Las mujeres ya representan más del 30% de los opositores a la Guardia Civil en la ciudad

El aumento de la oferta de plazas de empleo público y las dificultades para encontrar trabajo en algunos sectores están haciendo que crezca la demanda en las academias para preparar oposiciones. Es una tendencia que se ha ido consolidando en los últimos años, igual que el progresivo incremento de mujeres en este tipo de formaciones. Así lo confirman, por ejemplo, en la academia Premir, que apunta que “siempre ha sido mayoritario el público femenino”, pero últimamente han experimentado un aumento “también porque hay más oferta de plazas”.

La dinámica es general a prácticamente todas las oposiciones, pero llama especialmente la atención en las de la Guardia Civil o la Policía, en las que la presencia femenina ha crecido considerablemente. En los últimos 5 años, las mujeres han pasado de representar alrededor de un 25 por ciento de los opositores en este ámbito a superar ya el 30 por ciento.

Son cifras que maneja la academia especializada en preparación de oposiciones a la Guardia Civil Agrupación Feal, en la calle Manuel Quiroga. Actualmente cuenta con unos 170 alumnos de los cuales entre 40 y 50 son mujeres. “Tenemos una demanda muy alta y en los últimos años se ha incrementado”, explica Juan Feal. Por eso, la escasa oferta para Guardia Civil de 2022 ha generado cierto malestar entre los opositores y el propio cuerpo de seguridad. “En 2020, el año de la pandemia, se ofertaron unas 2.100 plazas, en 2021 bajaron a 2.000, pero en 2022 fueron solo 1.600. Hubo muchas críticas, porque las fuerzas de seguridad del Estado reclaman que necesitan efectivos. Este año todavía no salió la convocatoria, pero la previsión es que se vuelva a unas 2.100 plazas, sobre todo porque en Policía Nacional sí que se incrementó la oferta”, apunta.

Los plazos de la convocatoria se vieron alterados a raíz de la pandemia. Habitualmente, los exámenes comenzaban en julio con la primera fase, pero en 2020 se retrasaron a septiembre y todavía no está claro en qué fechas serán ahora.

Esa primera fase, teórica, consta de pruebas de ortografía y gramática, conocimientos generales, idiomas y un psicotécnico, todas ellas eliminatorias. Los que pasen el corte, podrán hacer la segunda parte, que se suele llevar a cabo en Madrid, que consta de pruebas físicas, una entrevista personal y reconocimiento médico. La tercera parte es más como un curso o entrenamiento para los que hayan conseguido plaza, que ingresan en la academia en Baeza o Valdemoro.

Juan Feal apunta que en todo el proceso de la oposición, solo hay diferencias entre hombres y mujeres en las pruebas físicas, “ellas tienen tiempos más asequibles en algunos puntos”. Comenta también que se está valorando la posibilidad de reservar por ley un cupo para el sexo femenino, en torno a un 40 por ciento, pero que no cree que ese borrador salga finalmente adelante. “El porcentaje de aprobados para hombres y mujeres es proporcional a la cantidad de gente que se presenta”, explica.

Mientras que Agrupación Feal se mueve en una media de un 30 por ciento de alumnas mujeres, en Formación Alfer se ha dado la ”situación puntual” de contar con más chicas que chicos en la preparación de oposiciones. Una de sus responsables apunta que “notamos que ha bajado la demanda para Guardia Civil y creemos que es porque son concurso-oposición y la gente opta más por oposiciones libres”.

Este aumento de mujeres que se preparan para acceder al instituto armado se debe a múltiples factores, como por ejemplo un constante cambio en la mentalidad de la sociedad, evolucionando hacia una mayor igualdad en todos los ámbitos, lo que supone que se han eliminado muchas barreras y prejuicios que limitaban el acceso de las mujeres a determinadas profesiones, pero también la labor de promoción de la igualdad que ha llevado a cabo la Guardia Civil en los últimos años para fomentar la incorporación de mujeres a sus filas, así como su demanda de personal especializado, independientemente de su sexo.

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