Opinión

Comprender lo feo y lo bello

Un detalle urbano de estos días: el ascensor Halo ya sube y baja entre las inmediaciones del mar y la cota de Vía Norte. Salva con admirable pirueta un barranco difícil, y deja extraordinariamente accesible la cabecera de la Vía verde. Vigo vertical se entiende con Vigo horizontal, en cierta forma, el ascensor apunta a ser el distintivo estrella de la alfombra tendida sobre las antiguas vías del tren hasta Chapela. En medio, Teis.

Otro detalle urbano de estos días: el Plan General de Vigo cuenta ya con Aprobación Provisional (pronto definitiva). La pregunta es: ¿qué dice sobre sobre este agregado de Teis? Contempla un plan Especial, PE. 308 Vía verde en Teis. Se contemplan a ambas márgenes de la barrera del ramal de acceso AP-9V, once ámbitos de desarrollo en suelo urbano no consolidado, para completar y articular transversalmente. También prevé remodelar el nudo de Buenos Aires a resultas de profundizar en Estudios viarios.

Soterrado el río del tren que partía el barrio en dos, y con planeamiento recién salido del horno, borrón y cuenta nueva. Llegó la hora del reencuentro entre dos orillas vueltas de espaldas durante cerca de 150 años. Unos cuatro kilómetros de márgenes urbanos alumbran volver a ser un lugar donde vivir. En torno, el planeamiento hilvana clasificaciones de suelo, categorizaciones y sistemas generales. Supone un fin de trayecto y el pistoletazo de salida al inicio verdadero.

El escenario es soberbio, la naturaleza deslumbrante. Paisaje encendido, vivo, contradictorio, cargado de relatos humanos y físicos. Acá y allá, un despliegue de casas en esquina, isla, o medianera; chispa en lindes y cierres; cubiertas, picos y escaleras talladas en rebeldía constructiva; divinidades caprichosas, rumor, ironía. El ámbito urbanístico, ahora de extrema visibilidad, reclama a cada momento arrimarse al detalle, obliga a pensar. Y ahí, las cosas se complican: es necesario, es imprescindible, comprender.

Resulta forzosa una mirada social. La deuda no admite duda: la gente llana de Teis sacrificó mucho para hacer accesible (posible) la ciudad de Vigo. Eso sí, una vez caído el telón de las vías, ¡ojo!, la geografía que quedó al descubierto resulta tan atractiva, tan accesible desde la nueva movilidad, tan bien plantada en el territorio reabierto, tan céntrica, que una cautela inicial aconseja valorar los riesgos de desplazamiento del vecindario actual. Programación urbanística con agenda social.

Resulta ineludible una mirada arquitectónica. Rehabilitar es la tarea (oímos por todas partes), pero así, sin más, no dice gran cosa. Hay que saber qué asumir y qué no asumir en la madeja heredada. Casi siempre, el lugar manda el destello lúcido, ¿lo hará aquí? El peligro es perder la agudeza de retina y oído al trabajar atrapados entre frases hechas sobre sostenibilidad. Aquí hay que descubrirla en diálogo con 150 años de historia de marginación, escrutando el lado positivo de la ignorancia. Atisbar luz, hallazgo tras hallazgo.

También parece obligada una mirada gallega. El debate del “feísmo” golpeo la psique gallega, es hora de quitárselo de encima. De siempre, el destierro poblacional masivo y forzoso (aquí fue así del campo a la ciudad) supuso precipitación y extravío. ¡Ay de aquellos que en esas circunstancias no echen mano del “reciclaje”! Es ahora, ya seguros al otro lado de la historia y la fortuna, cuando estamos obligados a rematar aquel reciclaje heroico, imperfecto, precursor. Sin olvidar los orígenes, con humildad y sabiduría, construir un final feliz.

Y, resultaría especialmente estimulante una mirada de artista. La mirada ágil, divertida, creativa, que amplia los significados de lo que ves y de lo que no verías si no estas previamente advertido, predispuesto a dejarte maravillar ante un ámbito de estas características ¡Trascender lo feo y lo bello! ¡Qué grande, qué útil hacerlo aquí! Carme Nogueira, intermediaria perspicaz entre la calle viguesa y el arte incisivo, ya trabajo con este tipo de entornos urbanos, aquí y allá lejos.

Otras miradas. Otras miradas, a menudo, ayudan a comprender la verdadera naturaleza de la cuestión. Surge un juicio lógico: estamos ante algo inacabado. Le sigue un inmediato juicio ético: entonces, actuemos en este ámbito y completemos su ser. Entre tanto… aplacemos el juicio estético.

*Arquitecto