Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa

En los últimos años han echado el cierre más de una decena de establecimientos emblemáticos de Pontevedra

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa / Cristina Prieto

Jubilaciones, falta de relevo generacional, alquileres desorbitados e incluso incendios y problemas de seguridad en edificios. Son algunos de los motivos que han llevado a mantener cerrados desde hace años –meses, en el mejor de los casos– numerosos locales históricos de Pontevedra. La mayoría se encuentran en el casco viejo de la ciudad y fueron testigos de la vida de los pontevedreses especialmente entre los años 70 y 90.

Desde cafeterías que eran el punto de encuentro para los más jóvenes, hasta librerías que eran todo un epicentro cultural, pasando por ultramarinos y tiendas de moda, todos ellos son establecimientos que quedarán para siempre en la memoria colectiva de la Boa Vila y que, mientras sigan en pie, serán también una oda a la nostalgia.

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa / Cristina Prieto

El último negocio que ha anunciado su cierre ha sido Curtidos Queiro después de más de dos décadas en la calle Sarmiento (con anterioridad ocupaba un bajo en la plaza de A Ferrería, donde arrancó en 1936). Se dedicaba a la venta y distribución de calzados: de zuecos, de piel, de todo el material para los zapateros, y después se ocupó de conservación de calzado y material relacionado con el mismo.

Este 2024 se ha completado la reforma de la antigua Ferretería Varela, que cerró en agosto de 2016 después de 142 años de actividad. El chef Pepe Vieira pudo inaugurar por fin su último proyecto gastronómico, la Churrasquería Varela, un ejemplo de cómo reinventar un local emblemático de la ciudad conservando su esencia al tiempo que se le da un aire moderno.

Más de una decena de cierres

Esta semana se cumplirá un año del cierre de otro emblema de la ciudad, Caramelos Novás, en Benito Corbal, muy próximo al Hospital Provincial. Lo hizo pocos meses después del fallecimiento de Joaquín Novás, el impulsor de un imperio que llegó a tener una flota de furgonetas que llevaba dulces a todos los rincones del rural. En su última etapa, el negocio estuvo más centrado en la venta de disfraces y gominolas.

También en marzo, pero de 2022, se jubilaba José González Rodríguez después de 38 años vendiendo máquinas de coser en su tienda de la calle Virgen del Camino, que adquirió el nombre de la marca Singer. En diciembre de 2021 el que cerraba era el último videoclub que resistía en la Boa Vila, el Videoclub San José, después de tres décadas de historia. Dos meses antes, en octubre, fue la tienda de ultramarinos O Cisne, en la calle Real, a dos pasos de la Fonte dos Tornos la que se despedía después de 80 años de actividad, y tras el paso de tres generaciones familiares por el negocio. El local, vacío desde entonces, fue todo un referente en la zona al ser el único de estas características en el casco histórico de la ciudad.

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa / Cristina Prieto

Estaba especializado en la venta de productos a granel de alta calidad y pasó por varias etapas y reformas para adaptarse a los nuevos tiempos; tras la que se ejecutó en 2005, además de la tienda de ultramarinos, en el local llegó a haber un bar que, posteriormente, acabó cerrando.

Unos tres años antes, y a punto de cumplir su 60 aniversario, cerraba Peral Moda, en la plaza de Curros Enríquez. Antonio Pérez y Concepción Álvarez fundaron la tienda en 1958 y pronto se convirtió en una de las más importantes de la época, llegando a vestir a numerosas generaciones de pontevedreses.

A escasos diez pasos de Peral estaba la antigua Droguería Moderna, que cerró en 2017 tras el fallecimiento de su propietario, Luis Esteban. El local, uno de los que tiene más solera de la ciudad, sigue vacío desde entonces.

En la calle Naranjo está otro de los locales emblemáticos de Pontevedra que lleva años sin uso: el de la antigua Bolera. Tras el cierre de la cafetería, llegó a acoger la tienda efímera de Sétima Feira en 2017, pero la actividad ya no volvería más.

Este caso puede ser bastante similar al del local de Peral Moda, ya que por sus grandes dimensiones no son fáciles de abarcar, además de que los alquileres no son asumibles por cualquier inquilino.

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa

Historia de la ciudad que pasa página o se reinventa / Cristina Prieto

En estado preocupante se encuentran otros dos establecimientos históricos de Pontevedra: el de la Librería Michelena y el de la Moda Ideal, en los Soportales de A Ferrería.

Este último, en estado ruinoso desde que un incendio provocado por un cortocircuito en un interruptor lo devorara en febrero de 2016, sigue desde entonces pendiente de ser rehabilitado. En abril de 2019, en base a los análisis realizados por efectivos de la Policía Científica, una sentencia condenaba a la arrendataria del local y a su aseguradora a indemnizar a varios de los afectados, incluida la propiedad, y desde entonces ha tenido lugar un largo proceso judicial por la falta de acuerdo en las cantidades.En la parte de atrás, en la calle Michelena, se mantiene vacío y lleno de carteles de todo tipo y gran suciedad el local que entre 1981 y 2010 albergó la librería del mismo nombre. Todo un símbolo cultural de la ciudad, una librería diferente a las demás, que no consiguió sobrevivir a la crisis.

Con todos ellos, y algunos más, se fue un trozo de la historia de Pontevedra, pero que permanece en la memoria de quienes los vieron en su esplendor y ahora transmiten su historia a las nuevas generaciones.

Empezó como bolera y después se convirtió solo en cafetería. El emblemático y gran local de la calle Naranjo fue el centro de la actividad pontevedresa en los años 80 y 90. Tras su cierre llegó a acoger la tienda efímera de la Sétima Feira.

La Bolera

Todo un símbolo cultural de Pontevedra, la Librería Michelena cerró a finales de junio de 2010 después de casi tres décadas ofreciendo libros de todo tipo a los pontevedreses. El local sigue vacío y en estado semirruinoso desde entonces.

Librería Michelena

Con el fallecimiento de su propietario, Luis Esteban, la Droguería Moderna cerró sus puertas en 2017. El establecimiento, con 93 años de historia, permanece cerrado desde entonces.

Droguería Moderna

La histórica tienda de ultramarinos de la calle Real abrió sus puertas en 1941 y las cerró en octubre de 2021, con 80 años de actividad a sus espaldas. Después de ser un referente en el casco antiguo, su local continúa aún vacío.

O Cisne

Después de 142 años de actividad, en 2016 cerraba la Ferretería Varela, en la plaza de Curros Enríquez. En febrero de 2023, Pepe Vieira pudo iniciar su proyecto gastronómico en el local, una churrasquería que abrió el pasado mes de febrero.

Ferretería Varela

En abril de 2022, Josefa González se jubilaba y cerraba su tienda de máquinas de coser de la calle Virgen del Camino después de 38 años de actividad. El negocio había adquirido el nombre de la marca Singer.

Máquinas de coser Singer

El imperio de los caramelos y los disfraces cerró su local en Benito Corbal en marzo de 2023, pocos meses después del fallecimiento de su fundador, Joaquín Novás, que inició el negocio en la década de los 70.

Caramelos Novás

Abrió en 1936 en la plaza de A Ferrería y en el año 2000 se trasladó a la calle Sarmiento. Este mes de marzo Queiro echa el cierre tras cerca de 90 años de actividad; tres generaciones de la misma familia encabezaron el negocio.

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