La protección contra la enfermedad grave y el fallecimiento que otorgan las vacunas contiene el incremento de las hospitalizaciones –aunque cuanto mayor sea el número total de positivos, más casos graves pueden registrarse– a pesar de la explosión de los contagios en las últimas semanas, con el efecto de las reuniones y celebraciones navideñas.

Tras sufrir antes que el resto de las áreas sanitarias de Galicia la sexta ola, la curva de casos activos bajó en Ourense a mediados de diciembre. En pocos días la tendencia cambió, a medida que proliferaba la variante ómicron, más contagiosa, también entre los vacunados, pero con una menor capacidad de replicación en los pulmones –según los primeros estudios– y, por tanto, con menos poder para causar daños respiratorios.

El balance del Sergas del 22 de diciembre contabilizaba en el área sanitaria provincial un total de 2.527 personas con una infección activa. Había 47 personas hospitalizadas –el 1,86%–, seis de ellas en la unidad de críticos. El informe de ayer rompía otro récord de la pandemia, al superarse la barrera de los 8.000 casos activos, tras una nueva jornada con más de medio millar de positivos detectados mediante alguna prueba diagnóstica. Pero solo el 0,8% requiere actualmente ingreso hospitalario.

Son 72 personas, según el balance del domingo. Seis están en cuidados intensivos. El repunte de los hospitalizados registrado en el periodo de Navidad es, por el momento, leve y manejable por el sistema sanitario, sin perjuicio de otros efectos negativos como, por ejemplo, las bajas laborales por aislamiento al dar positivo en COVID, una merma de la fuerza de trabajo que también ha afectado a la sanidad pública, que el pasado 5 de enero contabilizaba a 114 profesionales de baja en el área sanitaria.

Desde el inicio de la pandemia, hace casi dos años, un total de 479 personas han fallecido por coronavirus, entre 36.357 personas a las que le detectó la infección. El Sergas informó esta pasada semana de que, gracias a la vacuna, la letalidad fue cinco veces menor en 2021 que en 2020, a pesar de haberse detectado el triple de contagios.

Con todo, la peor cara de la pandemia aún sigue presente en algunos hogares. En los días que han transcurrido del año, desde el pasado 1 de enero, se han notificado un total de 11 muertes de ourensanos que habían dado positivo en COVID. La autoridad sanitaria recuerda que la enfermedad implica un mayor riesgo para las personas de edad avanzada o vulnerables, ya que puede descompensar enfermedades crónicas o patologías previas. Además, con el envejecimiento el sistema inmune se debilita.