Dos décadas rompiendo barreras

Ourense celebró las 20 Xornadas Interxeracionais, un espacio de convivencia entre jóvenes, mayores y personas con discapacidad

Los grupos participantes se reunieron en la Praza Maior, donde leyeron el manifiesto de las jornadas.

Los grupos participantes se reunieron en la Praza Maior, donde leyeron el manifiesto de las jornadas. / BRAIS LORENZO

Cuenta Marisa Xusto que hace 20 años acudió a Aixiña con un grupo de teatro de mayores que dirigía en el centro de Formación permanente de ocio de persoas adultas, Ategal. Allí había un estudiante de Educación Social en prácticas que se le acercó para proponerle trabajar juntos en alguna actividad que interrelacionase a jóvenes, mayores y personas con capacidades diversas.

El joven era Millán Brea y la idea que surgió de aquel encuentro espontáneo son las Xornadas Interxeracionais a las que la Facultade de Educación e Traballo Social dijo que sí en cuanto escuchó la propuesta. En su 20 aniversario, la actividad no solo está consolidada sino que su organización es una parte de la asignatura Pedagoxía Social del grado en Educación Social que se imparte en este centro y del que el propio Brea es hoy profesor. Son los alumnos los que, en colaboración con Ategal, preparan cada edición. Este jueves, pese a la lluvia, las jornadas se celebraron lanzando el mismo mensaje que las vio nacer hace 20 años: “Entre xeracións non hai fronteiras; as fronteiras creámolas nós mesmos. Todo é cuestión de cambiar de mentalidade”.

“Entre xeracións non hai fronteiras; as fronteiras creámolas nós mesmos. Todo é cuestión de cambiar de mentalidade”

Aquel estudiante en prácticas que las impulsó hace dos décadas es hoy su coordinador. “Estas xornadas consolídanse como un referente estatal de boas prácticas, por onde pasaron xa milleiros de persoas e máis de dez promocións de Educación Social”, señala. Destaca también la “autonomía e independencia económica” de la actividad respecto a las administraciones, ya que surgen del trabajo de Ategal y el alumnado del campus.

Varios jóvenes participantes en las jornadas, durante la bienvenida en la Praza Maior.

Varios jóvenes participantes en las jornadas, durante la bienvenida en la Praza Maior. / BRAIS LORENZO

Marisa Xusto defiende la esencia inalterable de la actividad, que nació con el objetivo de “luchar contra el edadismo y por la inclusión”. Lo más bonito, dice, es ver cómo jóvenes, mayores y personas con capacidades diversas conviven, juegan y se relacionan “sin barreras”. La actividad, apunta Brea, es un “orgullo” para el campus y la ciudad de Ourense.

200 participantes

En esta edición participaron unas 200 personas entre las que se incluye alumnado del grado en Educación Social y el ciclo de Integración Social del CIFP Portovello de Ourense, integrantes de las aulas de la tercera edad de Ategal, centro de día Domus Barrocás y miembros de asociaciones de personas con diversidad funcional como ADO o Dano Cerebral Adquirido.

A las 10.00 horas se reunieron todos en la Praza Maior de Ourense donde se leyó un manifiesto en el que, además de animar a disfrutar de la jornada, aprovecharon para demandar más parques y espacios verdes en la ciudad para poder disfrutar de “más momentos como este”, y destacar la relevancia de la Educación Social.

Tras la lectura estaba previsto trasladarse al Xardín do Posío para celebrar una mañana de juegos dirigidos por los jóvenes, pero el mal tiempo obligó a celebrarlos en el pabellón universitario. Ya por la tarde, invirtiendo los papeles, los mayores enseñaron a los jóvenes cómo jugaban ellos de pequeños. Rana, tres en raya, cuerda, billarda... “Hai rapaces que nunca viron algúns destes xogos”, señala Marisa, al tiempo que destaca el carácter “enriquecedor” que tiene esta actividad para todos los colectivos que participan en ellas.

La sesión finalizó con una merienda y karaoke.

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