El 80% de la flota local de taxis ya es híbrida y tiene un primer vehículo totalmente eléctrico

El ahorro de los coches “limpios” puede alcanzar los 3.000 euros al año entre combustible y mantenimiento. La falta de puntos de recarga en la ciudad de Pontevedra frena el cambio de los profesionales del transporte

Manuel Cotovad recarga su taxi 100% eléctrico, el único de la flota pontevedresa.

Manuel Cotovad recarga su taxi 100% eléctrico, el único de la flota pontevedresa. / GUSTAVO SANTOS

El último año ha sido uno de los más difíciles para el sector del taxi, uno de los que más ha sufrido la subida de los precios carburantes. Tomar decisiones para intentar paliar los continuos incrementos del gasoil y la gasolina se hace necesario para los transportistas, que optan por nuevos tipos de vehículos, una de las pocas salidas a esta crisis. Tanto es así que la flota de taxis local es una de las que más coches híbridos tiene de Galicia: un 80% del total en Pontevedra. Además, desde el pasado mes de julio cuenta también con un taxi cien por cien eléctrico, de los pocos que hay en la comunidad autónoma.

En la Boa Vila hay 88 taxis, de los cuales algo menos de una veintena tienen motores tradicionales: 15 de diesel y uno de gasolina. “La gran mayoría ya son híbridos”, explica David Suárez, portavoz de los taxistas de la ciudad, que todavía cuenta con un coche diesel. “El híbrido, lógicamente, es más caro cuando lo compras. Lo que ocurre es que compensas esa diferencia con el ahorro en mantenimiento, combustible, las ayudas... Al final es mucho más cómodo, porque no tienen embrague, la mayoría son automáticos. Son muchas menos reparaciones, puntuales. El problema que suelen dar la mayoría son las baterías, pero puede ser una o dos veces”, asegura.

Hay que recordar que los coches híbridos tienen un motor eléctrico combinado con un motor de gasolina. “La tendencia es a que toda la flota sea al menos de híbridos. Hoy día comprar un taxi diesel es un riesgo, no es viable”, opina.

El ahorro anual puede moverse entre los 2.000 y los 3.000 euros por profesional, según manifiesta.

El hecho de que ocho de cada diez taxis en la ciudad sean híbridos la sitúa entre los primeros puestos en Galicia en este tipo de flota, puesto que en otras urbes como Ourense el porcentaje total es de un 40%.

“Para circular por la ciudad, la mayoría de las funciones las haces con el motor eléctrico y es más cómodo, más manejable"

David Suárez

— Portavoz de los taxistas de Pontevedra

David Suárez reconoce que el modelo de ciudad también favorece este cambio: “Para circular por la ciudad, la mayoría de las funciones las haces con el motor eléctrico y es más cómodo, más manejable. Sobre todo, significa comodidad a la hora de conducirlo, ya que no tienes que estar cambiando de marchas continuamente”.

El transportista da voz al sector en Pontevedra y expresa la preocupación de sus compañeros cuando asegura que “ha sido un año bastante duro”, pese a las ayudas del Gobierno central en el carburante.

En cuanto a las tarifas, lo único que ha cambiado ha sido la interurbana, modificada por la Xunta de Galicia, ya que es quien la gestiona. De este modo, la bajada de bandera diurna en ciudad está en 3,75 euros y la nocturna en 4,50 euros, con una compensación de casi un kilómetro y medio. “Por ejemplo, desde la Plaza de Galicia al Hospital Provincial pagarías 3,75 euros de día y 4,50 de noche, no te va a saltar la tarifa más”, indica.

El único de toda la ciudad

Manuel Cotovad, taxista desde hace menos de un año, es el propietario del único vehículo de transporte de pasajeros cien por cien eléctrico de la flota de la ciudad de Pontevedra, el número 69, un Hyundai Kona.

Explica las ventajas de este tipo de coches, que resume, básicamente en “consumo y mantenimiento”.

Recargar el vehículo por completo fuera de casa le cuesta entre 20 y 30 euros, una carga que le da para entre 575 y 600 kilómetros de rodaje “por ciudad”. “Si lo metes con una conducción mixta, urbana e interurbana, unos 400 y pico”, apostilla.

Antes tenía un coche diesel con Adblue, un producto que consigue que este tipo de motores contaminen menos. Sin embargo, reconoce que todavía es pronto para poder calcular el ahorro que le supone en este sentido, “ya que llevo con él poco tiempo, desde julio”. “Aún no tengo una referencia para ello, puesto que yo lo tengo que recargar fuera de casa”, añade.

En cuanto al mantenimiento, recuerda que los eléctricos también lo tienen, como el líquido de frenos, “pero comparado con los de combustión son más económicos”.

El “handicap” de la recarga

Este profesional echa en falta más puntos de recarga en la ciudad. De hecho, llegó a hablar con el Concello de Pontevedra para que pusiese alguno en alguna parada de taxis o en algún otro emplazamiento de la ciudad, pero no tuvo éxito en este sentido.

Por ello él utiliza con frecuencia el del parking del Híper Froiz, en la calle Cobián Roffignac. Con carga rápida para un 80% necesita una media hora. Para el 100% con carga normal se precisan unas seis horas.

“Al poco de comprarlo tuve que hacer unos viajes a Coruña y los hice sin problema y por autopista, y no despacio, precisamente”

Manuel Cotovad

— Propietario del único taxi eléctrico de Pontevedra

Entre los motivos que todavía no animan a los taxistas a optar por coches como el de Manuel Cotovad está el miedo a no poder asumir viajes largos por no contar con la carga necesaria. “Yo intento empezar el día con el depósito lleno. Hay unas recomendaciones de carga para todos los coches eléctricos. Yo el fin de semana, por ejemplo, procuro empezarlo al 100%, que me da para 600 kilómetros. El sábado por la noche me da para trabajar tranquilamente”, resume.

En el caso de este taxista pontevedrés, le pudieron las ganas de utilizar un coche más respetuoso con el entorno, “mas ecológico”. “Quería algo que tuviese una autonomía suficiente. Cuando salió este con 600 y algo kilómetros, hablé con el concesionario y conseguimos llegar a un acuerdo ventajoso para ambas partes, ya que es el primer coche eléctrico que han vendido para taxi en Pontevedra. Se portaron muy bien”, confiesa.

Su balance por el momento es muy positivo. “Al poco de comprarlo tuve que hacer unos viajes a Coruña y los hice sin problema y por autopista, y no despacio, precisamente”, celebra.

Ahora quizá su experiencia ayude a que la flota “verde” de los taxis de la ciudad continúe creciendo, con el consiguiente beneficio al medio ambiente.

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