La Xunta decidirá el lunes, tras la reunión del comité clínico, la desescalada en buena parte de Galicia de la hostelería, clausurada desde el 27 de enero, por lo que concluirían 27 días de cerrojazo. Así lo adelantó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al periodista Carlos Herrera en la Cope. Feijóo no desveló las condiciones de la reapertura, que previsiblemente estará vinculada a la incidencia acumulada de COVID-19. Vigo, con 184 casos por 100.000 habitantes a 14 días, es la ciudad con el mejor dato de entre 7 principales urbes gallegas. Junto a Santiago (214) y Ourense (231) son las únicas tres que bajan de los 250 casos que marcan el umbral del riesgo extremo.

“Yo creo que el lunes, que nos volveremos a reunir, buena parte de Galicia empezará a abrir su hostelería. Vamos a ver con qué intensidad y con qué horario”, avanzó el presidente de la Xunta, quien reiteró que “en Galicia estamos a punto de tener ya una situación controlada”.

El pasado lunes, tras la reunión del comité clínico, Feijóo adelantó que la Xunta estaba trabajando con el sector un “plan de hostelería segura”, que incluiría un sistema para “transparentar los aforos”, que hiciese visible, en la puerta o en un escaparate, cuántas personas pueden estar en el establecimiento. También contemplaría un registro de asistencia y un plan de control para el que pidió colaboración a los alcaldes.

El vicepresidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, presentó ayer ante los representantes municipales y de las Diputaciones el citado plan de control, por el que la vigilancia de la reapertura de la hostelería estaría a cargo de efectivos municipales, de la Xunta y del Estado. Además, la Fegamp propuso a Rueda una comisión de coordinación para que los ayuntamientos participen de las decisiones ante la epidemia.

Los hospitalizados en planta en Galicia caen a la mitad desde principios de mes

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Los datos de la epidemia de COVID-19 en Galicia siguen siendo positivos. Los hospitalizados en planta en los hospitales gallegos, 644, son prácticamente la mitad (53%) de los 1.210 registrados el 1 de febrero, según los datos de la Consellería de Sanidade. Además, el Sergas informó ayer de solo un positivo nuevo en las residencias geriátricas gallegas, un usuario de la vivienda comunitaria municipal de Vimianzo (A Coruña). Este dato demuestra, una vez más, que las vacunas están funcionando. Aunque la normalización en las ucis está aún muy lejana y la bajada es muy lento, ayer el número de enfermos críticos se situó por debajo del pico de la primera ola: 169 pacientes, frente a los 177 del 4 de abril. Las ucis gallegas registraron su máximo de la epidemia el 8 de febrero con 254 ingresados. La menor presión asistencial se verifica por la reducción de 11 pacientes en UCI y 39 en planta (de 683 a 644). En total hay 813 personas ingresadas en los hospitales gallegos, 50 menos que el día anterior. El número de casos activos baja en 868 hasta los 10.040, lo que supone 868 menos, aunque los contagios repuntan en 39 hasta los 390. El Sergas comunicó ayer la muerte de otras 10 personas por COVID-19. El total de fallecidos asciende a 2.164. Al día 18 corresponden 6 decesos: tres de ellos en el Chus (dos mujeres y un hombre de 80, 74 y 53 años, respectivamente), una mujer (89) en el Chuvi, un hombre (54) en el Chop y una mujer (86) en el Chuf, procedente de la residencia O Casón de Moeche. De ayer corresponden dos mujeres (84 y 78) fallecidas en el Chus, un hombre (83) en el Chuf y una mujer de 93 años fallecida residencia integrada Cegadi. Todos los fallecidos padecían patologías previas.