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La flota pierde la primera batalla para evitar el colapso de la venta de tintorera

El Cites aprueba más restricciones el comercio del tiburón | La aplicación se decidirá en firme la próxima semana | Un impacto “brutal”, avisa ARVI

Venta de tintorera o quella fresca en la lonja de Vigo. | RICARDO GROBAS

Ciudad de Panamá pudo haber sido el jueves el escenario de una nueva ola de desguaces para la flota palangrera de superficie gallega, formada por cerca de 120 unidades. La reunión del plenario de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) acogió una votación clave para el futuro del sector del que, además, dependen muchas empresas transformadoras de Vigo y su entorno. Una propuesta presentada por el propio país centroamericano para incluir un total de 54 especies de tiburones en el Apéndice II de Cites fue aprobada por las partes de la Convención, lo que en la práctica supondría establecer unas restricciones para el comercio de la tintorera, una especie que supone el 90% de las capturas de escualos de los palangreros, que contaron con el apoyo de la FAO. “Es otro golpe brutal a la pesca gallega”, lamentan desde la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI). El pleno del Cites se reunirá la próxima semana para decidir su aprobación final, si bien desde la industria dan por perdida la batalla.

La quella, tintorera, caella, Prionace glauca o tiburón azul es uno de los dos escualos que captura el palangre gallego. El otro, que representa solo el 10% de las capturas, es el marrajo (Isurus oxyrinchus), cuya inclusión en ese Apéndice II del Cites ya fue acordada en 2019 y supuso la paralización de contenedores enteros de buques y un sinfín de problemas administrativos en España para hacerse con los certificados necesarios para comercializar las capturas.

Ahora, la inclusión de la tintorera supondrá un problema todavía mayor, toda vez que las toneladas que se capturan son superiores y las gestiones necesarias desde la Administración serán casi inabarcables.

La propuesta se aprobó con 88 votos a favor y 27 en contra

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De hecho, la directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, María Jesús Rodríguez, reconoció en verano que su departamento sufrirá para expedir los certificados necesarios. “El volumen de capturas es infinitamente mayor que el marrajo y ahora mismo no habría personal suficiente para gestionar este operativo por la enorme carga de trabajo que supone”, indicó en el marco de la conferencia organizada por la Organización de Palangreros de A Guarda (Orpagu).

A ello se suma también las injerencias que se han venido dando desde entonces con el marrajo entre los ministerios de Pesca y Transición Ecológica, a la hora establecer el dictamen de extracción no perjudicial, que es el documento en el que se dice qué cantidad se va a poder pescar en cada caladero de acuerdo al Apéndice II del Cites, chocando frontalmente con lo definido por las organizaciones regionales de pesca, que se basan en la ciencia para establecer las cuotas y límites de forma anual (ahora mismo está reunida la comisión del Atlántico, Iccat, en Portugal).

Aunque no es definitivo están pendientes de lo que suceda en el plenario, desde ARVI reconocen que la situación “pinta muy mal”. Además, critican el apoyo de la Unión Europea a la medida, ya que respaldó la propuesta de Panamá y entró entre 88 votos a favor, por los 29 en contra y 17 abstenciones.

La propuesta de Panamá, país conocido precisamente por ser uno de lo países que ofrecen banderas de conveniencia a los buques que pescan de forma ilegal o sin control, fue celebrada en masa por las ONG ambientalistas.

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