La Policía descarta un accidente y afirma que el cuerpo de Nerea Añel “fue depositado en el río”

“Las versiones que nos dio el investigado fueron múltiples y ninguna coherente”, asegura el inspector | Antecedentes violentos: una expareja declara que sufrió agresiones del acusado hace 17 años

Policías cerca del lugar donde apareció el cuerpo de Nerea Añel, en septiembre de 2020.

Policías cerca del lugar donde apareció el cuerpo de Nerea Añel, en septiembre de 2020. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

La declaración principal de este miércoles en el juicio con jurado por la muerte violenta de la joven ourensana Nerea Añel fue la del inspector de Policía que lideró la investigación tras la desaparición de la víctima, que tuvo lugar el 15 de enero de 2020 –la fecha de su muerte violenta–, y fue denunciada por la madre el 5 de febrero, cuando la falta prolongada de noticias por parte de la familia y de sus conocidos anticipaba el fatal desenlace.

“La gente que tiene la desgracia de sufrir una adicción a las drogas no puede estar lejos del punto de suministro. Fue uno de los motivos para considerar que la desaparición no fue voluntaria, sino forzada”.

El agente que organizó las pesquisas está al frente de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM), el grupo de la Policía Judicial que se encarga en la comisaría de Ourense de los casos de violencia machista, así como del esclarecimiento de las desapariciones.

Cuando Julio G. S. comentó en el entorno de Covadonga –la pareja acudía a comprar y a consumir a diario–, así como también a la propia madre de la víctima, que Nerea se encontraba en prisión, tras haber sido supuestamente detenida por la Guardia Civil por el hurto de una cartera a un taxista –un hecho previo por el que la pareja salió a la carrera de un motel de Barbadás la tarde de los hechos–, la Policía comprobó con el centro penitenciario que “desgraciadamente” Nerea no estaba presa.

La tarde posterior a que la madre presentara la denuncia y recibiera, cuando estaba en comisaría, una llamada en la que Julio le pedía que estuviera tranquilale juró que su hija no estaba desaparecida, sino en prisión–, la Policía acudió a Covadonga y se entrevistó con el sospechoso.

“Me dijo: ‘Vi claramente cómo la metían el furgón y se la llevaban’”

El joven dio a la Policía la versión de que habían huido del motel por el hurto previo a un taxista. La versión del encausado es que se marcharon hacia la carretera OU-540 y, pasados unos 150 metros, Nerea decidió dar la vuelta y asumir ella sola la responsabilidad por el hurto.

Julio dijo en su interrogatorio que se despidieron con un beso y se emplazaron para el día siguiente. Su versión es que se escondió en la cuneta y vio pasar un vehículo de la Guardia Civil en dirección al motel, y cómo regresaba a los pocos minutos hacia Ourense. Su convicción es que su novia había sido detenida, alegó el encausado.

“Me dijo: ‘Vi claramente cómo la metían el furgón y se la llevaban’”, indicó el inspector ante el jurado. “Corre tú, que me lo como yo”, fueron las palabras puestas en boca de Nerea que Julio transmitió al policía.

El acusado de homicidio, Julio G. S. |   // BRAIS LORENZO

El acusado de homicidio, Julio G. S., en el juicio. / BRAIS LORENZO

Ninguna dotación de la Guardia Civil acudió al motel tras la huida de la pareja, en contra de lo que él dijo

Además de comprobar que la joven no se encontraba en el centro penitenciario, la Policía se puso en contacto con la Guardia Civil para averiguar si el instituto armado había realizado alguna actuación en el entorno del motel la tarde de los hechos, como alega el encausado. “Ninguna dotación” de la Guardia Civil –confirmó el inspector– se detuvo ese día y esa hora en el motel, pese a que el encausado dijo que él vio “claramente” el arresto de Nerea.

La “única” intervención de la Guardia Civil en la zona fue la tarde del día siguiente, en la segunda ocasión tras la desaparición en la que Julio volvió solo para reclamar el dinero de la habitación que la pareja había usado poco tiempo.

“Nerea no tenía ningún antecedente por hurto. No era una habitual de los delitos al descuido, todo lo contrario que Julio, muy conocido en el ámbito policial”

“Es de sobra conocido que no es habitual que te ingresen en prisión por un delito leve de hurto. No te llevan detenido siempre que tengas un domicilio conocido”, explicó el inspector. Además, el taxista que sufrió la sustracción señaló a Julio, no a Nerea, como la persona que accedió a su automóvil en un descuido. “Nerea no tenía ningún antecedente por hurto. No era una habitual de los delitos al descuido, todo lo contrario que Julio, muy conocido en el ámbito policial”, indicó el agente.

En junio de 2021, en la fase de instrucción judicial de esta causa, se llevó a cabo una reconstrucción en la zona. Siguiendo la versión que Julio aportó sobre la ruta de huida de la pareja –a través de la carretera, según el encausado, por un camino de tierra desde el que se llega al lugar en el que apareció el cadáver, según tres testigos–, la comitiva policial y judicial comprobó que, desde el punto en el que el varón afirmó que vio “claramente” de cuclillas cómo detenían a Nerea, en realidad “no había visión directa”. El inspector reiteró que, según los datos de la Guardia Civil, ninguna patrulla acudió allí a esa hora.

