El enclave de la ría, patrimonio de toda la ciudadanía

“Tambo agora é nosa”

La isla pasa a manos del Concello de Poio tras la firma oficial de la cesión por parte del Ministerio de Defensa para ser destinada a usos sociales, ambientales, turísticos y culturales

Autoridades, representantes de asociaciones y profesionales que asistieron ayer a la firma del acuerdo de cesión, ante el monasterio de Poio.  / FDV

Autoridades, representantes de asociaciones y profesionales que asistieron ayer a la firma del acuerdo de cesión, ante el monasterio de Poio. / FDV / Susana Regueira

Una jornada histórica. Un día emocionante para celebrar que la isla de Tambo, inaccesible para varias generaciones, tendrá un uso social, turístico y cultural, una vez formalizada la cesión por parte del Ministerio de Defensa al Concello de Poio. La firma se oficializó ayer bajo una carpa en el atrio del monasterio de Poio, un espacio emblemático en el que se dieron cita autoridades, representantes de asociaciones y profesionales. “Tambo é nosa”, repitieron. Y horas después tuvieron oportunidad de recorrerla, muchos por primera vez.

Ha estado “en buenas manos” que la han preservado de la destrucción que ha sufrido gran parte de la costa de las Rías Baixas, como recordó el alcalde de Poio, Luciano Sobral, al dar la bienvenida a los numerosos invitados que ayer asistieron a la firma del acuerdo de cesión de la Illa de Tambo, encabezados por el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, el subdelegado de Defensa, Miguel Cortés, y el regidor del concello anfitrión. Éste no ocultó su emoción al vivir un “momento histórico” en el que esta joya del paisaje de la ría de Pontevedra es “recuperada para los vecinos” tras décadas en las que ha sido inaccesible aún a la vista de todos.

“Tambo agora é nosa”

José Miñones / Susana Regueira

“Se hace realidad una demanda histórica de la ciudadanía”

José Miñones

— Delegado del gobierno

El subdelegado de Defensa y el alcalde de Poio firmaron el acuerdo, un acto que tuvo lugar bajo una carpa en el atrio del monasterio de Poio (a su vez, estrechamente ligado a la historia de la Illa de Tambo) y que siguió una larga lista de autoridades, caso de la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y la subdelegada del Gobierno, Maica Larriba, así como el comandante-director de la Escuela Naval, Pedro Cardona. Con ellas, representantes de asociaciones culturales, ambientales y vecinales, así como profesionales, caso del arquitecto César Portela.

Al saludarlos, el concejal de Ubanismo y Promoción Económica de Poio, Gregorio Agís, les recordó que Tambo es “el faro de la ría de Pontevedra”, con “una historia única y singular y potencialidades infinitas para consolidarse como punto de referencia turístico, ambiental y cultural”.

“Tambo agora é nosa” |   // FDV

Vista de Tambo, con la playa Area de Illa. / Susana Regueira

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Los representantes de la Escuela Naval recibieron ayer las felicitaciones de distintas autoridades y asociaciones culturales por “una custodia que mantuvo alejada a Tambo de procesos especulativos”, recordó el concejal Gregorio Agís.

El Ministerio de Defensa gestiona la isla desde hace 70 años, si bien hace dos décadas que Tambo dejó de tener un uso militar. La familia del político Montero Ríos vendió la propiedad en 1940 a la Marina de Guerra para uso de la Escuela Naval Militar.

Ésta entregó los edificios de la isla “en perfecto estado”, explicó Claudio Quintillán, de la Irmandade Illa de Tambo, que lamentó que “los botellones que se celebraron aquí a partir de 2022 supusieron un gran deterioro para edificios como el que era la sede del destacamento”. La visita de ayer fue una oportunidad para conocer el estado actual del espacio y también su larga historia, de casi 8.000 años.

Repasó distintos momentos y personajes ligados a la isla, como Francis Drake o Martín Sarmiento, antes de felicitarse porque tras una historia milenaria “Tambo agora é noso”.

Por su parte, el subdelegado de Defensa incidió en que “desde 2002 en que se declaró la no necesidad para Defensa de la isla, ha seguido en custodia de la Escuela Naval”. Para el centro castrense este espacio es “un elemento intrínseco” y todos los oficiales de la Armada que pasaron por él “tienen recuerdos” de Tambo.

Del mismo modo, añadió, “entiendo que toda la población de Poio y alrededores tiene ese mismo sentimiento sobre la isla. La veían ahí, la sentían como suya, inaccesible... Y hoy por fin se cede al Concello de Poio. No es que Defensa se la quite de enmedio sino que se abre al resto de los ciudadanos”, destacó Miguel Cortés. Éste agradeció especialmente el esfuerzo de Gregorio Agís por llevar a buen puerto la cesión.

