Siza renuncia a diseñar el ascensor de Moaña, que apuesta por su discípulo Carlos Seoane

El ambicioso proyecto de un ascensor al aire libre que conecte el casco urbano de Moaña con la parte alta de la villa –desde el entorno del lavadero de A Martinga, en la céntrica calle Ramón Cabanillas– no será finalmente diseñado por el prestigioso arquitecto portugués Álvaro Siza. La autoridad mundial en arquitectura tuvo que renunciar a redactar el proyecto debido a su avanzada edad –90 años– que le impide cumplir con su deseo de visitar la zona sobre la que se intervendrá y después seguir la construcción a pie de obra.

El arquitecto portugués Álvaro Siza diseñará el elevador que unirá la alta y baja Moaña

Tras este varapalo el Concello decidió que sea el coruñés Carlos Seoane, discípulo del propio Siza, el que recoja el guante y asuma la tarea de diseñar un ascensor que debe ser pionero en la comarca. La concejala de Mobilidade, Dolores Chapela, explica que esperan firmar el contrato con Seoane en los próximos días.

Representantes del gobierno local en compañía del exedil de Mobilidade, Rodrigo Currás, llegaron a visitar a Álvaro Siza en su estudio de Oporto en el pasado mes de junio, llevándole al luso la maqueta del entorno de la calle Ramón Cabanillas. La intención es que el proyecto del ascensor estuviese listo a finales de año, pero con este cambio es posible que se retrase más tiempo.

El contrato con Carlos Seaone se firmará gracias a la subvención del Plan Ágora de la Diputación. El nombre de Siza sorprendió a los vecinos, toda vez que el portugués obtuvo, en su dilatada carrera, galardones tan prestigiosos como el Premio Nacional de Arquitectura de España (2019) o el Premio Pritzker (1992).

Carlos Seoane, por su parte, fundó en 1997 el estudio CSA arquitectura y en 2009 el CA Institute, una institución docente dedicada a promover internacionalmente la arquitectura gallega. También tiene en su haber numerosos premios en el sector.

El gobierno local llevó al portugués una maqueta de la calle Ramón Cabanillas

El proyecto que pretende el Concello de Moaña también se extiende a la humanización de un tramo de unos 200 metros de la travesía Ramón Cabanillas. Implicará cambios de circulación en la travesía de A Martinga, que en la intersección con Cabanillas, y debido a su mucha pendiente, quedará como una rampa peatonal, por lo que el acceso de coches a garajes se realizará desde Concepción Arenal.

Modificaciones

El anteproyecto era distinto y contemplaba, en un principio, dos ascensores, pero el Concello ha tenido que renunciar a uno de ellos, el proyectado junto a la joyería Boucelas, al no lograrse un consenso en la cesión de terreno. Se queda con el proyectado junto al lavadero de A Martinga, pero en una nueva ubicación, menos visible, como pedían los vecinos para no afectar a las fachadas, que es el aspecto más complejo y que levantó más suspicacias tanto en residentes en la zona como en el principal partido de la oposición, el PP.

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