A la Policía también le pareció sospechoso que Julio regresase solo a la una de la madrugada, unas horas después de los hechos, para exigir entrar en la habitación. En el motel ya estaban apercibidos y no se lo permitieron. El acusado dijo que, tras separarse de Nerea, atravesó la OU-540, fue hacia la zona del Piñeiral y después se marchó a pie a Covadonga.

Hay 7,7 kilómetros entre el motel y el barrio. Andando lleva 1 hora y 45 minutos, aproximadamente. Los investigadores subrayan que la trabajadora que estaba en la entrada cuando Julio regresó a la una de la noche no escuchó llegar ningún vehículo.

Él aseguró haber regresado en taxi, pero la Policía sostiene que lo hizo a pie, por ese testimonio de la empleada y porque “no consta” ningún servicio de taxi al motel, según las gestiones que la autoridad hizo con el servicio de radio. Si volvía de Covadonga, y no del lugar donde murió Nerea, habría necesitado al menos 3 horas y media para ir y volver.

El jefe de la UFAM afirmó este miércoles en el juicio que “todas las versiones que nos dio el investigado fueron múltiples, y ninguna de ellas coherente”. Según el investigador principal, una de esas versiones contradictorias es que Julio dijo que habían estado en el motel el 13 de enero, dos días antes. Otra manifestación sospechosa se la contó supuestamente a un conocido de Nerea que le reprochó que hubiera asegurado que ella estaba en prisión, cuando se veía que no era cierto.

“Julio le contestó con evasivas, diciendo que ella se había quedado en la habitación del motel y él se había marchado”, indicó el agente en su declaración. Una amiga del encausado, reclusa en la actualidad, declaró este miércoles que había escuchado que, cuando ella salía del centro penitenciario, “una mujer quedaba para entrar”, pero la testigo asegura que “nunca” le dijo a Julio que se tratase de Nerea.

En la búsqueda de Nerea participaron drones y perros especializados, pero no hubo éxito.

En la búsqueda de Nerea participaron drones y perros especializados, pero no hubo éxito. / IÑAKI OSORIO

Bajo un tronco en el agua, en una época con alto caudal y con corriente

“De manera clara e indudable”, dos trabajadoras del motel y un taxista manifestaron que la pareja se marchó por el camino, no por la carretera. Determinar si Julio atacó a Nerea –es lo que sostiene la acusación particular–, no le salvó la vida tras sufrir una caída y movió su cuerpo –cree la Fiscalía–, o no estuvo con ella en el lugar, son las opciones que tendrá que evaluar el jurado para dictar el veredicto. La Policía descarta un accidente, que es la tesis de la defensa.

Un perro de una pareja que daba un paseo localizó los restos

El cuerpo de Nerea Añel fue localizado el domingo 13 de septiembre de 2020, ocho meses después de los hechos. La Policía había recurrido a perros especializados y drones, y había peinado la zona. El día del hallazgo el nivel del río era más bajo. Una pareja que daba un paseo con una perra vio olfatear al animal, que dio con los restos óseos. En un bolsillo de una prenda de Nerea había una tarjeta de crédito de Julio.

El lugar en el que estaban los huesos –bajo un tronco– se encontraba “cubierto” por el agua el 15 de enero de 2020, porque el tiempo era lluvioso y el caudal, alto. A ese punto se llega desde el camino tras bajar unas escaleras y avanzar por la orilla. “No es factible ir caminando por otro punto y llegar al cauce, menos sin luz”, expuso el inspector. A ese lugar no se llega con “comodidad” para otro destino que no sea el río, añadió.

La comitiva policial y judicial, junto a la carretera por la que dijo el acusado que se fueron, y ante la entrada del camino por el que se adentró la pareja al huir del motel, según tres testigos.

La comitiva policial y judicial, junto a la carretera por la que dijo el acusado que se fueron, y ante la entrada del camino por el que se adentró la pareja al huir del motel, según tres testigos. / FDV

"Es imposible caerse en el camino y llegar hasta el río"

En opinión del investigador principal, el cuerpo de Nerea “tuvo que haber sido depositado en el cauce, es imposible caerse en el camino y llegar hasta el río”, afirmó. “A nuestro entender no es factible que Nerea bajase por su iniciativa, porque ese día la zona de aluvión estaba cubierta y la corriente era fuerte, fue un invierno especialmente lluvioso. No tenía ninguna motivo razonable para bajar allí”, expresó el jefe de la UFAM.

Julio G. S. se encuentra en prisión por otras causas. Su historial es amplio, sobre todo por hurtos ligados a su intensa adicción a las drogas. Según indicó el inspector, también tiene antecedentes por violencia de género y hacia sus progenitores.

Protesta de la acusación particular

Este miércoles testificó una expareja. La mujer asegura que, hace 17 años, fue víctima de Julio y llegó a existir una orden de alejamiento. El magistrado presidente interrumpió la declaración y no dejó que la acusación particular preguntase, porque el juez subraya que ese caso no tiene relación con estos hechos y no quiere que el testimonio condicione al jurado. La acusación particular protesta.