"Todo ocurrió en menos de un segundo: le dije que no subiese a la roca, me di la vuelta un momento y cuando me giré ya estaba en el mar"

Un pescador deportivo de Vigo salvó ayer la vida en Bueu gracias a la rápida y profesional actuación de otro vecino que se encontraba pescando en la misma zona y que es voluntario de Protección Civil, Serafín Acuña y de 49 años de edad. Fue alrededor de las 9.00 horas cuando el pescador vigués, de 56 años de edad, resbaló cuando intentaba subirse a una roca en el lugar de Forcadelas, en el entorno de la playa de Lagos (Beluso).

El hombre cayó al mar, que primero lo arrastró hacia fuera y luego lo volvió a acercar a una roca, donde pudo agarrarse a un saliente y hacer firme con los pies. Serafín Acuña consiguió elaborar de manera rápida un improvisado cabo que le hizo llegar al pescador, que se agarró a él y pudo alcanzar una zona segura. “Hoy [por ayer] no tenía previsto ir a pescar, pero parece que fue Dios el que me dijo que antes de ir a trabajar fuese a Lagos a pescar un poco”, contaba poco después del suceso Serafín Acuña, cuya rápida actuación y saber hacer fueron clave.

La experiencia de Serafín Acuña como voluntario de Protección Civil y su participación en otros operativos de rescate resultó decisiva en el suceso ocurrido en Lagos. La zona en la que tuvo lugar el accidente está situada debajo del aparcamiento y del mirador situados a un lado de la carretera provincial, un terreno rocoso y muy apreciado para pescar. “Cuando llegué el hombre estaba pescando junto a su pareja. Hubo un momento en el que vi que intentaba acercarse al mar para luego subirse a otra roca. Fue entonces cuando le advertí que no lo hiciese, que era muy peligroso por la condiciones del mar”, explica Acuña. Justo frente a esa plataforma rocosa se levantan dos “cons” y el pescador deportivo de Vigo pretendía subirse a una de ellas.

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En ese momento la marea estaba bajando, pero había un fuerte mar de fondo. “Yo me giré un instante y cuando me di la vuelta el hombre ya estaba en el agua: al intentar subir a la roca se resbaló y cayó al mar. Fue todo en menos de un segundo”, recuerda.

El vecino de Beluso y voluntario de Protección Civil Bueu reaccionó de inmediato. Avisó al 112 para activar el protocolo de rescate y solicitó que los medios desplazados trajesen consigo una cuerda para poder rescatar desde tierra al pescador deportivo. El 112 alertó a la Policía Local, Guardia Civil, Salvamento Marítimo y al helicóptero de salvamento “Pesca I”, aunque finalmente no fue necesaria su intervención.

Serafín Acuña fue corriendo hacia su coche, un todoterreno en el que habitualmente lleva diversas herramientas. “A veces los amigos se meten conmigo en plan broma por la cantidad de cosas que llevo, pero hoy sirvieron para salvar una vida”, relataba. Desde las rocas hasta su coche había una distancia de unos 200 metros, entre ida y vuelta, y una subida empinada. “Pensé que se me salía el corazón. En el coche cogí una cadena y una eslinga. Aún me hacía falta una cuerda y me acordé de que en la caja de pesca llevó un cordel largo. Es fino, pero muy resistente”, explica.

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Con estas tres “piezas” fue capaz de montar una especie de cuerda improvisada para rescatar al pescador deportivo, que seguía agarrado a un saliente y haciendo fuerza con los pies contra la base de esa roca. “Había momentos en los que el mar y las olas le pasaban por encima, pero la suerte es que podía sujetarse con las manos y los pies”, relata Serafín Acuña.

El voluntario de Protección Civil Bueu le dejó un extremo a la pareja del pescador y él se acercó todo cuanto pudo hasta el lugar en el que permanecía el hombre. Le lanzó el extremo de la cadena para que se pudiese agarrar. “Era el lado más resistente y con mayor peso, así era más difícil que el viento lo desplazase y era más fácil que el hombre lo pudiese coger”, abunda Serafín Acuña. Así fue. El pescador vigués consiguió tomar el cabo y en un momento en el que el mar se retiraba entre Serafín Acuña y la mujer fueron capaces de arrastrarle hasta terreno firme.

En ese momento llegaba a la zona la patrulla de la Policía Local de Bueu, a la que le hizo señales de que afortunadamente la situación ya estaba controlada. “Tanto la Policía Local como la Guardia Civil llegaron rápido, pero todo fue una cuestión de minutos”, añade Acuña.

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