A la misma hora y en el mismo sitio: Teis. Los vándalos juegan al despiste con la Policía y cambian de pasarela para lanzar piedras a los vehículos que circulan por la AP-9 en Vigo. El cerco policial establecido para dar con ellos, al parecer se trata de menores de edad aunque adolescentes, no ha evitado nuevos lanzamientos en las últimas horas que, si bien no causaron heridos, pudieron desencadenar tragedias: los afectados son un autobús de estudiantes, un motorista y un coche.
El autocar que cubre a diario el servicio universitario entre Pontevedra y Vigo fue víctima el miércoles por la noche de la oleada de lanzamientos de piedras sobre la autopista que comenzó el pasado domingo. A media tarde de ayer un motorista alertaba a la Policía Nacional de que había recibido el impacto de una piedra en el casco cuando circulaba por la AP-9 a la altura de Buenos Aires, y también otro vehículo habría sido objeto de pedradas, si bien en ningún caso se produjeron heridos.
El incidente del autobús tuvo lugar el miércoles, pasadas las nueve y media de la noche, a la altura de la pasarela de Mestre Chané, la misma desde que se lanzaron las piedras que el domingo causaron tres accidentes. El parabrisas del autocar recibió un fuerte impacto que causó daños aunque el cristal no llegó a romperse. Ni el conductor ni la decena de estudiantes que salían de Vigo hacia Pontevedra resultaron heridos. Los autores de la pedrada consiguieron huir y eludir por cuestión de segundos el cerco del dispositivo policial desplegado para dar con ellos.
"Era el último transporte del día. Sobre las diez menos veinte de la noche. El autobús había pasado el nudo de Isaac Peral y el túnel; cuando circulaba bajo la pasarela de Mestre Chané se oyó un fuerte golpe y la piedra pegó contra la zona superior de la mampara del parabrisas y lo astilló sin que se rompiera. De hecho el vehículo pudo seguir de servicio toda la jornada de hoy", explica Aurelio Cuiña, gerente de la empresa de transportes Cuiña propietaria del autocar y encargada del servicio universitario entre Pontevedra y Vigo. "Por suerte la piedra no entró en el vehículo ni fracturó los cristales, lo que hubiera podido causar heridos o propiciar un accidente", dice Aurelio Cuiña.
El incidente del motorista tuvo lugar ayer, a las cuatro de la tarde. El hombre salía de su trabajo en Vigo y viajaba hacia Pontevedra cuando notó un golpe en el casco. Siguió circulando pero recordó la oleada de pedradas y a la altura de Rande paró y tras comprobar el impacto que la piedra había dejado en el casco alertó a la Policía.
El último de los incidentes es el de un vehículo que a última hora de la tarde de ayer fue apedreado desde la pasarela peatonal de Chapela, en Redondela, que discurre sobre la autopista.
La conductora del vehículo afectado paró visiblemente nerviosa y descubrió a dos jóvenes que parecían esconderse sobre la pasarela. Avisó a la Policía y varios agentes se acercaron a los adolescentes y se los llevaron para identificarles. Al parecer estaban en la zona con unas "litronas", lo que podría facilitar otras identificaciones en la zona.
Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil han desplegado numerosos efectivos para intentar localizar a los vándalos, que cambian de pasarela a tenor de las vigilancias que detectan, alejándose de Vigo hacia Redondela. Los agentes cubren los montes próximos a los puentes e interrogan puerta a puerta a vecinos en busca de pistas. Mientras, en la comisaría viguesa tomaban ayer declaración a varios jóvenes. Los investigadores son optimistas sobre un pronto esclarecimiento del caso. En caso de confirmarse que son menores de edad no serían detenidos, sino que tras ser identificados y denunciado quedarían bajo la tutela de sus familias y el caso se pasaría a la Fiscalía de Menores
Una decena de pasarelas a vigilar y numerosas identificaciones
- La comisaría de Vigo ha puesto en marcha un operativo especial para dar con los autores de las pedradas que han causado ya cuatro accidentes en la AP-9 a su paso por Vigo. El operativo incluye presencia de agentes de paisano, coches camuflados y también coches patrulla. Cubrir las diez pasarelas que cruzan la autopista en la ciudad olívica resulta complicado, pues salvo la situada al final de la estación de Renfe, ninguna tiene accesos que permitan llegar hasta sus inmediaciones en coche.Los investigadores patean estos días las distintas zonas donde tuvieron lugar los lanzamientos de piedras y revisan decena de grabaciones de cámaras de seguridad próximas que han podido grabar a los autores de las pedradas.También han identificado a decena de jóvenes y cuentan con testimonios que les hacen ser optimistas en una próxima identificación de los vándalos. Se trataría de menores de edad, que, en principio, serían acusados de daños causados. Una imputación que llegaría a homicidio si alguien resulta fallecido.
