Las salas denuncian trabas burocráticas para la celebración de conciertos en Vigo

Urbanismo aceptó hace un año la propuesta de acotarlos entre las 20 y 23.30 horas para reducir su impacto

El Concello lo achaca a cuestiones de seguridad y las numerosas quejas vecinales

Actuación en la sala Masterclub de Marky Ramone el pasado mes de abril. |   // JOSÉ LORES

Actuación en la sala Masterclub de Marky Ramone el pasado mes de abril. | // JOSÉ LORES / Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

El deslucido estreno de la quinta edición del festival TerraCeo con el traslado al interior del Auditorio Mar de Vigo del concierto de The Rapants el pasado sábado por la falta de permisos municipales ha puesto de relieve los problemas que vive el sector en la ciudad.

Diversas salas denuncian las trabas burocráticas y parálisis que viven desde hace años para poder celebrar conciertos en unos locales que abren igualmente en horario nocturno como pubs pero que no pueden acoger música en directo.

Hace un año se alcanzó un acuerdo –dicen– con el Concello para encontrar una solución técnica y legal. Al margen de las limitaciones de la Ley de Espectáculos de Galicia –que concede solo cinco permisos anuales–, se abogó por unos permisos extraordinarios en un horario entre las 20 y 23.30 horas, limitando así el impacto en horas de descanso.

De esta manera se pretendía que salas históricas que siempre han acogido bolos pudieran programar sin depender de la buena disposición vecinal y las posibles denuncias. Pese a prometerse esta solución en abril de 2023 con abogados de por medio, el acuerdo que garantizaría la actividad durante años ha quedado en los cajones de la Xerencia de Urbanismo.

La programación ha continuado adelante, con mayor o menor intensidad, en salas históricas como La Fábrica de Chocolate, Mondo, Másterclub o Radar. Sin embargo, otros locales de la misma zona de Churruca o Areal han visto como cada vez que anunciaban un concierto, los agentes de la Policía Local eran los primeros en acudir al mismo.

Así lo relata Kaixo, responsable de la Sala Molotov, quien denuncia que son “órdenes políticas de Urbanismo” y se ve “criminalizado”. Y es que ni siquiera la inversión de casi 3.000 euros en limitadores de decibelios le ha permitido poder programar de nuevo. Paradójicamente, cada fin de semana funciona con normalidad hasta las cuatro y media de la mañana como discoteca al igual que otras salas como Rouge o Doppler.

Roi Torres –nombre real del responsable del local y líder de YOUCANTHIDE– denuncia que la postura del gobierno municipal se debe a las llamadas de “uno o dos vecinos” que “especulan” para que la sala cierre y sea convertida en un garaje, aumentando el valor de su piso. “Hay una generación entera de músicos perdida”, añade mientras denuncia la pérdida de peso de la escena cultural viguesa frente a años anteriores, obviándose una alternativa de ocio más allá de la noche.

Fuentes municipales alegan que “hay una normativa estricta [autonómica] que hay que cumplir” y que en muchos casos no se hace. Es por ello que alegan cuestiones de seguridad y el elevado número de quejas vecinales, aunque insisten en que “son razonables” y mantienen un perfil “muy dialogante” con las salas. A su vez, desmienten que se hubiera llegado a ningún acuerdo.

El TerraCeo, en trámite

La situación de estas salas ha salido a flote después de la paradójica situación vivida con el TerraCeo. Este evento organizado y patrocinado por el Concello en un recinto municipal no contaba con los informes necesarios del mismo. Desde el consistorio apuntan a la nueva división horizontal del Auditorio Mar de Vigo realizada en diciembre de 2023 como la causante del problema, ya que todavía están a la espera de las indicaciones de la asesoría externa contratada entonces.

Dicho permiso no llegó a tiempo y The Rapants –y buena parte de sus fans– defendieron el bolo en el patio de butacas del auditorio como única opción posible. Esta situación ha puesto sobre aviso a Rebeliom do Inframundo, el siguiente grupo en actuar. Desde el Mar de Vigo apuntan que la cita del próximo viernes 24 está “en trámite” y no garantizan que se pueda celebrar en la azotea superior.

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