“Tambo agora é nosa”

Miguel Cortés / Susana Regueira

“La sentían como suya, inaccesible... Y hoy se abre a todos”

Miguel Cortés

— Subdelegado de Defensa

El subdelegado de Defensa calificó de “impresionante” el proyecto del Concello de Poio para la isla. “Está hecho con una ilusión tremenda”, señaló, “y ahora empieza el trabajo de verdad”, un empeño en el que deseó “suerte” a todos los implicados.

La presidenta de la Diputación, a la que el gobierno local de Poio agradeció su impulso para que pudiese materializarse la firma de ayer, fue una de las que se declaró emocionada. “Hoy es un día feliz, para tener una enorme sonrisa en el rostro”, una oportunidad de “celebración en estos días tan duros para la humanidad”, señaló.

“Dicen que las islas son besos en medio del océano”, explicó Carmela Silva en la jornada en la que Tambo “se convierte en un patrimonio de la ciudadanía”. Ya no será más esa parte del paisaje que admiramos de lejos sino que “vamos a poder disfrutarla, caminarla y cuidarla... Tambo é noso, qué gran día”.

“Tambo agora é nosa”

Carmela Silva / Susana Regueira

“Vamos a conseguir que pasen cosas hermosas en esa isla”

Carmela Silva

— Presidenta de la Diputación

La presidenta provincial expresó su orgullo por la capacidad de diferentes administraciones para ponerse de acuerdo, antes de recordar que “el diálogo también habla de una sociedad democrática”, en este caso para materializar un deseo, “que fuese nuestra” este espacio singular de la ría de Pontevedra que es un orgullo “por su historia, paisaje y naturaleza.

Emplazó a todas las administraciones a continuar esta línea de colaboración, trabajando “de la mano para conseguir que pasen muchas cosas en esa isla. Cosas hermosas vinculadas al respeto al medio ambiente, al patrimonio, a la historia”.

Y es que con la firma de ayer el Concello se compromete a garantizar la protección y conservación de los bienes culturales, arqueológicos y ambientales de la isla. Para ello realizará un plan de usos y a mayores tendrá que posibilitar las actividades de ocio y turísticas, de visita e investigación.

“Tambo agora é nosa”

Colocación de carteles que anuncian la cesión. / S. R.

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El próximo mes de mayo arrancarán las visitas guiadas a la isla de Tambo. Se sumarán a las promovidas por la Irmandade Illa de Tambo, que en los últimos años ha facilitado que unas 7.000 personas conozcan este enclave de la ría de Pontevedra.

Dos de sus integrantes, Antón Costa y Claudio Quintillán, ejercieron ayer de guías en la primera de las visitas que se celebró a la isla tras la firma oficial del acuerdo de cesión por parte del Ministerio de Defensa.

El acuerdo garantiza expresamente que los nuevos usos turísticos de Tambo han de ser siempre “de carácter social, cultural o ambiental”, impidiendo “cualquier posibilidad de especulación urbanística”.

El Concello asume la vigilancia y seguridad de la isla, con una superficie de 28 hectáreas y elementos patrimoniales destacados como un recinto castrexo del Neolítico, la capilla de San Miguel, del siglo XVII o XVIII, o una “comboa”, un ingenio usado para la pesca que podría tener un origen prehistórico.

El gobierno local ya ha anunciado su intención de convertir a la isla en un Espacio Natural de Interés Local (ENIL). Defensa otorga una concesión inicial por un periodo de 25 años (el Concello de Poio abonará por ello un canon de 25.000 euros anuales) que podría prorrogarse hasta los 75. Con todo, el equipo que encabeza Luciano Sobral confía en que alrededor de 2028 el traspaso entre administraciones sea definitivo.

“Tambo agora é nosa”

Luciano Sobral / Susana Regueira

“Fue un trabajo duro, de tener ideas claras... Queda continuar”

Luciano Sobral

— Alcalde de Poio

El regidor coincidió con la presidenta provincial en la importancia de la colaboración entre instituciones. “Ahora empieza un tiempo nuevo y no podemos hacerlo solos... La isla lo merece”, señaló sin disimular su orgullo en una jornada en la que “uno se puede sentir más contento de nacer, vivir y ser alcalde de Poio: Mil primaveras más para Tambo”.

También el delegado del gobierno hizo hincapié en esta apuesta por la colaboración entre administraciones que permitirá cumplir una reivindicación histórica de los vecinos. Con la cesión, recordó, se posibilita “70 años después, hacer realidad una antigua demanda de la ciudadanía, devolviéndole un espacio emblemático para uso social y turístico”.

