Avisos de vecinos destaparon el abandono de una explotación: murieron 5 ovejas y cabras

La Guardia Civil encontró cadáveres en descomposición y los animales vivos tenían una “delgadez extrema” | El acusado alega que iba cada dos días y dejaba comida y agua

El acusado, durante su interrogatorio, ayer, en el juicio.

El acusado, durante su interrogatorio, ayer, en el juicio. / INAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Un año y medio de prisión, cuatro años y medio de inhabilitación para tener animales o ejercer cualquier profesión relacionada con ellos, más una multa de 900 euros. Es la petición de condena de la Fiscalía para un joven de 28 años acusado de un delito continuado de maltrato animal y un segundo delito de abandono de animales. Tras recibir varias llamadas de los vecinos, el Seprona de la Guardia Civil encontró ovejas y cabras muertas en una finca de Os Blancos, de la que el encausado era el encargado del mantenimiento.

El ganadero alega que no dejó abandonados, mal cuidados o sin sustento a los animales, sino que acudía cada dos días, y se aseguraba de que tuvieran comida y agua. Los agentes encontraron cadáveres en avanzado estado de descomposición –un proceso de deterioro que no se produce de una jornada para otra, como argumenta la fiscal–, y apreciaron una “delgadez extrema” de los ejemplares de la explotación que seguían vivos.

"De manera completamente injustificada"

En su escrito de acusación, la Fiscalía señala que, entre mayo y septiembre de 2021, el encausado, “de manera completamente injustificada”, presuntamente dejó de prestar comida y agua a los animales, “ocasionando la muerte de dos ovejas y tres cabras, como consecuencia de la desnutrición”. Los animales restantes se encontraban en “extrema delgadez y con abundantes parásitos”. La Guardia Civil se presentó en el lugar dos veces en julio y otra en septiembre de 2021. En ambas ocasiones encontraron cadáveres de animales.

Sobre unas ovejas muertas y en estado de descomposición en la finca, el encausado alegó este miércoles en el juicio que dos días antes “estaban bien”. Interrogado por la fiscal, afirmó que, pese a que residía en O Carballiño, a más de una hora de la explotación, acudía a la explotación “un día sí y otro no”, para dejar comida. También había un bidón con agua, dijo.

“Estaban en unas condiciones pésimas, abandonadas”

“Estaban en unas condiciones pésimas, abandonadas”, declaró uno de los guardias que intervinieron. Citando entrevistas que mantuvieron con el padre del encausado y con los vecinos, el ganadero solo acudía una vez por semana, y no con la frecuencia que él asegura. En una cuadra de la parcela había unos animales que quedaron “totalmente encerrados”, presuntamente sin sustento e incapaces de salir para intentar procurarse algo. No había vegetación disponible en la finca, en pleno verano. Solo en una ocasión vieron manzanas tiradas en el suelo como posible alimento, manifestó uno de los agentes ayer.

La opinión de un veterinario

Un veterinario que fue a la finca tras el aviso de los agentes declaró en el juicio que, desde el exterior, “se veían animales aparentemente delgados”. Al no poder acceder al cercado para palpar a los animales vivos, que además seguían lanudos pese a la época del año, no pudo certificar el grado de desnutrición. “En mi opinión, estaban aparentemente delgados”, dijo.

Dado que fueron muriendo más animales con los meses, “deberían estar bastante deteriorados”, supone. “No ver comida ni bebedero, más las llamadas de los vecinos a los agentes y que los animales estuvieran sin rapar se podría calificar de desatención al menos”, añadió. Su impresión es que el joven iba con menor frecuencia que cada dos días.

Los argumentos de la abogada

La defensa alega que no se hicieron ni necropsia ni analíticas ni palpación física de los animales. Niega la existencia de “la mínima prueba” para atribuir abandono al acusado. Con el calor del verano –añadió– es “habitual” que mueran más animales.

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