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El astillero de Banda do Río recupera la sierra de cinta y la segunda fase estará lista a finales de mayo

Algunos de los barcos que se trasladaron estos días. | // FDV

Los trabajos de la segunda fase para la recuperación del antiguo astillero de Banda do Río, en Bueu, estarán concluidos a finales del mes de mayo. La empresa contratista comenzó la obra hace ya casi un mes y el Museo Massó ya entregó al Concello de Bueu el conjunto de objetos que retiró de las instalaciones originales en marzo de 2018 con la finalidad de “ponerlos a salvo y evitar su destrucción”. El avance de los trabajos permitió recuperar ya la sierra de cinta, cuyo foso fue cegado con hormigón durante la primera fase. Esta recuperación era un compromiso del gobierno local con la Asociación Os Galos.

La empresa adjudicataria, Construcciones e Ingeniería Messi, entregó un cronograma con la previsión de trabajos semana a semana, que culminarán con el contenido museológico y audiovisual, que incluirá la dotación de una pantalla de 37 pulgadas. En los últimos días los servicios municipales se encargaron ya de trasladar varias embarcaciones tradicionales que estaban en el taller de la Asociación Os Galos, en Petís, y que ahora formarán parte de los contenidos de la antigua carpintería: se trata de la “Charrúa”, la “Maruxiña” y la lancha auxiliar “Os Galos”, que se unen a las dornas “Petís” y “Lagos” que ya fueron cedidas por Os Galos en junio de 2018.

La sierra de cinta ya se volvió a colocar en las instalaciones del antiguo astillero de Banda do Río. |  // FDV

La sierra de cinta ya se volvió a colocar en las instalaciones del antiguo astillero de Banda do Río. | // FDV

El conjunto de objetos que recuperó el Museo Massó en marzo de 2018 está compuesto por casi un centenar de piezas, entre las que hay herramientas de todo tipo. “El proyecto ya preveía la restauración y tratamiento de objetos de trabajo del antiguo astillero, como máquinas, bancos de carpintero, remos.... El restaurador estudió el material aportado ahora por el Museo Massó y seleccionó el de mayor interés para valorar si se pueden incluir en ese proceso de restauración”, explica el edil de Cultura, Xosé Leal. En esa selección inicial hay garlopas, pastecas, sierras, un cajón de madera, cepillos de alambre y otras pequeñas herramientas de mano. En todo caso, desde la administración municipal explican que todo el material, con independencia de que se restaure ahora o más adelante, será almacenado y custodiado. Las piezas de madera recibirán un tratamiento antixilófago, limpieza en seco y encerado. Las de metal serán limpiadas con agua-alcohol, tendrán un tratamiento contra los óxidos y protección con barniz y cera.

La previsión es que la inauguración de esta segunda fase de la antigua carpintería de ribera de Banda do Río pueda celebrarse a principios del verano. “Queremos que sea una fiesta no solo para Bueu, sino para la recuperación de la cultura marítima tradicional de Galicia”, asegura Xosé Leal. Desde la Concellería de Cultura avanzan que trabajan en la planificación de eventos y actos para desarrollar a lo largo de los próximos meses.

La maquinaria en el foso de la sierra de cinta. | // FDV

Una larga travesía con una inversión de más de 310.000 euros

La recuperación del antiguo astillero de Banda do Río afronta la recta final de una larga travesía, en la que hubo momentos en los que el proyecto pareció a punto de quedar ahogado por la tramitación y la gestión de las autorizaciones ante las distintas administraciones implicadas. La última de ellas, consistente en una renovación del permiso de Costas del Estado, se demoró tanto que el Concello de Bueu estuvo incluso a punto de renunciar a la subvención de la segunda fase por si no podía justificarla.

La inversión para recuperar el astillero supera los 310.000 euros, un presupuesto que se financia íntegramente con cargo a los fondos del Plan Concellos de la Diputación. El coste de la primera fase fue de casi 210.000 euros, mientras que la segunda se adjudicó por algo más de 100.000 euros. La antigua carpintería está catalogada y protegida por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, que tuvo que dar su visto bueno al proyecto presentado por el Concello de Bueu.

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