Los administradores de fincas abogan por normas privadas para regular las viviendas de uso turístico

Ante la falta de reglamentos específicos en algunas ciudades, consideran que las comunidades de propietarios pueden elaborar unas normas de uso propias de cada edificio para evitar los posibles problemas de convivencia

Reunión de los administradores de fincas de Pontevedra en el hotel Rías Bajas.

Reunión de los administradores de fincas de Pontevedra en el hotel Rías Bajas. / Rafa Vázquez

La proliferación de las viviendas de uso turístico (VUT) está teniendo un impacto directo en dos cuestiones fundamentales: la subida del precio del alquiler tradicional y la convivencia en algunas comunidades de vecinos. Administradores de fincas de Pontevedra abordaron, entre otras, esta cuestión en una reunión celebrada ayer en el hotel Rías Bajas con la nueva directiva del Colegio de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga). Después de meses analizando esta problemática, consideran que elaborar una normativa particular en cada comunidad de propietarios puede ser la solución más rápida, mientras no exista una regulación más concreta en algunas ciudades.

“En el título constitutivo de la comunidad y en los estatutos no suele aparecer nada con respecto a las viviendas de uso turístico porque esto es algo reciente, entonces ni se prohíbe ni se regula, por eso deberíamos regularlo de alguna manera para que no existan problemas dentro de un edificio”, apunta la vicepresidenta de Coafga, la pontevedresa Celeste Nieto, que considera que, mientras no exista una normativa específica, debe al menos regularse “de forma particular en cada edificio”.

Cabe recordar que en Pontevedra existe regulación para este sector desde 2017. El Concello solo concede licencias para uso turístico a casas, edificios completos o locales situados en bajos o primeros pisos.

En este sentido, Nieto destaca que “el problema más grave con las viviendas de uso turístico lo tenemos en las zonas de costa”, pero si hay algo que define la buena o mala convivencia en una comunidad es el perfil del usuario. Muchas veces está relacionado con la zona en la que se encuentra la VUT por el tipo de turismo que se practica. Por ejemplo, en Poio, aunque es un municipio de costa, el perfil más habitual es el de familias que van a pasar unos días a la playa, pero en Sanxenxo, además de este perfil, también está el del grupo de amigos jóvenes que alquilan un piso un fin de semana para divertirse y salir de fiesta. “Nos encontramos a veces con grupos de amigos, una pandilla de seis u ocho, que vienen a pasárselo bien y a divertirse y que incluso hacen fiestas en la propia vivienda, y eso es un poquito complicado de gestionar. Incomoda mucho a los vecinos, porque es tu casa y necesitas tus horas de descanso”, explica Nieto, que añade que “si son grupos familiares, es evidente que no hay ningún problema”.

La presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguín, asegura, sin embargo, que no existe “ningún problema” en las comunidades de propietarios con las VUT, sino que los problemas de convivencia los generan “otro tipo de alojamientos”.

“Cuando vas a un piso sabes lo que tienes que hacer, cómo te tienes que comportar, forma parte de la educación y las normas básicas de convivencia”, defiende Aguín, que considera que las incomodidades en un edificio no las producen las VUT en sí, sino el comportamiento de las personas. En este sentido, recuerda que, como cualquier otro negocio de alojamientos, tienen la obligación de comunicar a la Policía la identidad de los huéspedes.

En todo caso, los administradores de fincas consideran que existe la “necesidad de que haya una normativa o regulación” para mejorar la convivencia en algunas comunidades de vecinos. “El 23 y 24 de febrero tenemos unas jornadas de formación en A Coruña y uno de los ponentes, el magistrado Vicente Magro, va a tratar este tema. A ver qué ideas podemos coger para mejorar la situación”.

En este sentido, insisten en que “es lícito que el propietario arriende, no se puede prohibir, pero creo que vamos a tener que elaborar unas normas de uso en la propia comunidad, y si esas normas de uso no se cumplen, pues entonces esa actividad tiene que cesar. Creemos que debe ir enfocado por ahí, por las actividades de uso”.

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Uno de los desafíos a los que se enfrentará próximamente el parque inmobiliario de Pontevedra es la adaptación de los ascensores a una nueva normativa y que desde Coafga calculan que afectará a más de la mitad de los edificios de la ciudad. La más reciente Instrucción Técnica Complementaria (ITC) obligará a la actualización de los procedimientos de mantenimiento e inspecciones periódicas para la vigilancia del estado de los elementos estructurales y de seguridad de las unidades, así como su modernización. “En ascensores antiguos, se van a tener que adaptar los sistemas de seguridad y también habrá que actualizarlos en cuestiones de digitalización”, apunta la vicepresidenta de Coafga, Celeste Nieto.

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