Érase una vez... un libro

La literatura infantil y juvenil se fortalece en Galicia, a pesar de las nuevas tecnologías

Un niño, leyendo un cuento.

Un niño, leyendo un cuento.

El libro infantil y juvenil goza de una excelente salud y de un futuro prometedor en España en general y en Galicia en particular. Así lo aseguran algunas de las voces de la literatura infantil y juventud más reconocidas y así lo constatan los datos sobre lectura: el 86% de los menores de 6 a 9 años lee libros por ocio, según refleja el “Informe de hábitos de lectura y compra de libros en España 2023 relizado por la Federación de Gremios de Editores.

Pero, ¿cuál es el secreto? Para los creadores gallegos, no se puede hablar de uno sólo, sino de varios ingredientes que hacen que la receta de la literatura infanto-juvenil sea tan redonda en la comunidad. Uno son los propios lectores, ávidos de sumergirse en nuevas historias fantásticas y maravillosas. Otro, la nueva hornada de escritores que no están dispuestos a rebajar el listón que han dejado sus predecesores.

Un tercer componente es, en opinión de la escritora viguesa Ledicia Costas, la red de bibliotecas escolares.Eu viaxo moito e visito moitas bibliotecas e non é por ser galega, pero non hai outras como as nosas. O 99% delas están xestionadas por mulleres, grandes recomendadoras de obras e que se preocupan por adecualas ao gusto do público lector, e isto contribúe a que o mercado do libro galego infantil e xuvenil sexa magnífico”, afirma la escritora, premio nacional de literatura infantil y juvenil 2015 por “Escarlatina, a cociñeira defunta”.

Érase una vez... un libro

Ledicia Costas. / Marta G. Brea

“Moitos adultos pérdense grandes lecturas por culpa da etiqueta”

Ledicia Costas

— Premio Nacional 2015

Pero éste no es el único ingrediente por el que destaca la receta literaria infanto-juvenil de la comunidad. La temática que tratan sus libros es otro. “O libro infantil e xuvenil galego trata temas que non se tratan noutros lugares”, asegura. En este sentido, la dos veces ganadora del Premio Lazarillo, pone como ejemplo “22 segundos” (2019), de Eva Mejuto, que trata la realidad trans cuando apenas se hablaba del tema.

Ella misma es una gran lectora de literatura infantil y juvenil. Y no sólo por estar al tanto de las tendencias. “É unha literatura que me encanta. As etiquetas, moitas veces, son limitantes e a literatura é ilimitada. Un bo libro é un bo libro, dá igual que sexa para público adulto ou infantil. Hai moitos prexuízos con respecto a isto e hai adultos que se perden grandes lecturas por culpa da etiqueta”, afirma la escritora, cuyo último relato infantil, “Sete dentes de león" fue seleccionado, en su edición en castellano, como uno de los mejores del mes de marzo por la revista “Babelia”.

Érase una vez... un libro

Antonio García Teijeiro. / Ricardo Grobas

“Preocúpame a pouca conciencia lectora que hai nas casas dos nenos”

Antonio García Teijeiro

— Premio nacional 2017

Como lecturas para festejar el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que se conmemora hoy, Costas recomienda “O circo das palabras”, escrito por Eva Mejuto e ilustrado por Fernando Martín; y la novela juvenil “Como encorrentar un lobo”, de Antonio M. Fraga e ilustrada por María Bren.

Para Elena Gallego, autora de la saga de novelas juveniles Dragal, ganadora del Premio Frei Martín Sarmiento en la categoría de 1.º y 2.º de la ESO en 2012, la literatura infanto-juvenil vive un momento dorado. “Só hai que botar unha ollada aos títulos que teñen os escritores galegos. Temos unha lista de creadores que son espectaculares e os títulos que se están incorporando á literatura infantil e xuvenil son exportados logo a outras linguas con grande éxito”, comenta.

Para Gallego, que en estos momentos se encuentra inmersa en su próxima novela, no hay literatura menor ni mayor, sino distintas formas de contar una historia en función del público a la que vaya dirigida. “A min, paréceme moi complicado escribir para nenos. Eu creo que calquera adulto pode coller un título de literatura infantil galega dos que están saliendoa a rúa e pasalo moi ben”, afirma.

Los padres son, en muchas ocasiones, la vía por la que se llega al público infantil y en este sentido, asegura que el hecho de que los padres acompañen a los niños en la lectura es fundamental. “Os nenos non nacen aprendidos e os lectores non nacen sabidos. Necesitan unha educación lectora. Cando os pais acompañan, eses nenos convértense en lectores”, opina.

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Elena Gallego. / Gustavo Santos

“Os lectores non nacen sabidos. Necesitan unha educación lectora”

Elena Gallego

— Premio Frei Martín Sarmiento 2012

Gallego, que el próximo día 18 estará en la librería viguesa Cartabón presentando su última novela, “El legado de la niña de la sal”, recomienda como lecturas para este 2 de abril “Axencia Galega de Asuntos Máxicos”, de Miguel Ángel Diz; “O concurso dos mellores inventos”, de Berta Dávila, y “Mambrú volveu da guerra”, de Carlos Labraña.

Para Antonio García Teijeiro, premio nacional de literatura infantil y juvenil 2017 por “Poemar o mar” y considerado uno de los más significativos poetas para niños en lengua gallega, la escuela y la familia son los dos entornos en los que se forjan los hábitos lectores. “A min, non me preocupan as novas tecnoloxías, senón a falta de conciencia lectora nas casas dos nenos. Dáme moita pena que todo dependa da escola e máis cos escritores novos tan bos que están a saír”, afirma.

Ni a Ledicia Costas ni a Elena Gallego les preocupa la competencia de las nuevas tecnologías, aunque la creadora de Dragal reconoce que ante éstas hay que hacer un doble esfuerzo para acercarse -y acercar- a los niños a los libros. En este sentido, Costas se reconoce una gran jugadora de videojuegos, un ocio que puede convivir con la lectura.

Prejuicios

Según García Teijeiro, sobre la literatura infantil y juvenil aún persisten los prejuicios. “Aínda que hoxe hai xente que está formada, segue habendo un gran descoñecemento da súa calidade tanto estética como literaria. Hai moi mala literatura de adulto que vende moito e moi boa literatura infantil e xuvenil que non vende tanto. A xente cre que por ser para os nenos vale calquera cousa. E se falamos de poesía, aínda máis, cando hai unha moi boa poesía infantil e xuvenil, que se descoñece por completo. Aínda nos falta moito para ser un país lector”, añade.

Para el poeta, la mejor forma de conmemorar este día internacional es perderse entre las estanterías de una biblioteca o de una librería y dejarse conquistar por las páginas impresas, una actividad que se puede hacer en familia y que, recuerda, no cuesta dinero. El escritor vigués está convencido de que la visita dará como fruto una lectura por poco que se preste atención porque hay historias fascinantes aguardando al lector. Da igual la edad y las preferencias que tenga.

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