El Puerto recibe a sus primeros cruceristas en siete años: “Nos encanta lo verde que es esto”

El crucero ”Amera”, con 770 pasajeros, pasó doce horas atracado en uno de los muelles de Marín, desde donde los turistas partieron en autobuses al centro y a otros sitios de Galicia

El crucero atracado en el Puerto de Marín en la mañana del ayer.

El crucero atracado en el Puerto de Marín en la mañana del ayer. / Gustavo Santos

Gala Dacosta

Gala Dacosta

Después de siete largos años sin recibir un crucero, el Puerto de Marín amaneció ayer con la presencia de un buque alemán que traía a bordo cerca de 800 turistas. A pesar de las duras condiciones climáticas, los pasajeros germanos no dudaron en desembarcar para visitar Marín, en la que era la segunda parada en la costa gallega del crucero “Amera”, después de haber atracado en el puerto de Ferrol. A media tarde partió hacia Lisboa.

“Nos encanta lo verde que es esto”, dice entusiasmada Silke, una alemana de Hamburgo. Ya había visitado dos museos en lo que iba de mañana y se cruzó en varias ocasiones con sus compañeros de pasaje, comentando lo mucho que les ha gustado Marín.

El Puerto recibe a sus primeros cruceristas en siete años: “Nos encanta lo verde que es esto” | G. SANTOS

Silke es una turista alemana de Hamburgo / G.S.

“Hace unas horas había tanto tráfico que me costó orientarme, pero empecé a meterme por unas callejuelas y vi que había una plaza del mercado, que era un punto de interés. Hay más de los que creía. Es interesante ver a la gente de aquí haciendo sus compras, en lugar de ir a los típicos sitios donde vamos los turistas”, explica esta aventurera que ya ha recorrido la villa antes que el resto de la tripulación. Silke muestra unas pulseras que compró como recuerdo y dice que le gusta llevarse souvenirs fuera de lo típico. “Estuve en el Museo Municipal Manuel Torres y en el Museo do Mar”. Le gustó que los museos fuesen de entrada libre, algo a lo que en Alemania, según cuenta, no están acostumbrados.

Nadja pasea por la Alameda de Marín junto con su madre, Marion. Destacan entre los atareados marinenses que sortean la lluvia mientras hacen los recados del sábado; ellas caminan sin rumbo fijo, pero con una sonrisa de agrado en la cara. Ellas, por ejemplo, decidieron quedarse para darle una oportunidad “a un sitio más pequeño de los que estamos habituadas” antes de llegar a Lisboa, su próximo puerto de destino.

No fueron las más madrugadoras, confiesan, pero el crucero germano “Amera” atracó a las 7.30 horas en Marín como parte de su recorrido por varios puertos marítimos de Europa. Después de recorrer por entero el casco antiguo y hacer una parada para tomarse un café, Nadja y Marion volverán a la lanzadera de la plaza de España para cobijarse en su camarote cuanto antes.

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Nadja y Marion pasean por Marín / G. Santos

El buque, consignado por Davimar, cuenta con 204 metros de eslora y un calado de siete metros. Llegó hasta el Muelle Comercial Oeste con 770 pasajeros a bordo, algunos de los cuales optaron por las excursiones turísticas que tenían programadas a Santiago de Compostela, Baiona o la zona de O Salnés, si bien la mayoría se decidieron por la capital gallega. Además, la Autoridad Portuaria desplegó todos los servicios y facilidades, incluyendo un autobús lanzadera para conectar el barco con la plaza de España.

Por este motivo, y ante el mal tiempo de ayer que poco invitaba a excursiones, muchos pasajeros optaron por pasearse por Marín y conocer su casco histórico y puntos clave, tales como el mercado. El Puerto marinense, que tiene en proyecto ahora mismo la ampliación de uno de sus muelles comerciales, quiere entrar en la ruta de pasajes de cruceros después de años sin ver a ningún barco de estas características. El anterior (y primero) fue el “Bremen”, en octubre de 2017, con apenas 140 turistas. El “Amera”, antes de recalar en Galicia, procedía de Francia y en las semanas anteriores recorrió la costa americana. Desde Canadá cruzó el Atlántico hasta Europa y en la tarde de ayer partió hacia la capital portuguesa.

En proyecto de ampliación de uno de los muelles comerciales

El tráfico de cruceros es una de las viejas aspiraciones del Puerto de Marín y del sector turístico de la comarca. Sin embargo, hasta ahora, solo en 2017 atracó el “Bremen,” de la naviera Hapag Lloyd, con un total de 144 pasajeros y 99 miembros de la tripulación. Hace varios años, la Autoridad Portuaria de Marín anunció que llevaría a cabo un ambicioso proyecto de construcción de la prolongación del muelle comercial. En su redacción, incluía la acogida de cruceros “de lujo poco masificados”. Durante estos años se han estado realizando obras entre las cuales destaca la mejora del calado en el muelle Adolfo Reboredo, que ha supuesto una inversión de 5,3 millones de euros.

Esta obra ha sido crucial para aumentar la capacidad de recepción de barcos de mayor tamaño y peso. La parte más destacada de este proyecto es la extensión del nuevo muelle comercial, con una asignación inicial de 8,5 millones de euros pero que probablemente llegue al doble. Este futuro muelle, cuya tramitación se prolonga en exceso por cuestiones medio ambientales, no solo tiene como objetivo acoger cruceros, sino que también busca ser una infraestructura polivalente. Actualmente, el muelle tiene una longitud de 180 metros y un calado de nueve, dimensiones adecuadas para el tráfico mercante y esporádico de cruceros. Su diseño contempla una futura extensión mediante la construcción de un muelle sobre pilotes, que añadirá 150 metros de longitud y aumentará el calado a once metros.

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