfermedades. Las dos más frecuentes son la de Lyme, con síntomas que se asemejan a los de la gripe y que puede provocar parálisis de músculos faciales o daños en los nervios en aquellos casos más graves. Sanidad alerta que remedios como pintar la garrapata con vaselina, aceite, esmalte de uñas o calor puede facilitar la infección. El remedio adecuado es retirarlas con pinzas de depilar de punta fina.El virus del Nilo Occidental está causado por el mosquito Culex, "ampliamente difundido en todo el territorio de Galicia", según Sanidade. La comunidad "se encuentra como etapa o destino de rutas migratorias de aves procedentes de áreas endémicas como el continente africano". La abundancia se desconoce, "por lo que este virus podría introducirse e iniciar la circulación en nuestro territorio". De hecho, "es posible" que el virus haya podido estar en circulación en aves migratorias o residentes en humedales de la comunidad, aunque en la muestra realizada en 2011 no hubo ningún positivo. Sanidad considera "baja" la probabilidad de contagio a humanos y caballos, pero "no puede descartarse".

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