El Náutico trata de salvar su crítica situación poniendo su sede como aval para pagar a Portos

Los trámites comenzaron y la directiva se encontró con que varias partes de la edificación eran concesiones, por lo que hay que hacer un cambio en el Catastro ELa deuda con la Agencia Tributaria Galega alcalza los 118.000 euros

Puerto deportivo de Cangas.

Puerto deportivo de Cangas. / Gonzalo Núñez

La situación del Club Náutico Rodeira es crítica. Sus problemas con la Agencia Tributaria de Galicia continúan al mantener la deuda con Portos de Galicia por el impago de tasas, que ahora mismo asciende a 118.000 euros. Pero del catastrofismo del los últimos dos años se pasó ahora a la esperanza de salvación, que pasa por poner de aval bancario para un préstamo la sede de la sociedad del club. Esta solución se planteó a Portos de Galicia, que vio bien la iniciativa de la junta directiva para mantener un puerto deportivo cuya concesión finalizó hace un años y no se ha vuelto a sacar a concurso. Y es que a la administración autonómica también le interesa que el Club Náutico Rodeira recupere la solvencia para que se pueda presentar a un próximo concurso.

Parte de atrás de la sede del Náutico de Cangas.   | // GONZALO NÚÑEZ

Parte de atrás de la sede del Náutico de Cangas. | // GONZALO NÚÑEZ / JUan Calvo

Pero a la hora de presentar la documentación para el aval, el club se encontró con otro problema. Resulta que solo una parte de la sede es propiedad del club, el resto se fue construyendo en su día en concesiones portuarias. Así que la junta directiva del Náutico se ve obligada a realizar modificaciones en el catastro para solucionar esta situación y presentar la sede como aval, una gestión que puede tardar en culminarse 6 meses, si es que alguien no la impulsa. El hecho de que se mantenga la deuda con la Agencia Tributaria de Galicia impide al propio club a acceder a subvenciones oficiales (un pez que se muerde a cola). El Náutico Rodeira calcula que por este concepto se están perdiendo alrededor de 25.000 euros anuales: subvenciones del Concello de Cangas, Xunta de Galicia y Alto Rendimiento.,

Otro problema heredado y que esta junta directiva que preside Juan Carlos Rodríguez Llanos es que el club lleva de “okupa” varios años en la nave que alberga el gimnasio y también en la nave del puerto, que comparte con el club Vila de Cangas. Hace dos años que se terminó la concesión y recientemente en el club Vila de Cangas se recibió un comunicado de la administración autonómica recordándolo. Y es que resulta que la Xunta de Galicia le había dado la concesión de esta nave al Concello de Cangas, que dio en uso al Náutico Rodeira y al Vila de Cangas.

Rodríguez Llanos está convencido de que el club es viable con un nuevo pliego de condiciones. De hecho, considera que lo que se hizo mal en su momento fue ligar el puerto al club, lo que obligó al mismo a mantener un determinado número de trabajadores. Antes de 2008, había una ocupación muy alta, pero la crisis económica y financiera afectó a todos. Hoy el puerto deportivo de Cangas está a un 55% de ocupación, con unas tasas que se les cobraba a los barcos que no alcanzaba a nada. Se daba la circunstancia de que se consumía más electricidad de lo que pagaban los barcos. Y se da la casualidad de que es el puerto quien le cobra la luz al Náutico Rodeira y lo hacía a precio de oro, cuando aún la energía eléctrica no estaba al precio de ahora.

Pero parece que hay voluntad por parte de la administración autonómica de ayudar a solucionar las dificultades económicas por las que atraviesa el club. Del Concello de Cangas hace tiempo que el Náutico no sabe nada. Se instó hace un año a todos los partidos políticos a mantener una reunión conjunta con el club para explicar de forma pormenorizada la situación, pero según recuerda Rodríguez Llanos, ésta nunca se produjo.

Es cierto que el aumento de cuotas aprobado por la asamblea ayudó a reducir la deuda en alrededor de 70.000 euros.

Consecuencias de la crisis financiera de 2008 y el COVID

La crisis creada por la COVID golpeó gravemente la economía del club. Supuso una disminución de las actividades deportivas por un lado y la afluencia de embarcaciones foráneas, otro, manteniendo los empleos. En su momento, Rodríguez Llanos también se mostró partidario de la intervención por parte de la administración para hacer algo parecido a lo que se hizo con los concellos. El Club Náutico de Rodeira es paciente. Se mueve en silencio para encontrar soluciones, que parece haber encontrado, aunque le gustaría que los trámites en el catastro fueran más rápidos.También se intentará un contrato más fácil de cumplir. Los años de ahora no son los de antes de 2008, cuando parecía que sobraba el dinero y los barcos llenaban el puerto deportivo. Ese movimiento desapareció y hay que ajustarse a la realidad de ahora, que es difícil. Pero en el club se cree que si desaparece la deuda con Portos de Galicia el club se salvará de esta situación que en su día fue calificada de crítica.

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