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La sequía en la provincia: de ducharse con una taza en Baltar a fregar en tinas de agua en Ribadavia

En Ribadavia, los negocios del centro tienen suministros, pero hay otros que se las arreglan como pueden | Algunos vecinos de Baltar llevan más de dos días sin recursos hídricos

Una vecina de Tixós (Baltar) sin agua en el grifo de la cocina. | // BRAIS LORENZO

La sequía se ramifica por toda la provincia de Ourense, con los ríos en sus estados más bajos y los embalses y los depósitos de agua en momentos de alerta hídrica, en unos casos, y de mínimos, en otros. En Ribadavia llevan una semana con restricciones en el consumo del agua por la falta de niveles adecuados en el depósito de Maquiáns. Esto provoca que el suministro de agua esté operativo en dos franjas, una al mediodía y otra a la noche, solamente.

"Lo vamos llevando como podemos”

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Para los diferentes sectores de la villa ribadaviense es una situación “que se veía venir” por la falta de lluvias y actualmente “se lleva como se puede”. Peluquerías, bares y comercios del casco histórico de la villa mantienen el suministro de agua para sus quehaceres diarios y sus atenciones, pero los emprendedores que se localizan más allá del entorno del centro histórico intentan paliar la escasez hídrica como pueden.

Uno de ellos es Bar Veronza, que estuvo dos días sin agua y habilitó un pozo que tiene al lado de su negocio para poder seguir con su actividad económica: “Tardé un día y medio en ponerlo en funcionamiento y eso es lo que estuve cerrado, bueno dos días, y de momento me voy apañando con el pozo, pero en casa no tengo agua, ahí se lleva peor”. Y añade resignado que “lo vamos llevando como podemos”.

En la parroquia de Tixós (Baltar) llevan dos días sin agua. | // B. LORENZO

Los vecinos de Ribadavia aguantan como pueden una situación que se agudiza con las altas temperaturas de este verano y que ve como el suministro que ya se traslada del Avia y del Miño en camiones cisterna da respuesta a una parte de la demanda, pero no palia el problema. Algunos confiesan que “tenemos tinones de agua para lavar los platos y dejarlos a remojo” y otros dicen que “nos duchamos con cubos, como podemos, pero eso sí sin desperdiciar el agua para que haya para todos”.

Dos días sin agua en Baltar

Porqueira fue uno de los primeros municipios en limitar el suministro de agua, después Allariz, Ramirás o Trasmiras, incluso Boborás, pidieron a los vecinos y vecinas que hicieran un uso responsable para no desperdiciar un recurso que se consume con el paso de los días del verano más caluoroso.ç

Ahora también en la parroquia de Tixós, en Baltar, los vecinos y vecinas hacen sus cuentas y se organizan para tratar de ducharse como pueden, hacer la comida cuando disponen de agua o lavar los platos con previsión.

“Es difícil estar así, claro, pero si supiéramos cuándo habría y cuándo no, nos podríamos organizar"

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Silvia veranea en Tixós y es clara: “Me ducho con una taza de agua, porque no sabemos cuando hay agua”. Dice que en la parroquia hay cortes de agua pero no saben a qué horas se producen y desde hace dos días carecen de suministro: “No sabemos cuándo hay agua o cuándo no, desde el Concello nos dicen que es un vecino el que lo hace, pero nosotros estamos tratando de averiguar qué vecino es”.

Otra de las vecinas, Marina dice que “menos mal que mi nieto me avisó el verano pasado que no tiráramos con el depósito de agua porque este año no tendríamos. Nosotros vamos apañándonos con ese depósito, pero la demás gente utiliza una fuente del pueblo o tira con lo que puede”.

Silvia tiene la fuente a pocos pasos y comenta que “no sabemos cuándo tendrá agua la fuente, pero hay que ir probando para abastecerse”. Y añade que “es difícil estar así, claro, pero si supiéramos cuándo habría y cuando no, nos podríamos organizar, pero así, tenemos que estar pendiente todo el día”. Ambas enfatizan que es un vecino el que controla el corte de agua en colaboración con el Concello. “Tenemos que encontrar al vecino que cierra el agua para tener una previsión de cuándo va a haber y cuándo no, porque no podemos estar así, esperando por el agua todos los días”, dice Silvia.

“Somos pesimistas porque lo peor está por chegar”

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Marina recuerda que “yo me crié en este pueblo y no había agua como hay ahora había que ir buscarla al río y también a los depósitos. No creo que vuelvan esos tiempos, pero es que se está abandonando el rural y eso no hay manera de frenarlo”.

El regidor del municipio de Baltar, José Antonio Feijóo señala que “los vecinos vienen colaborando en la reparación y mantenimiento y son ellos los que están gestionando el suministro del agua en los pueblos, el Concello está ahí supervisando. No podemos impedir esta situación que en este momento hace que los manantiales estén sin agua. Por ejemplo la aldea Garabelos, ya lleva casi un mes con el suministro de 9.00 a 13.00 horas y tenemos algunos otros que se corta por la noche. Es una circunstancia atípica que estamos padeciendo”.

El alcalde critica la irresponsabilidad de algunos vecinos que “hacen un mal uso del agua y eso lo acarreamos todos también, por eso desde el Concello emitimos varios bandos y aviso para que el uso que se haga del agua sea responsable y no se malgaste”.

Sobre el núcleo principal de Concello señala que “de momento no tiene habido cortes porque hay bastante caudal, pero si que detectamos también un consumo imprudente muchas veces”.

Y añade que “somos pesimistas porque lo peor está por chegar”.

La Festa da Istoria, pendiente de la situación hídrica de Ribadavia

La villa de Ribadavia tiene la previsión de recuperar después de dos años de ausencia la fiesta más grande de su tradicional cultural, la Festa da Istoria. La organización prevé que sea el próximo 26 y 27 de agosto, pero las previsiones de los recursos hídricos no son muy halagüeñas. Fuentes municipales confirman que no se trató ese tema porque “hay otros más importantes ahora”, pero se convocará a la organización de la tradicional fiesta para exponer la situación actual, valorar los recursos de los que dispone el Concello de Ribadavia y tomar una decisión al respecto. Quedan 14 días para dar comienzo a la fiesta y ambos actores intervinientes tendrán que dar una respuesta en función de las condiciones hídricas que dispongan para la celebración.


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