El autobús interurbano vuelve a acumular quejas de los usuarios por falta de plazas

En las horas punta de la jornada muchos viajeros se quedan sin servicio en Pontevedra

Estación de autobuses de Pontevedra.

Estación de autobuses de Pontevedra. / Gustavo Santos

F.M.

Los usuarios del transporte público interurbano, en las líneas que comunican Pontevedra con las restantes ciudades gallegas, vuelven a denunciar frecuentes retrasos, falta de plazas en los vehículos, incoherencias entre las horas anunciadas en la web y las que manejan los conductores, o la total ausencia de atención al público en la Estación de Pontevedra fuera de las horas de oficina.

En las últimas semanas, la concesionaria del servicio, Monbus, ha vuelto a recibir numerosas quejas de los usuarios, principalmente porque se quedan sin plaza en los autobuses que comunican esta capital con otras urbes gallegas. Pasadas las 19.30 horas, estos usuarios que se quedan sin servicio y sin vehículo de complemento, tampoco tienen a quien reclamar soluciones en la estación, ya que la oficinas están cerradas y los trabajadores de la terminal se desentienden del servicio que prestan las distintas empresas que operan.

Algunas de estas quejas se recogen en las numerosas hojas de reclamaciones que recibe la empresa concesionaria del servicio, pero muchas otras solo se escuchan en las dársenas y en las ventanillas de atención al público, sin que los afectados reciban ningún tipo de solución.

Son tantas las hojas de reclamaciones que se presentan, que las oficinas de Pontevedra y Vigo se han quedado sin impresos oficiales en los últimos meses y la empresa ha ofrecido a los usuarios folios corrientes con un sello de la empresa, con la confianza de que lo harán llegar igualmente a la Dirección Xeral de Mobilidade de la Xunta de Galicia.

Vuelven a ser muchos los viajeros que denuncian que se están viendo perjudicados por la falta de asientos libres en los vehículos de Monbús: Muchos no llegan a trabajar a tiempo y otros se ven obligados cada día a buscar otras opciones, como el vehículo privado.

“La gente está harta; algunos días se quedan en tierra diez o quince personas”, asegura uno de estos afectados. Los usuarios de este servicio público coinciden en denunciar que en muchas ocasiones los conductores “te dicen que llegará otro autobús de refuerzo, pero es para quitarse el muerto de encima; en realidad el vehículo que llegará es el del próximo servicio, en una hora aproximadamente, y a veces otra vez lleno”, explican.

Preguntada la empresa por estas cuestiones, recientemente aseguró a FARO que “se está cumpliendo el contrato” derivado de la concesión de la Xunta.

Pero los usuarios observan cada día que el servicio es muy deficiente, que las protestas son prácticamente diarias en las dársenas de estas estaciones de autobuses y que el transporte público no satisface la demanda.

Cada vez son más las personas que optan por el autobús para desplazarse diariamente entre Pontevedra y Vigo para trabajar o estudiar, pero el incremento de usuarios no ha evolucionado de forma pareja a las prestaciones. Así, cada día en las dársenas de las estaciones de Pontevedra y Vigo es habitual encontrar a pasajeros molestos con este servicio público.

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