Los gallegos consumen un 22% menos de pescado que antes de la pandemia

En 2022 fueron 23 kilos por persona, la segunda mayor cantidad de toda España

La atonía por los productos del mar se extiende también a la demanda en la hostelería

Puestos de pescadería en el mercado de Teis de Vigo.

Puestos de pescadería en el mercado de Teis de Vigo. / Alba Villar

Julio Pérez

Julio Pérez

Dentro de la enorme oscuridad que sembró la pandemia en casi todo lo imaginable del día a día, las organizaciones pesqueras vislumbraron una leve luz al final del túnel para la atonía en el consumo de sus productos. En 2020 se disparó la demanda de pescado en los hogares. Cada residente acumuló de media 30,3 kilos en Galicia, un volumen que no se veía desde hace muchísimo años por el furor por el cocinado en las largas semanas de confinamiento de marzo y abril y las restricciones en la hostelería que se prolongaron los meses siguientes. Pero le pasó lo mismo que a otras muchas supuestas tendencias que venían para quedarse. La vuelta a la vieja normalidad trajo también la tendencia menguante en el apego por el pescado en la dieta, agravada en los últimos dos ejercicios por la disparada inflación. La demanda rondó los 23 kilos per cápita en 2022, un 22% por debajo de las cifras previas al COVID-19 –en 2018 y 2019 fueron unos 29 kilos por persona–, según recoge el balance que acaba de publicar Mercasa, la empresa pública española del sector de la distribución alimentaria.

A pesar del descenso, Galicia se consolida como uno de los territorios con mayor demanda. Fue la segunda comunidad en el ranking de 2022 superando a País Vasco (22,9 kilos por persona) y solo por detrás de Asturias (24,5 kilos). El gasto per cápita en pescado entre los gallegos alcanzó los 218,1 euros y concentró el 13,1% del presupuesto en alimentación, casi 14 puntos por encima de la media estatal. Aquí se consumieron 3 kilos de pescado fresco por persona más que en el conjunto del Estado y 1 kilo más de mariscos, moluscos y crustáceos.

El descenso en el apetito del consumidor por los productos del mar no solo cosa de Galicia. La cantidad total en el país por persona alcanzaba los 23 kilos en 2018, retrocedió a 22,5 kilos en 2019, subió con fuerza hasta casi 25 kilos en el 2020 por la crisis del coronavirus y en 2022 disminuyó hasta los 19,2. La demanda, además, está muy condicionada por la situación económica de cada familia. Las de clase alta y media alta arrojan los consumos más elevados de pescado en España, casi un 30% por encima de la media, mientras que en los de baja y media baja es un 7% inferior. Curiosamente, el consumo es mayor en las familias sin hijos y en aquellos hogares donde la persona que compra tiene más de 65 años.

Fuera de casa, se repite la cuesta abajo. El consumo extradoméstico de pescados y mariscos en España en 2022, básicamente en hostelería, descendió el 2,2%, hasta los 146 millones de kilos. En 2019, antes del estallido de la pandemia y los cierres de bares y restaurantes, fueron 164 millones. Se pide más marisco (86,71 millones de kilos, unos 4,4 kilos por persona y un total de 14,9 consumiciones) que pescados (59,28 millones). En el primer caso destaca el salmón (6,1 millones de kilos) y en el otro los langostinos y gambas (25,95 millones).

En este caso, la zona noroeste, donde se ubica Galicia, arroja los menores niveles de demanda, junto con Andalucía y el Norte-centro, frente a las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, el resto de Cataluña, Aragón y Levante. Los que más comen pescado en negocios de hostelería son las personas de 60 a 75 años. Las diferencias según la capacidad adquisitiva son enormes. El gasto de clientes de clase alta y media alta es un 78% superior a la media, frente al 43% por debajo entre los de clase baja.

  • 30,3 kilos por persona en 2020

    Fue el pico de los últimos años en Galicia por el efecto de los confinamientos y la vuelta a la cocina.

  • 4,4 kilos de marisco por persona en hostelería

    En total fueron 86,71 millones de kilos y 14,9 consumiciones per cápita.

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