Arde otra vez la nave de Massó y el fuego afecta a material relacionado con el Prestige

La nave de la antigua conservera de Massó en Cangas registró un nuevo incendio en su interior, pese a que el recinto está tapiado. En esta ocasión, el fuego comenzó a las 22.00 horas del lunes y se declaró en la zona en donde el Concello almacena las donaciones de material para la marea negra del Prestige, como ropas de aguas, mascarillas o botas. Un vecino del lugar alertó de lo que sucedía.

Fue sofocado en un primer intento por el Grupo Municipal de Emergencias. En el punto también estuvieron Bomberos de O Morrazo, Guardia Civil y Policía Local de Cangas y fueron alertados también los bomberos de Vigo por si fuera necesaria su intervención. Pero a las 8.00 horas de ayer se volvió a reproducir. Según Emergencias no fue un gran incendio y sí se detecta que es provocado por gente que pudiera entrar buscando refugio. No hay señales de que se pueda decir que entraron para robar.

Las ventanas de la nave principal se habían tapiado recientemente para impedir “asaltos” como el sucedido el lunes. Pero sigue siendo el lugar por donde entrar los intrusos. La Policía Local piensa que, ahora, el objetivo principal no es la sustracción de material, como lo fue hace años. El material acumulado de las donaciones para la lucha del Prestige ya no tiene el mercado negro que antes tenía. Además, las bandas de cobre parecía que habían acabado sus reservas en esta zona, donde se guarda de todo, desde el citado material, hasta carrozas de carnaval, pasando por vehículos abandonados. El Concello, hace ya bastantes años, intentó realizar un inventario de todo lo que había en este almacén y negoció con el propietario de una nave el traslado de todo el material que pertenecía al Concello. En el inventario se descubrió que faltaba material del Prestige y se habló de venta en el mercado negro. Al final, fracasó el traslado.

La situación es tan curiosa que el Concello de Cangas no dispone de llaves de la nave de la nave de Massó, donde prácticamente todo lo que hay en su interior es de propiedad municipal y siempre tiene que ser una tercera persona la que abra la puerta de la nave.

El jueves pasado la nave también registró otro incendio en las antiguas oficinas, el enésimo desde que el recinto está sin actividad y en manos de una entidad bancaria. La solución pasa por un plan de intervención urbanístico.