La hostelería de O Morrazo está en pie de guerra, después de casi un año pagando los platos rotos de la crisis sanitaria derivada de la pandemia de COVID-19. Ayer, en la primera protesta convocada conjuntamente por el sector de toda la comarca y con el apoyo del comercio, colapsaron el centro de Cangas durante una hora y media, haciendo ruido con bombos, cacerolas, silbatos y megáfonos desde los que exigían un plan de rescate integral para todo el sector y que la Administración les permita “trabajar” de una vez por todas.

La marcha partió pasadas las cinco y media de la tarde desde la Rotonda do Gordo y la convocatoria –de la Asociación de Restauradores de Cangas (Areca) y de las asociaciones de hostelería de Moaña y Bueu– logró congregar a más de 600 personas que recorrieron toda la Avenida de Ourense en filas de tres, con un manifestante en cada margen de la calzada y otro en la divisoria, para garantizar la distancia social. Varios de los presentes llevaron megáfono, iniciando cánticos como “Rescate xa!”, “Queremos traballar!” o “Non somos o problema!”. Cuando la cabecera de la marcha estaba a la altura del cruce de O Forte, la cola todavía estaba partiendo de la glorieta. Los camioneros que, mientras aguardaban al paso de los manifestantes, hicieron sonar sus bocinas en solidaridad, elevaron el tono de los cánticos. Lo mismo ocurrió ya en la zona urbana, cuando desde los balcones y ventanas muchas familias hicieron sonar sus cacerolas.

Un ataúd que simboliza la muerte de la hostelería. | // GONZALO NÚÑEZ

El colorido en la marcha lo pusieron los elementos de los manifestantes. Algunos de ellos reprodujeron una tumba o una lápida en referencia a la situación del sector. Otros caminaron de luto y con una soga al cuello. Entre las decenas de pancartas y los cánticos no se libró nadie: “Alberto, Alberto, queremos o bar aberto”, cantaron en referencia al presidente de la Xunta. Una pancarta se dirigía también al ejecutivo central con el texto: “Si no nos mata el COVID, nos mata el Gobierno”.

A la llegada a la Praza do Concello, en donde aguardaban muchos vecinos, un grupo de hosteleros realizó una performance, con una letra cada uno de ellos, sobre el gran paso de peatones de Cangas, y dejando leer el texto “Rescate Hostalería Xa!”

Entre la comitiva participaron varias autoridades como la alcaldesa de Cangas, Victoria Portas; el edil de ACE, Mariano Abalo; el concejal del PSOE, Eugenio González; la edil del BNG, Mercedes Giráldez; o el diputado nacionalista moañés Paulo Ríos.

Imagen aérea de los asistentes, en tres filas. | // MAURO BERNÁRDEZ

"Nosotros no metemos nuestro dinero en Suiza ni en un chalé de la sierra madrileña"

El presidente de Areca, Gustavo Soliño, se encargó de la lectura del manifiesto y, tras reconocer que estaba “abrumado” por la respuesta del sector y el apoyo de colectivos de comerciantes como Cangas Vella y Fecimo, reconoció que “estamos ahogados. Muchos negocios están dando sus últimos coletazos. Esto es una agonía”. Relató el proceso de desescalada tras el confinamiento de la primavera de 2020 y cómo la segunda y la tercera ola acabaron por pagarlas los hosteleros. “Hacemos lo imposible por seguir facturando. Entendemos que el escudo social es importante pero ya no se trata solo de eso, es necesario un rescate total de la hostelería. En Galicia, desde el inicio de la pandemia, ya cerró una cuarta parte de los negocios”, alertó.

En la Praza do Concello los asistentes exigieron ayudas “sin condiciones, porque no estamos metiendo nuestro dinero en cuentas de Suiza ni en un chalé en la sierra madrileña, estamos intentado crear empleo y riqueza”, prosiguió Soliño.

Antes de que todos entonasen de nuevo el cántico de “plan de rescate xa”, el presidente de Areca pidió que se les escuche “en Madrid y en Santiago”, pero también en los Concellos, “porque necesitamos de todas las administraciones. De otra forma estamos muertos”. Tuvo también palabras de solidaridad, sobre todo, con el sector del ocio nocturno “que lleva un año entero sin poder abrir sus puertas”. Se alertó, además, de que muchos empleados tardaron en cobrar sus Ertes o, en algunos casos, todavía están a la espera.

Sobre la nueva línea de ayudas a empresas que impulsó la Xunta de Galicia, desde Areca señalan que “la mayoría de negocios de O Morrazo no las recibirán, porque exigen un 45% de bajada de los ingresos. Las empresas que sufrieron ese bajón ya están cerradas”.

Lectura del manifiesto en la Praza do Concello. | // GONZALO NÚÑEZ

Marcha en Moaña

Tomó la palabra, también, Pablo Piñeiro, de la Asociación de Hostalería de Moaña, quien anunció una marcha en este municipio pasado mañana, lunes 22 de febrero, partiendo a las 11.00 horas desde la plaza de abastos. “Tenemos que movernos, porque si nos quedamos en casa no van a poner ni un euro”, alertó.

De nuevo en Cangas, el miércoles 24 de febrero el sector de la localidad organizará una concentración con la misma demanda a partir de las 11.30 horas. También intervinieron representantes de la hostelería de Pontevedra, pues el objetivo es crear lo antes posible una federación gallega.

Hosteleros de Moaña en la protesta. | // GONZALO NÚÑEZ