La borrasca Karlotta deja vientos huracanados de más de 200 km/h y afecta a vuelos y rutas en tren

El temporal derriba muros y árboles, corta carreteras y deja precipitaciones de hasta 135 litros por metro cuadrado

El mal tiempo da hoy una tregua, sin alertas meteorológicas

Un muro derribado por el fuerte viento en Ferrol.

Un muro derribado por el fuerte viento en Ferrol. / EFE

R.P. / R.V.

Vientos huracanados por encima de los 200 kilómetros por hora, vuelos cancelados y desviados, retrasos en viajes en tren y conexiones suspendidas, problemas de suministro eléctrico, accidentes de tráfico, derrumbes y hasta un escape de gas en Ferrol tras la caída de un muro. Fueron los principales efectos de la borrasca Karlotta, que este jueves puso en alerta a buena parte de la costa gallega.

Nada más amanecer, el ciclón rugió con fuerza. En solo doce horas –entre las seis de la mañana y las seis de la tarde– dejó más de 600 incidencias por el viento y la lluvia. A Coruña fue la provincia más afectada, con 249 avisos registrados por el 112 Galicia –más del 40% del total en la comunidad–. En Lugo se contabilizaron 208, mientras que en Pontevedra fueron 126 y, por último, Ourense, 25.

Para hoy se espera un tiempo más estable, con un escenario de lluvia con algunos claros y sin alertas meteorológicas. Pero será una tregua de apenas 24 horas, ya que para mañana se volverá a activar la alerta naranja, esta vez solo por oleaje, desde las Rías Baixas hasta la Mariña lucense.

Árbol caído en la carretera que une Moaña y Marín. 8 febrero 2024. Borrasca Karlotta. Santos Álvarez

Árbol caído en la carretera que une Moaña y Marín. / Santos Álvarez

Lugo fue ayer la provincia con las rachas de viento más veloces. La estación de MeteoGalicia en Penedo do Galo, en Viveiro, anotó la máxima de la jornada: 202,3 kilómetros por hora a las 12.40 del mediodía. También hubo vientos huracanados en Carballeda de Valdeorras, con 170,7 km/h.

Las lluvias también fueron intensas, sobre todo en la provincia de A Coruña, donde se alcanzaron los valores más altos: 135 litros por metro cuadrado en Santa Comba, 98,7 en Zas y 96,7 en Lousame.

La intensidad de las precipitaciones fue tal que la Xunta tuvo que activar el Plan Especial ante el Riesgo de Inundación en Galicia (Inungal) por el posible desbordamiento de ríos.

El reguero de incidencias afectó a Galicia de norte a sur. En Ferrol se registró la caída de un muro en la calle Mendizábal, que causó la rotura de una tubería de gas.

En O Morrazo, las consecuencias más graves fueron el corte de suministro eléctrico que sufrieron vecinos de las parroquias de Aldán y Beluso, en Cangas, desde las cuatro de la madrugada del jueves. Un árbol caído cortó la circulación en la carretera que une Moaña y Marín.

En Pontevedra se registraron más de 70 litros por metro cuadrado en veinte horas y rachas de más de 103 kilómetros por hora.

En O Salnés, la fuerza de Karlotta se dejó notar de manera especial en el mar, sobre todo cuando subió la marea y las olas golpearon con furia los paseos marítimos de A Illa.

Una ola rompe en el paseo de A Illa.  |  // NOÉ PARGA

Una ola rompe en el paseo de A Illa. / Noé Parga

En Ourense destaca la caída de un andamio en el kilómetro 62,3 de la N-540 y también de un árbol de grandes dimensiones en el centro de O Barco y otro sobre la N-525 en Allariz.

Transportes afectados

Karlotta no solo afectó a las carreteras, también pasó factura a quienes tenían programado un viaje en avión, en tren o en barco.El transporte marítimo entre Vigo y Cangas fue suspendido, la caída de un árbol entre Catoira y Pontecesures también paralizó durante una hora de la circulación ferroviaria en la línea Pontevedra-Santiago.

En los aeropuertos, en Alvedro se vieron afectados tres vuelos, dos procedentes de Madrid que tuvieron que regresar a la capital española y un tercero que no llegó a salir, ya que fue cancelado. En el de Santiago, se desviaron a Madrid tres vuelos, procedentes de Bilbao, Londres y Valencia. En Vigo hubo dos incidencias: un vuelo procedente de Londres que fue desviado a Madrid por el viento y uno procedente de Madrid que terminó aterrizando en Santiago.