“Marea blanca”. ¿Debo estar preocupado?

Sigo con preocupación las noticias sobre la “marea blanca” que está provocando en Galicia y Cantábrico la arribada de los gránulos de plástico que se derramaron frente a nuestras costas al caer al mar uno o varios contenedores que al parecer transportaba el buque “Toconao”. Después, pensándolo un poco, me sorprendo de estar preocupado. No debería estarlo. ¿O sí?

Después de las terribles experiencias del Urquiola, Mar Egeo, Prestige y otros, se consiguió que en enero de 2013 entrase en vigor el “Sistema Nacional de Respuesta ante la contaminación marina”, aprobado en diciembre de 2012, “que será de aplicación a todos aquellos casos de contaminación marina accidental o deliberada, cualquiera que sea su origen o naturaleza, que afecte o pueda afectar tanto a las aguas marítimas sobre las que España ejerce soberanía, derechos soberanos o jurisdicción como a las costas españolas”. Como consecuencia posteriormente se elaboraron los “planes de contingencia” tanto para el “subsistema marino” como para el “subsistema costero” así como los protocolos de activación de tales planes de contingencia y la coordinación entre ellos.

Es decir. Está meridianamente claro cómo hay que actuar ante los casos de contaminación marina tales como el de la marea de gránulos de plástico que nos preocupa al estar llegando a nuestras costas y que previsiblemente, según la experiencia nos indica, entrará en todo el golfo de Vizcaya llegando hasta Francia.

Así que si tenemos perfectamente claro el plan con el que hay que regirse y actuar, los ciudadanos, la ciudadanía, no deberíamos preocuparnos. Simplemente los gobiernos tanto central como autonómicos deberían actuar. Ponerse en marcha y aplicar los planes de contingencia adecuados. ¿Está ocurriendo así?

Si la respuesta fuese negativa, entonces deberíamos preocuparnos. No sé lo que está pasando realmente entre las administraciones. Sé lo que nos dicen los medios de comunicación. Y si es cierto lo que nos transmiten, posiblemente tengamos que preocuparnos, ya que la respuesta de las administraciones parece lenta y poco coordinada. Ojalá no sea así.

Sin embargo, parece que los institutos y centros de investigación marina de Galicia están muy coordinados especialmente gracias a la magnífica relación que existe entre sus investigadores y técnicos. INTECMAR por parte de la Xunta y el Centro Oceanográfico de Vigo del IEO por parte del gobierno central, con la ayuda y apoyo del resto de los institutos y centros de investigación y tecnológicos de Galicia están en pleno proceso de ultimar sus planes y actividades de investigación para conocer a fondo la situación, tanto en lo que se refiere a contaminación como a hipotética toxicidad, y así poder asesorar a las autoridades con el objetivo de que ellas puedan dar una respuesta adecuada al problema. Espero que así sea.