Una playa fluvial a mano pero con baja calidad del agua

Numerosos pontevedreses acuden al arenal del Lérez, donde se desaconseja el baño

Usuarios de la playa fluvial en la tarde de ayer.

Usuarios de la playa fluvial en la tarde de ayer. / Rafa Vázquez

La pasada Semana Santa fue el primer gran momento del año para acudir a las playas, con altas temperaturas en todos los días festivos. Apenas diez días después y tras varias jornadas de lluvias, el termómetro vuelve a dispararse en pleno mes de abril, con picos de 27 grados en la jornada de ayer en la ciudad. Al tratarse de una jornada laboral, las escapadas a la costa son más reducidas, pero muchos pontevedreses aprovechan para escapar del calor en la playa fluvial del Lérez, un espacio que este año vuelve a mostrar una baja calidad de sus aguas, según los análisis de la Consellería de Sanidade.

Tras llegar a ser excelente el pasado año, ahora cae a “insuficiente”, por lo que se desaconseja el baño. Un cartel así lo certifica, pero no por ello dejan de acudir bañistas.

En general, la comarca goza de una muy buena calificación de las 53 zonas de baño que están catalogadas por la Xunta y que se someten a constantes análisis. De todas ellas, el 87% presenta una calidad del agua excelente y tan solo tres no logran el aprobado.

Se trata de una playa fluvial, en una zona de transición marítimo fluvial como es la playa del Lérez en Monte Porreiro, que vuelve a obtener la calificación de insuficiente tras el excelente alcanzado la pasada campaña.

Las otras dos son arenales de Sanxenxo, Nanín y A Carabuxeira, esta última una playa que se vio afectada por la construcción del puerto deportivo y que se encuentra inmersa en un proceso de regeneración.

Hay otros cuatro arenales con la calificación de “buena” calidad del agua. Son los de Loira en Marín, Padrón y Raxó en Poio, y la playa fluvial de Pozo Negro en el río Almofrei en Carballedo (Cerdedo-Cotobade).

Por concellos, Sanxenxo es el que cuenta con más zonas de baño, un total de 22, todas ellas excelente salvo las citadas de Nanín y A Carabuxeira. El resto son: A Lanzada, A Lapa, A Nosa Señora da Lanzada, Agra, Areas (derecha e izquierda), Areas Gordas, Baltar, Bascuas, Canelas, Caneliñas, Espiñeiro, Foxos, Major, Montalvo, Panadeira, Paxariñas, Pragueira y Silgar. En Poio se mantienen con la calificación de excelente A Canteira, Area da Barca-Covelo, As Sinas, Cabeceira, Campelo, Chancelas, Chancelas pequena, Fontemaior, Laño, Lourido, Ouriceira y Xiorto. A las que hay que añadir las citadas de Padrón y Raxó, igualando a Sanxenxo con 22 espacios analizados.

Marín mantiene la calidad de agua excelente en Aguete, Mogor, Portocelo y Santo do Mar-A Coviña, además del calificativo de “buena” en cuanto a Loira. En Vilaboa, Vilaboa, las tres zonas de baño analizadas por la Xunta (Areeiro, Deilán y Forno da Cal) también obtienen la máxima nota. En Ponte Caldelas lo hace asimismo la playa de A Calzada en el Verdugo y en la desembocadura de este mismo río, en Ponte Sampaio (Pontevedra) la calidad del agua también es calificada de “excelente”.

En Cerdedo-Cotobade hay cinco zonas analizadas. Además de la de Pozo Negro (calificada como “buena”), reciben la nota máxima las de Carballedo, Xesteira, Viascón y Calvelo.

Para obtener estos resultados, la Consellería de Sanidade realiza muestreos cada 15 días con un mínimo de diez al año.

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