De la alerta por sequía a las inundaciones tras un trimestre con más lluvia que en 9 meses

Tras la escasez que obligó a restringir el consumo de agua, el Avia amenaza con desbordarse y la zona supera las precipitaciones acumuladas de 2021 | El Arnoia en Baños de Molgas, en situación similar

El río Avia, visto desde el aire, en una imagen de dron, a la altura de A Quinza, en Ribadavia.

El río Avia, visto desde el aire, en una imagen de dron, a la altura de A Quinza, en Ribadavia. / BRAIS LORENZO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

La vida que la sequía arrebató a los ríos se la han insuflado, y con creces, las sucesivas borrascas que están regando Galicia desde principios de octubre. Se ha cumplido ese contraste radical que recoge el refranero popular de esta tierra: “Ou leva as pontes ou secan as fontes”.

De la alerta por la escasez de agua, que provocó situaciones de emergencia en varios municipios en los que hubo que aplicar restricciones –Ribadavia, Trasmiras, Baltar o Vilar de Barrio son algunos ejemplos–, se ha pasado en apenas 100 días a una abundancia que, en algunos lugares, ya resulta excesiva.

El río Avia, a su paso por Ribadavia, y el Arnoia, en Baños de Molgas, son los ríos ourensanos que la Xunta mantiene bajo vigilancia, entre otros del resto de Galicia, por el riesgo de desbordamientos e inundaciones debido al “crecimiento significativo” del caudal. Se había sobrepasado el nivel de activación –un umbral previo al de las hipotéticas prealerta y alerta–, según datos de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (30 de diciembre).

Así discurre el Avia a la altura de A Quinza, en Ribadavia.

Así discurre el Avia a la altura de A Quinza, en Ribadavia. / BRAIS LORENZO

Una zona inundada en Baños de Molgas, por la crecida del Arnoia.

Una zona inundada en Baños de Molgas, por la crecida del Arnoia. / FERNANDO CASANOVA

Aumentar la precaución

La central de emergencias del 112 pide a la población que extreme la precaución, sobre todo en las carreteras y vías secundarias próximas a puentes o torrentes, “porque la subida repentina del caudal puede provocar dificultades en la circulación”, subraya el 112.

Las precipitaciones que cayeron en Ribadavia entre enero y septiembre de este año acumularon un total de 409,8 litros por metro cuadrado, según los datos de la estación más cercana de Meteogalicia, la que está en Remuíño (Arnoia). El último trimestre del año ha sido muy húmedo. En 90 días se han registrado en la zona 735,1 litros por metro cuadrado: 248 en octubre, 242,2 en noviembre y 244,9 en diciembre (sin datos del día 31). En tres meses de lluvias, casi sin parar, el acumulado fue un 79% superior al del periodo enero-septiembre.

Parecía imposible a principios del otoño, cuando estaban recientes los cortes de agua y el Maquiáns que abastece Ribadavia estaba prácticamente seco, pero las numerosas borrascas han conseguido engordar el caudal, que el Avia amenace con inundaciones y que las cantidades de precipitación con las que termina el año O Ribeiro superen a las de 2021.

Según la estación de Remuíño, el aumento ha sido de un 5%: de los 1.090 litros por metro cuadrado acumulados en 2021 a los 1.145 alcanzados en 2022.

El caudal del río Avia tras meses de lluvias.

El caudal del río Avia tras meses de lluvias. / BRAIS LORENZO

En Ribadavia, las zonas más afectadas por la crecida del río que da nombre a la localidad son A Veronza, en la confluencia con el Maquiáns, que en verano quedó reducido a poco más que unos charcos, en San Cristovo –cerca del campo de fútbol– y también en A Quinza.

En el caso de Baños de Molgas, la crecida del Arnoia ha anegado varias zonas, como el parque Ansuíña, junto a las piscinas municipales y el entorno del balneario.

Unos turistas observan el estado del Arnoia en el entorno del balneario de Baños de Molgas.

Unos turistas observan el estado del Arnoia en el entorno del balneario de Baños de Molgas. / FERNANDO CASANOVA

Los datos de Meteogalicia indican que en este municipio también se ha sobrepasado la cantidad de agua acumulada en 2021. Según la estación de Monte Medo, en 2022 se han registrado 1.072 litros por metro cuadrado, casi un 10% más que los 975 del año anterior.

Entre enero y septiembre de este año, en este concello donde ahora se vigila la crecida del Arnoia, las precipitaciones dejaron 441,3 litros por metro cuadrado. En octubre, noviembre y diciembre, las lluvias aportaron 630,4 l/m2.

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