La flota de Malvinas acumula pagos de 40 millones por los aranceles “post-Brexit”

La asociación local esgrime estos y otros incrementos de costes para oponerse al nuevo aumento en el precio de las licencias | Preocupación por el estado del calamar “Loligo”

Buques gallegos fondeados en Malvinas

Buques gallegos fondeados en Malvinas / Fifca

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

La situación de la flota gallega que opera en Malvinas (Falkland) se ha torcido en los últimos meses. Pese a estrenar a comienzos de año las nuevas licencias ITQB, que aseguran su futuro para 25 años en las islas, los buques que pescan calamar Loligo se vieron forzados a regresar antes de tiempo en verano por la suspensión de la segunda campaña, lo que dejó una reducción del 60% en las capturas respecto al año anterior. A ello se suma que el Gobierno local está analizando un nuevo incremento en el coste de las licencias, que tiene en vilo a las armadoras. Y todo ello en una época en la que los precios de los insumos se han disparado, se está invirtiendo en la renovación de flota y, además, se está sufriendo la aplicación de aranceles tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Un problema que ha generado un pago de casi unos 40 millones de euros desde 2021.

El dato lo desveló la directora del departamento de Recursos Naturales de Malvinas, Andrea Clausen, a raíz de la reunión de la Comisión de Pesca local. En concreto, señaló que el Brexit ha supuesto el pago de 38,8 millones de euros en aranceles por la exportación de productos pesqueros a la UE, principalmente por el calamar que capturan los 16 buques de Vigo y Marín y que entran en el continente a través del puerto olívico.

Este incremento en la operativa de las armadoras, joint ventures formadas por las empresas isleñas y las firmas gallegas, se une al resto de costes e inversiones que realiza un sector que este año se ha visto impactado por el cierre anticipado de la campaña de calamar, que provocó un total de capturas de 68.000 toneladas frente a las 101.158 del año anterior.

Revisión

Para Clausen, el precio pagado por las licencias para este 2023 “demostró una significativa inconsistencia según las distintas pesquerías”. De hecho, y tal como recoge MercoPress, la responsable de Recurso Naturales añadió que la revisión actualmente en marcha es “significativamente mucho más complicada” para el caso del calamar.

Como avanzó este medio, el Gobierno isleño barajan seis escenarios posibles para decidir el precio de las licencias del calamar para 2024, que van desde dejarlo tal y como está (entre todos los buques pagan 13,8 millones de euros) a subir precios un 103%, 14 millones más.

Salida del arrastrero congelador "Argos Cíes" desde el muelle de Beiramar, camino a su campaña más reciente en Malvinas.

Salida del arrastrero congelador "Argos Cíes" desde el muelle de Beiramar, camino a su campaña más reciente en Malvinas. / Alba Villar

La patronal pesquera malvina, formada por los socios de los gallegos, ve esta situación “con consternación y verdadera preocupación”. En un comunicado, la Asociación de Empresas Pesqueras de las Islas Malvinas (Fifca, por sus siglas en inglés) recuerda que ya abonan “una de las tasas más altas del mundo”, por lo que entienden que un nuevo aumento “es totalmente injustificable”.

Irresponsable

De hecho, la asociación señala que la “el impacto de las decisiones precipitadas e irresponsables” de la Administración malvina “ha estado enmascarado por las condiciones económicas inusualmente favorables en las pesquerías de Loligo y austromerluza”, en alusión a la mala segunda campaña de este año.

De igual forma, las pesqueras isleñas y gallegas comparten su preocupación por lo que pueda pasar en la primera campaña del próximo año. Para la Fifca, “es posible que hayamos llegado al final del actual ciclo de auge” en lo que se refiere a la población del calamar Loligo que tan buenas capturas dejó en los últimos años.

“Este mensaje ha sido comunicado claramente a la FIG [el Gobierno de las Falkland] en numerosas ocasiones, pero siempre ha caído en oídos sordos, ya que continúan con su enfoque avaricioso hacia la industria”, censuran.

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