El modelo que no todos respetan: cada día aún pasa una media de 1.100 coches por la Praza de España

El Concello confirma que los bolardos entre Peregrina y Glorieta de Compostela seguirán como mínimo todo el verano para lograr el efecto disuasorio | “Si fuera por algunas críticas, volveríamos atrás en el modelo urbano”, dice Mosquera

Vista general de la Praza de España de Pontevedra, de prioridad peatonal.

Vista general de la Praza de España de Pontevedra, de prioridad peatonal. / RAFA VAZQUEZ

Cuando están a punto de cumplirse las bodas de plata del modelo urbano de Pontevedra, el que el gobierno de Miguel Anxo Fernández Lores inició con su entrada en el consistorio en 1999, todavía hay decisiones que siguen provocando polémica en una ciudad conocida sobradamente por su carácter peatonal y reconocida por ello con premios a nivel nacional e internacional. La última controversia ha surgido a raíz de la instalación de unos bolardos disuasorios entre la calle Peregrina y la Glorieta de Compostela, más conocida como la Fuente de los Niños. Se colocaron el pasado jueves 11 de abril y desde entonces se han ido sumando críticas, entre las que destacan las de los sindicatos de la Policía Nacional CEP y SUP, así como de los Bomberos de Pontevedra. Sin embargo, desde el Concello se defiende que, como ha ocurrido en otros puntos peatonales de la ciudad, estos dispositivos permanecerán el tiempo necesario hasta conseguir que no se utilice este “atajo” para atravesar el centro urbano.

No es la primera vez que surge la necesidad de echar mano de este tipo de elementos como consecuencia de la falta de respeto a las zonas peatonales, por las que solo pueden circular los usuarios de garajes o, en determinados puntos, los vehículos de servicios. El concelleiro de Infraestruturas, César Mosquera, afirma que, según los últimos informes, por la Praza de España siguen pasando cada día del orden de unos 1.100 coches. La gran mayoría de ellos no debería circular por este lugar, pero lo utilizan para atajar por la calle Riestra en su acceso a zonas como Campolongo.

Esta maniobra también estaba teniendo lugar hasta la semana pasada en la calle Peregrina y Glorieta de Compostela, lo que motivó la polémica instalación de los bolardos. En ese tramo, tal y como indicó ayer Mosquera, diariamente podían estar pasando entre 300 y 500 coches, especialmente de reparto.

Este sistema está “funcionando muy bien”, asegura el responsable de Infraestruturas del Concello, que se basa en un informe de la Policía Local. “Es una zona peatonal y solo podían pasar por ahí los servicios de emergencia en servicio y esto se fue agravando. Se intentó resolver por vías de control y policial y no fue posible y ahora ya pasaba todo, los que podían pasar y los que no y se estaba creando un problema serio para los peatones. Por eso se adoptó la medida”, resumió.

Carácter provisional, como en Maestranza

En todo caso, y tal y como ya anunció el edil nacionalista en su momento, estos bolardos tendrán carácter provisional, “serán transitorios”.

Puso como ejemplos anteriores de esta forma de actuar la calle Maestranza, la que pasa por delante de la Facultade de Belas Artes, que en su momento contó también con bolardos y que “ahora no los tiene porque no se está detectando un exceso”. Hay que recordar que esta vía se utiliza, precisamente, durante las Festas da Peregrina, para facilitar el paso de los residentes en Echegaray, que no pueden acceder a sus garajes desde la calle Alameda, así como para los usuarios del centro de salud Virxe Peregrina. Eso sí, terminan haciendo uso de ella muchos vehículos que no debieran pero que quieren atajar para atravesar el puente de A Barca o llegar a Paseo de Colón.

Los nuevos bolardos junto a la Glorieta de Compostela.

Los nuevos bolardos junto a la Glorieta de Compostela. / RAFA VAZQUEZ

Los bolardos de Peregrina seguirán ahí al menos durante todo el verano, confirmó Mosquera. Serán unos meses necesarios “porque si se abren pronto vuelven a pasar”. “Hasta que todos se acostumbren a que por ahí no se pasa, salvo los servicios de emergencias, no se va a abrir”, recalcó.

El concelleiro recordó que las zonas peatonales tienen diferente tratamiento, incluso aunque tengan plataforma única, de modo que no es lo mismo Michelena que la Glorieta de Compostela, comparable, eso sí, a la Praza de San Xosé en su confluencia con la calle Rosalía de Castro.

Respeto a las críticas

Respecto a las críticas por la colocación de estos elementos, una cuestión que esta semana incluso llegó a la Junta Provincial de Seguridad celebrada en la Subdelegación del Gobierno, César Mosquera confesó ser “muy respetuoso con las opiniones de todo el mundo”, pero recordó que la oposición a este tipo de medidas “no es ninguna novedad”.

En todo caso, señaló que “a la Policía Nacional no le gustaría que le dijesen cómo hacer su trabajo y que no tienen que ir en coche o moto para todo. A los nuestros no les gusta que informen sobre cómo se debe organizar la movilidad en la ciudad”.

“Pasó con Benito Corbal e incluso en su momento con el centro histórico. Si fuera por eso volveríamos atrás en el modelo urbano”, dijo. “Seguiríamos con el día de la marmota, los que están en contra del modelo siempre enseñan la pata”, concluyó.

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