Adolescentes que usan cigarrillos electrónicos presentan mayor cantidad de metales pesados

El uso frecuente de estos dispositivos aumenta los niveles de plomo y uranio

Una mujer fuma un cigarrillo electrónico.

Una mujer fuma un cigarrillo electrónico.

R.L.

Adolescentes que usan cigarrillos electrónicos de manera frecuente presentan más metales pesados –en concreto uranio y plomo– en su orina que los usuarios ocasionales, según un estudio que publica la revista “Tobacco Control”. Quienes usan productos con sabores dulces también registran mayores niveles de uranio que los que prefieren sabores de menta.

La investigación de Andrew Kochvar et al. (“Biomarkers of metal exposure in adolescent ecigarette users: correlations with vaping frequency and flavouring”) analiza los datos de una muestra representativa de adolescentes entre 13 y 17 años en EEUU, que incluye doscientos usuarios exclusivos de estos cigarrillos.

Según explica Pablo Olmedo, profesor titular en el departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física de la facultad de Medicina de la Universidad de Granada, las resistencias metálicas de estos cigarrillos “se calientan a altas temperaturas para generar el aerosol que se inhala”, y “este proceso el aerosol se contamina con una amplia variedad de metales provenientes de la resistencia”. Olmedo, que no participó en el estudio pero tuvo acceso a él, algunos de estos metales, como el plomo, el cadmio y el uranio, cuya exposición evalúa esta investigación, “pueden tener graves consecuencias para la salud, especialmente en los grupos de población más vulnerables como los jóvenes, cuyo organismo está en desarrollo”.

"El uranio también es un metal tóxico, aunque la importancia de los cigarrillos electrónicos como fuente de exposición a este metal necesita más investigación, como los propios autores del estudio reconocen. El cadmio es relevante en el tabaco, pero no es un metal que sea de importancia en los cigarrillos electrónicos como este y otros estudios demuestran", matiza este profesor de toxicología.

Para este científico resulta “especialmente preocupante” la exposición al plomo, confirmada ya por estudios anteriores, puesto que este metal pesado “es muy nocivo para el desarrollo neurológico de los jóvenes” y “es capaz de acumularse en el organismo a lo largo de la vida”.

En declaraciones a SMC, Pablo Olmedo señala que los resultados de este estudio “son consistentes con los de otros estudios que relacionan el consumo de cigarrillos electrónicos con una mayor exposición a metales”, y “apoyarían el establecimiento de políticas más estrictas para el control del uso de cigarrillos electrónicos en adolescentes”, subraya.