Esta transferencia (“un hito histórico”, precisó José Miñones) es fruto “de la apuesta decidida del Gobierno por el diálogo y la cooperación estrecha entre administraciones”, afirmó antes de incidir en que la cesión de la titularidad “abre una nueva etapa de oportunidades en la que Poio va a a incrementar aún más su ya enorme potencial turístico, al disponer de un nuevo espacio de gran valor ambiental, patrimonial e histórico para uso y disfrute de vecinos y visitantes”.

También expresó su convicción de que la cesión servirá para que el municipio “avance hacia un modelo de turismo sostenible y de calidad, el modelo que persiguen las políticas del Gobierno de España en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Plan de Recuperación”.

Miñones, vinculado al municipio de Poio desde hace 50 años, explicó que “siempre miraba Tambo con ese áura de suspense e intriga” e hizo referencia a “las historias que se contaban sobre la isla, que era tabú y decían que estaba minada”.

A pesar de su larga historia y valor ambiental “es una de las islas menos conocidas” de las Rías Baixas, lamentó el delegado del Gobierno, de modo que la transferencia “servirá para ponerla en valor y favorecer la dinamización económica y turística de Pontevedra y de toda Galicia”.

También recordó que el Gobierno comprometió el pasado año 62 millones de euros para financiar planes de Sostenibilidad Turística e impulsar proyectos de recuperación del patrimonio para uso turístico.

José Miñones fue uno de los invitados que tras la firma participó en la visita a Tambo. Para la gran mayoría de los participantes, suponía la primera vez que pisaban una isla que, no obstante, ha sido telón de fondo de su paisaje desde la infancia.

Dos playas, acantilados, una costa recortada, los restos del lazareto o el edificio del antiguo polvorín fueron algunos de los espacios que pudieron visitar en una jornada en la que la lluvia no desanimó a los asistentes a recorrer distintas sendas de la isla.

Al desembarcar, el alcalde y Gregorio Agís tomaron posesión simbólicamente del nuevo espacio público, colocando carteles con el nombre de la isla tanto en el embarcadero como en la playa Area da Illa, en sustitución de las antiguas advertencias de prohibido el paso a las personas ajenas a la Escuela Naval.

“Ha sido un trabajo de todos”, resumió el alcalde al despedir a los asistentes a la firma, “fue un trabajo duro, de tener ideas claras por todas las partes sobre a dónde queríamos llegar. Ahora queda continuar”. Hoy Tambo es de todos.

Colocación de carteles que anuncian la cesión. | S. R.

Colocación de carteles que anuncian la cesión. | S. R. / S. R.

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En 1866 se construyó en Tambo el lazareto, que ocupaba distintos edificios, entre ellos el más destacado de 98 metros de largo y 12 de ancho. Disponía de servicios de cocina y lavandería y, de hecho, la isla contaba con un lavadero para 18 mujeres.

Vista de Tambo, con la playa Area de Illa. | S. R.

Vista de Tambo, con la playa Area de Illa. | S. R. / S. R.

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La isla era vigilada por un destacamento de casi una decena de soldados. Ocupaban un edificio que era la sede del destacamento militar, un espacio de 240 cuadrados desde el que organizaban las guardias permanentes. 

“Tambo agora é nosa” | S. R.

“Tambo agora é nosa” | S. R. / S. R.

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La Escuela Naval habilitó en Tambo el polvorín que no podía tener en su sede de Marín. Es uno de los edificios más modernos, con otras instalaciones como una pequeña taberna o un merendero del que hicieron uso los militares que custodiaban la isla.

Autoridades, representantes de asociaciones y profesionales que asistieron         ayer a la firma del acuerdo de cesión, ante el monasterio de Poio. | SUSANA REGUEIRA

S. R. / Susana Regueira

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Una gran piedra con trazos que indican que podría haber sido utilizada como espacio de culto y bajo el que se sitúan pasadizos es uno de los monumentos naturales de la isla, donde ha sido localizado recientemente un petroglifo.

“Tambo agora é nosa” | S. R.

S. R. / Susana Regueira

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Tambo conserva una “comboa”, llamadas en el sur de la Península “corrales de peces”. Es un método de pesca muy primitivo: un pequeño golfo cerrado por un muro de baja altura que queda al descubierto en la bajamar, atrapando a los peces en el interior.

“Tambo agora é nosa” | S. R.

S. R. / Susana Regueira

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Será uno de los objetivos del plan de usos, ya que las 28 hectáreas de la isla están cubiertas de eucaliptos, acacias y pinos, plantados en distintos momentos históricos. También cuenta con algunos frutales y plantas ornamentales que se naturalizaron. 

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