Moaña construye un anexo para discapacitados en las gradas de Reibón y desata la ira de Carro

El concejal de XM acusa al bipartito de “discriminar” a las personas con movilidad reducida y exige dimisiones | Será necesario atajar problemas en la nueva pista

Trabajos, ayer, en las gradas durante las clases de Educación Física de uno de los colegios. |   G.N.

Trabajos, ayer, en las gradas durante las clases de Educación Física de uno de los colegios. | G.N. / Fran G. Sas

La reforma integral del pabellón deportivo de Reibón, en Moaña, que comenzó en verano, lleva meses siendo un quebradero de cabeza para el Concello y levantando múltiples críticas de las fuerzas de oposición. Después de negarse a recibir la obra el Concello había aprobado una recepción parcial, a falta de que la empresa constructora adaptase la nueva grada telescópica, pues no contaba con accesos para personas con movilidad reducida. Finalmente el problema se atajó instalando un anexo en un lateral de la grada general, con asientos adaptados. Esto ocasionó airadas quejas del concejal de XM, Javier Carro, que en comisión informativa acusó al Concello de “discriminación” a las personas con discapacidad.

Para Carro habilitar un espacio exclusivo para personas con movilidad reducida, distinto al resto de las gradas, es “no solo una política nada inclusiva, sino también un menosprecio, pues los marginan en un espacio para ellos solos negándoles el acceso a las demás gradas y poder acceder por la entrada principal, al no tener las medidas necesarias”. Critica el gasto de 244.629,13 euros en una reforma que generó tantos problemas y asegura que se mantienen las “goteras” y que no están adaptados los accesos ni las entradas a los baños. “Los pasillos tampoco cumplen con las normativas”. En comisión Carro pidió a la concejala de Deportes, Dolores Chapela, que “dimita por sus constantes errores y marginación hacia colectivos”. Alerta, además, de problemas en el nuevo suelo de resina “pues ya tiene defectos y fue recepcionada”.

La recepción de la obra lleva meses de retraso ante los continuos contratiempos

La propia concejala confirma este anexo a la grada y considera que no es discriminatoria “porque es una extensión del resto de butacas”. Sobre el suelo, reconoce que las huellas se quedan marcadas y requirió a la empresa constructora que ataje el problema.

A finales de noviembre, tras dos meses de retraso, el Concello aceptó una recepción parcial de las obras a la espera de solventar la accesibilidad en las gradas. “Todavía no dimos el visto bueno definitivo porque hay problemas que resolver”, apunta Chapela. La pista se puede usar desde entonces por parte de los dos colegios del entorno y de los clubes deportivos que entrenan en estas instalaciones.

Para Carro la responsable de la obra “tiene que dimitir” y le acusa de suponer “un sobrecoste para nuestros vecinos por su ineficacia”. Insiste en pedir “políticas inclusivas y no discriminatorias”.

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