Por mucho que uno adore su trabajo, levantarse cada mañana para ir no es un gesto fácil. Muchas veces lo peor son los primeros minutos críticos de aclimatamiento para darse después que la jornada puede desarrollarse sin tener que ser horrible. Eso durante un día normal, pero existen algunos en el calendario en los que trabajar no es lo normal. Sin embargo, para que la mayoría disfrute y tenga servicios una minoría debe estar operativo en festivo como si se tratase de un martes cualquiera.

Esto le sonará si es taxista, camarero, bombero, personal sanitario o si tiene a alguno de estos profesionales en la familia. Como Marina que trabaja como dependienta en un establecimiento de bollería y golosinas: "No sé como será para los demás pero yo lo llevo mal, soy la única en mi círculo que tengo que trabajar estos días tan señalados y no es precisamente algo que me guste", aseguraba. Aunque también reconoce que tiene "asumido" que su ritmo de trabajo sea diferente al del resto de los mortales. "Te acostumbras pero es cierto que hay personas más privilegiadas que yo que pueden librar cada fin de semana y cada festivo", exponía.

La hostelería es otro de los ámbitos en donde no se entiende de 25 de julio o 15 de agosto. Lo sabe bien Miriam que a falta de uno, desempeñaba ayer dos trabajos. "Pluriempleada en festivo, esta mañana estuve maquillando a unas invitadas para una comunión y por la tarde me incorporé a mi trabajo de camarera", explicaba ayer en la terraza del bar donde trabaja en el Parque de San Lázaro.

Y aunque asegura que compaginar estos trabajos con la vida social y familiar "no es fácil" ella decide no amilanarse e intentarlo: "Hoy cuando salga de trabajar aprovecharé para salir y disfrutar aunque sea un ratito del festivo", añadía.

"Odio trabajar en festivo porque tienes que hacerlo sabiendo que todos tus amigos y familia están disfrutando del día mientras para ti es uno como cualquier otro", confesaba Eduardo que trabaja como recepcionista en un hotel de la ciudad. "Ves desde la ventana como la gente se divierte y al día siguiente te cuentan lo bien que se lo pasaron, si es que no te mandan el mismo día un montón de fotos por What'sApp", se lamentaba.

La conclusión general de estos profesionales obligados a ir al revés que el resto es "que antes o después lo asumes y te puedes hacer a la idea y tomártelo mejor o peor, pero nunca te acostumbras, es algo que siempre fastidia", resumía este trabajador del sector hotelero.

Sectores a contracorriente

Sin embargo, como pasa siempre lo que unos odian a otros les encanta y sí existen sectores en los que trabajar en festivo no es tan mala idea, como la recogida de basura. "En ciudades como Ourense, que suelen quedarse vacías, la gente quiere trabajar e l 25 de julio o el 15 de agosto porque como es lógico hay mucha menos basura y el día es más llevadero", explicaba un trabajador.