Unos 1.300 ourensanos al año se someten a intervenciones oncológicas complejas

Los anestesistas, cuyo día internacional se conmemora hoy, participan en más del 80% de los partos y asisten en Reanimación a más de 600 pacientes críticos

Anestesistas en el área de Reanimación, donde están los pacientes tras una intervención.   | // FDV

Anestesistas en el área de Reanimación, donde están los pacientes tras una intervención. | // FDV / Redacción

R. O.

El 16 de octubre es el Día Internacional de la Anestesiología, una profesión sanitaria que desempeña un papel esencial en la atención quirúrgica de entre 1.200 y 1.300 pacientes oncológicos cada año que se someten a intervenciones complejas. En muchas ocasiones, estos profesionales actuán después de un tratamiento contra el cáncer previo a la cirugía o la vía urgente, en ambos ámbitos con un elevado nivel de complejidad anestésica.

En el marco del día internacional de esta especialidad, impulsora de la cirugía moderna, el área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras destaca la importancia asistencial de estos facultativos, “integrantes esenciales y de los más desconocidos en los equipos multidisciplinares que atienden a los pacientes con cáncer antes de la intervención, durante y después”, subraya el Sergas.

Las autoridades sanitarias advierten de que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerán algún tipo de tumor a lo largo de su vida. Gran parte requieren una solución en quirófano, en ocasiones después de un tratamiento oncológico previo a la cirugía, que también puede darse por la vía de urgencia. En estos procesos, los profesionales del Servicio de Anestesia y Reanimación son los encargados de detectar posibles efectos secundarios, derivados tanto de la propia enfermedad como de sus tratamientos, como la radioterapia o la quimioterapia, que pueden producir toxicidades o añadir complicaciones anestésicas. Tras evaluar las circunstancias, los anestesistas deben adaptar la técnica y los medios de la especialidad a cada paciente.

El Sergas destaca que el papel de estos profesionales comprende tres etapas básicas: antes de la intervención, en la consulta preanestésica; durante la operación y en el postoperatorio, donde el paciente queda directamente al cuidado de los anestesistas, en la unidad de Reanimación o en las de Recuperación Postanestésica (URPA).

La evaluación previa a la cirugía resulta clave para determinar los efectos causados por el temor y, según el caso, también el tratamiento. En la preparación para el quirófano, estos facultativos pueden aconsejar la mejoría de algunos aspectos de salud del paciente. Durante la cirugía, dependiendo del tipo de intervención y el estado físico del paciente, los especialistas establecen las técnicas y medios anestésicos más adecuados. En el postoperatorio hay pacientes que necesitarán ingreso en Reanimación, para una vigilancia intensiva de posibles efectos adversos, donde también se les suministrará analgesia adaptada a cada caso, así como profilaxis contra infecciones, trombos o náuseas, más prevención de las úlceras por presión.

Estos especialistas participan en más de 15.000 intervenciones quirúrgicas anuales, entre 1.200 y1.300 de alta complejidad. También asisten, por vía epidural o intradural, en más del 80% de los partos, además de ingresar y atender a más de 600 pacientes críticos en Reanimación. También hacen 12.000 consultas al año, posibilitan pruebas y procedimientos indoloros en otros servicios, y cuentan con una unidad propia contra el dolor, pionera en España.