Los restaurantes se blindan para hacer frente a los “plantones” en Feira Franca

Numerosos establecimientos deciden cobrar la mitad del precio del menú por adelantado ante la elevada demanda de reservas de comidas y para evitar pérdidas innecesarias

Un grupo de jóvenes en una comida de Feira Franca el año pasado.  // GUSTAVO SANTOS

Un grupo de jóvenes en una comida de Feira Franca el año pasado. // GUSTAVO SANTOS / Ana López

Las ganas de Feira Franca en Pontevedra son tan grandes que son numerosos los restaurantes y bares que ofrecerán menús especiales inspirados en la época medieval que ya han colgado el cartel de “completo” para el próximo 2 de septiembre. Ahora bien, teniendo en cuenta experiencias de ediciones anteriores y el día a día en sus establecimientos, son muchos los que han decidido cobrar una parte del precio del menú por persona para hacer frente a los “plantones” por parte de los clientes y, sobre todo, frenarlos. Fiesta sí, pero con respeto a todos, especialmente a los que ese día trabajan tan duro.

“Es una de las pocas veces al año en las que hacemos esto. Somos siempre muy tolerantes, pero en este tipo de ocasiones no podemos porque es un sector al que los cambios nos afectan de forma directa, con una merma directa, ya que hay que hacer un cálculo de la cantidad de comida que vas a servir”, explica a FARO Rubén González, responsable de cocina de “El Cafetín” de Pontevedra.

Este restaurante va a servir el día de la Feira Franca más de 500 comidas, ya que cuenta con uno de los espacios más grandes de la ciudad para la instalación de mesas, en el propio corazón de la Alameda pontevedresa.

Fueron uno de los primeros establecimientos de comida en apuntarse a la fiesta medieval. “Llevamos muchos años haciéndolo, y haciéndolo bien, así que la gente ya reserva con mucha antelación. Otros años en agosto completábamos la lista, pero este ya nos empezaron a preguntar en junio”, reconoce el chef. De hecho, ya han colgado en sus redes sociales el anuncio “Ya estamos completos. Muchas gracias a todos”.

El éxito está en el emplazamiento, la calidad del menú y el servicio. Han tenido que subir tres euros el precio respecto al año pasado y pasar de 40 a 43 por persona adulta, que deberán abonar con antelación 23 euros. En el caso de los niños, son 25 euros y el adelanto es de 15, algo más de la mitad.

“Con estos tres euros que hemos subido en el menú de adultos no cubrimos ni siquiera la inflación, pero es lo mínimo que podemos incrementar el precio porque no queremos bajar ni la calidad ni la variedad de los menús”, reconoce González, que añade que tienen clientes “de hace muchos años”.

Atentos también al horario

También en el asador “O Fanal” han decidido ponerse un poco duros por experiencias previas, de modo que en el momento de formalizar la reserva los interesados deben abonar el 50% del importe de sus menús, de 35 euros o 40 euros, en función de si incorpora pulpo entre los entrantes. Además, “las mesas se guardarán un máximo de 30 minutos” una vez pasada la hora de reserva. “A partir de ese momento, si no se tienen noticias, la mesa se dará por perdida”, advierten en sus redes sociales.

Sin embargo, a sus clientes fieles, y a otros que se estrenarán en este local, las condiciones no les han importado y ya no queda ninguna mesa de las más de 200 plazas disponibles entre terraza e interior.

Los que se estrenan

Otros locales, como el asador “Nasantiña”, en el barrio A Santiña, se estrenarán este año en Feira Franca con nueva dirección, por lo que aún no cobran nada por adelantado. Jorge Varela, uno de los socios junto con Lois Alfaya, asegura que todavía les quedan algunas vacantes, ya que abrieron el período de reserva hace unos días.

Disponen de dos menús, de 30 o 35 euros, en función de si se incluye una copa. “Son precios muy buenos. Quisimos ajustarlos por ser el primer año”, confiesa Varela.

Lo que está claro es que también se acabará llenando, ya que ayer mismo efectuaron la reserva para un grupo de 18 personas, que algo rezagados han tenido muchísima suerte a estas alturas del mes.

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Como cada año, el Concello de Pontevedra permite que las comidas y cenas se celebren en el exterior en las principales calles del casco histórico, pero para ello es necesario contar con autorización previa del gobierno local. El plazo de peticiones se abrió en julio y el listado de solicitudes admitidas fue publicado a finales de ese mes. Finalmente, habrá 172 mesas para comidas y cenas de particulares, 122 veladores de negocios de hostelería y 115 puestos en el mercado medieval. Un total de 409. Hay unas normas que se deben cumplir cada año, como que no puede estar visible ningún elemento que resulte anacrónico, por lo que quedan prohibidas las carpas industriales y los toldos de plástico. Además, los puestos deben de ser de madera o, en caso contrario, estar cubiertos con tejidos rústicos. De igual modo, la loza empleada debe ser de barro o madera, quedando prohibido que aparezcan a la vista botellas de plástico, latas o cualquier material fuera de época. No se puede hacer publicidad.

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