Los vecinos de San Vicente de O Grove completaron ayer la segunda jornada de fiesta para honrar al patrón de la parroquia; y aún les queda uno más, mañana. La cita religiosa se convirtió en la primera prueba a superar por el proyecto de humanización de la carretera que da acceso al templo, ya que se ejecutaron en ella trabajos de mejora de la seguridad viaria que también benefician al atrio.

Está pendiente de los últimos flecos, sobre todo en cuanto a señalización horizontal y vertical, pero los feligreses ya pudieron sacar las primeras conclusiones sobre el resultado de este proyecto impulsado por el Concello con ayuda de la Diputación de Pontevedra.

La procesión celebrada tras la misa discurrió en parte por la superficie que ha sido remodelada con dicha obra, a la que unos días antes se refería el alcalde, José Cacabelos, para destacar su importancia social.

Al margen de esta lectura, en la parroquia de San Vicente hacen la suya para decir que "la lluvia dio una tregua" y permitió el desarrollo de la procesión "con la que los niños han honrado a nuestro patrono".

E inciden en ello porque fue "una jornada especialmente dedicada a la 'cantera' en la que hemos recordado que San Vicente nos dirige con el ejemplo de su vida y su fe". En ello incidió el párroco, Juan Ventura, encantado con el resultado de esta fiesta en la que se incluyeron conciertos, queimada, meriendas, juegos populares y la primera exposición de la camelia.