La peor sequía histórica del regato Maquiáns, el que nutre el depósito de abastecimiento de Ribadavia y en el que ya han muerto peces por el exiguo caudal, mantiene en una grave situación de escasez de agua a la capital de O Ribeiro, un municipio de 5.000 habitantes que, en agosto, con los regresos por vacaciones y el turismo, llega a duplicar su población, según fuentes municipales. Falta el recurso para lo más básico en una de las localidades que más calor extremo sufre en este verano sofocante.

El consumo estimado de la localidad ascendía a 70.000 litros cada hora. La noche del jueves al viernes se activó una restricción que no ha logrado el objetivo de recuperar el depósito. La primera jornada, a pesar del corte y a que en varios puntos del municipio no se restituyó el agua hasta varias horas después del horario anunciado, se ahorraron 400.000 litros, pero aun así el consumo del día arrojó un saldo negativo de 300 m3 para el depósito, porque el Maquiáns es ahora un regato casi desaparecido.

El estado actual del Maquiáns, casi seco, en la confluencia con el Avia, que también tiene un caudal bajo. BRAIS LORENZO

Ribadavia aplica un nuevo plan desde este lunes, para intentar mejorar el suministro y tratar de que todo el municipio tenga agua, ante los perjuicios de estos días para residentes, retornados y varios hosteleros y comerciantes. El BNG afirma que “buena parte del concello estuvo 40, 48 y hasta más horas seguidas sin agua”.

Aunque la situación del depósito es mala, la empresa concesionaria Aqualia considera posible establecer un sistema de apertura de agua para surtir a todo el municipio. Los horarios estimados, “provisionales y sujetos a la situación diaria del depósito” –puntualiza el Concello–, son de 13 a 15 y de 20.30 a 23. En total habrá suministro 4 horas y media al día.

"Podría disponerse en unos días de una instalación que puede tardar 3 o 4 meses"

Además, Ribadavia ha solicitado a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) una autorización de bombeo de agua desde el río Avia hasta el depósito, debido a la situación extraordinaria que sufre el concello. Se trataría de un permiso “muy temporal y restrictivo”, puesto que el río pasa por más municipios en situación de sequía y su caudal no es bueno.

De hecho, tanto el nivel como el caudal del Avia a su paso por la capital de O Ribeiro están bajos, según la CHMS. Este lunes a las 18 horas el nivel era de 0,78 metros y el caudal, de 0,84 metros cúbicos por segundo. En Leiro, el Avia está “muy bajo” tanto en nivel como en caudal, según la misma información de la CHMS. El embalse de Albarellos se encuentra al 45%.

La empresa concesionaria del agua reparte garrafas a los vecinos. BRAIS LORENZO

“Si se consigue la autorización es por la situación de emergencia que está viviendo Ribadavia, y sería muy temporal y transitoria, solo mientras continúe la crisis”, dice el Concello. “Dada la urgencia y la situación extraordinaria, podría disponerse en unos días de una instalación que puede tardar 3 o 4 meses”, señalan fuentes municipales.

El BNG propone el Miño

El pasado viernes, la CHMS pedía a los alcaldes que estudiaran cortes horarios de agua por la grave sequía, y ofrecía una “forma eficiente y rápida de obtener una concesión temporal, remitiéndoles las instrucciones oportunas y los impresos a cumplimentar para actuar con eficacia y diligencia en la resolución de esta problemática surgida por la sequía en la que estamos inmersos”.

La CHMS indicaba que “se solicitará a los concellos que estudien y planifiquen sus necesidades y problemáticas sobrevenidas, para poder tramitar con eficacia concesiones temporales”.

"Ribadavia necesita una captación de emergencia que se pueda utilizar en situaciones como la actual"

Sobre la derivación de agua desde el Avia, el BNG emplaza a que “se estudie la activación de la captación en el Miño mediante el bombeo que en su día se construyó en Santa Cristina, y que nunca llegó a funcionar. Ribadavia necesita una captación de emergencia que se pueda utilizar en situaciones como la actual, y el río Miño es el único que puede abastecer con garantías”, argumenta.

Una piscina vacía en Ribadavia. FERNANDO CASANOVA

Desde que comenzaron las restricciones, el Concello de Ribadavia ha informado puntualmente a los vecinos a través de su página de Facebook, avisando por ejemplo del reparto de garrafas de agua en la oficina de Aqualia –o a domicilio para personas dependientes, con movilidad reducida o que no puedan desplazarse–, del cierre de la piscina pública y la vigilancia de las privadas así como de los trámites en curso, como la solicitud de un bombeo urgente a la CHMS o las gestiones con la Xunta para contar con camiones cisterna con agua para uso doméstico.

“Ningún día se respetaron los horarios"

Varios vecinos han expresado su malestar por la falta de agua más allá del horario previsto de corte, y algunos achacan falta de previsión. En zonas como el barrio de los chalés, San Paio, Ventosela, Francelos, San Lázaro, o en las calles Ribeiro, Carballiño o Muñoz Calero, el suministro no llegaba o lo hizo varias horas después o de manera escasa.

“Ningún día se respetaron los horarios en la calle Ribeiro, espero que con este nuevo sí”, escribía este lunes un hombre. Otra mujer expresaba lo mismo en relación a la calle Carballiño. “Son las 14.15 horas y en la Avenida de Redondela no hay agua. Horarios nulos”, decía otra.

"Por la mañana no se pueden lavar ni poner una lavadora, y por la noche tampoco"

Hay personas que se marchan en horario de mediodía y no llegan hasta medianoche. O sea, por la mañana no se pueden lavar ni poner una lavadora, y por la noche tampoco. Si bien es una pequeña parte de la población, hay que dar soluciones y no dejarlos de lado”, pedía otro usuario en la red en respuesta a las nuevas franjas estimadas de suministro.

Otros consideran que los nuevos horarios limitan al máximo la actividad de la hostelería, en una época de boom entre quienes vuelven a localidad por vacaciones y el turismo.

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Sequía en el país de los mil ríos BRAIS LORENZO

El agua llega por horas, cuando llega. Gracias a que tengo un pozo y no lo sufro, pero muchos vecinos están molestos”, dice Damián, en San Paio.

Victoria regenta el Bar Vicky en esta localidad. El viernes, el primer día en que las restricciones afectaron a su jornada, el suministro no se recuperó hasta las cuatro de la tarde. La presión, además, “es menor del 50%”, calcula.

Dos clientes con agua embotellada en un bar de San Paio, donde los cortes han sido largos. FERNANDO CASANOVA

“Hoy no tuvimos agua hasta las 11.30 o 12 y a las 17 volvieron a cortar”, decía este lunes. La falta de suministro afecta a la hora de poner el lavavajillas, de hacer café o de abrir los baños. “Tener agua por tramos a mí no me soluciona absolutamente nada”, lamenta la hostelera.

Un hombre rellena varias botellas en Francelos con agua de la fuente. BRAIS LORENZO

“A xente está que bota lume”, señala Bernardo en Francelos. “El domingo, el agua llegó a las 15.30”. Este vecino de Ribadavia de 55 años no recuerda una situación de sequía tan grave durante tantos días.

En Francelos han estado más horas de las previstas sin agua. FERNANDO CASANOVA

Más lejos alcanza la memoria de María, de 78 años, y tampoco recuerda un periodo tan seco y prolongado.