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El episodio tóxico que afecta a las rías empeora por momentos

La confluencia de diarreica, amnésica y paralizante mantiene el bloqueo de bateas y bancos marisqueros

La realización de pruebas en el laboratorio del Intecmar. FDV

El episodio tóxico que afecta a buena parte de las bateas de mejillón y a diferentes bancos marisqueros de Galicia, no remite.

Muy por el contrario, parece ir a más, tal y como se desprende de los últimos análisis efectuados por el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar).

En ellos se observa que existe un “incremento significativo” de células de Diarrhetic Shellfish Poison (DSP), Amnesic Shellfish Poison (ASP) y Paralytic Shellfish Poison (PSP).

¿Qué quiere decir esto? Pues que las tres toxinas más conocidas –que no las únicas– están actuando conjuntamente, lo cual deja patente la gran cantidad de nutrientes que siguen entrando en las rías desde la plataforma continental.

La que más preocupa es la PSP, que ayer obligó a cerrar cautelarmente los polígonos bateeiros Redondela B y Redondela C, además de reforzar las prohibiciones ya existentes en los Cangas H, Redondela A y Vigo A, todos ellos en la ría viguesa.

Este gráfico permite apreciar la importante acumulación de “Alexandrium spp”, que al formar floraciones masivas puede provocar intoxicaciones por toxina paralizante (PSP). Se trata de la que más preocupa y la que están actuando con más fuerza en las rías gallegas. Cuanto más grandes y más oscuros son los círculos, mayor es el nivel de toxicidad en el agua. Es lo que popular, pero erróneamente, se define como “marea roja”; un episodio totalmente natural y controlado que no ofrece riesgo alguno para la salud pública si se consume el producto, en este caso mejillón, extraído y comercializado por los cauces reglamentarios.

Este gráfico permite apreciar la importante acumulación de “Alexandrium spp”, que al formar floraciones masivas puede provocar intoxicaciones por toxina paralizante (PSP). Se trata de la que más preocupa y la que están actuando con más fuerza en las rías gallegas. Cuanto más grandes y más oscuros son los círculos, mayor es el nivel de toxicidad en el agua. Es lo que popular, pero erróneamente, se define como “marea roja”; un episodio totalmente natural y controlado que no ofrece riesgo alguno para la salud pública si se consume el producto, en este caso mejillón, extraído y comercializado por los cauces reglamentarios.

Pero eso no es todo, sino que la PSP desencadenó el cierre de la Zona I de Cedeira y de las Zonas IV.1 y II.2 de la ría de Vigo, en este caso, prohibiendo la extracción de los moluscos bivalvos que, como la almeja, el berberecho o la navaja, viven enterrados en el substrato, conocidos como infaunales.

Queda claro, por tanto, que la paralizante castiga tanto la actividad de los mariscadores como la de los mejilloneros que operan en aguas de Vigo, lo cual se hace extensivo a la ría de Pontevedra, donde ayer se prohibió el marisqueo en la Zona IV, en este caso debido a la incidencia de las toxinas lipofílicas, entre las que destaca la diarreica (DSP).

A modo de resumen, puede decirse que a media tarde de ayer los informes que manejaba el Intecmar mantenían cerrados 37 polígonos bateeiros en toda Galicia, con únicamente una quincena operativos, catorce de ellos en la ría de Arousa y el otro, en la de Muros-Noia.

Los polígonos cerrados

Esto es tanto como decir que continuaban cerrados los doce polígonos bateeiros de Vigo (unas quinientas bateas) y los ocho de Pontevedra (alrededor de 340 parques de cultivo flotantes).

Como lo estaban el polígono de Camariñas, los dos de Sada (Ares-Betanzos), el de Baiona, tres de los cuatro localizados en Muros-Noia y diez polígonos arousanos.

Lo peor de todo es que, como se decía al principio, en el laboratorio de referencia asentado en Vilagarcía siguen apreciándose “incrementos significativos” de las tres principales toxinas.

Así lo refleja, por ejemplo, el informe técnico sobre identificación y cuantificación de fitoplancton tóxico en agua de mar emitido a las 13.30 horas de ayer y referido a las estaciones costeras.

Langosteira y Baiona

Del mismo se desprende un “incremento significativo” de diarreica y de amnésica en Langosteira, así como de paralizante en la estación costera de Baiona.

Peor están las cosas en las estaciones de medición de las rías, pues los “incrementos significativos” de PSP se hicieron notar en los últimos análisis efectuados en las estaciones de control viguesas de Liméns, Moaña, Rande, Boca Sur, Boca Norte y Samil.

También en las pontevedresas de Aldán, Bueu, Raxó, Boca Sur, Aldán Interior, Cabalo de Bueu y Festiñazo.

25 años del Intecmar

25 años del Intecmar Manuel Méndez

En cuanto a las DSP, los “incrementos significativos” de células se apreciaron en las estaciones de Boca Sur Vigo, Samil, Baiona, Aldán, Raxó, Boca Sur Pontevedra, Aldán Interior, Cabalo de Bueu, Festiñazo y Ares.

Para completarse este inusual “cóctel” de biotoxinas con el incremento de amnésica (ASP) registrado por el centro analítico que dirige Covadonga Salgado en Moaña, Boca Sur y Boca Norte de Vigo, y en las estaciones de Aldán, Bueu y Cabalo de Bueu.

Para entender mejor en qué consisten estos episodios tóxicos erróneamente conocidos como “mareas rojas”, a continuación se ofrecen algunas claves:

Diarrhetic Shellfish Poison (DSP)

  • Es la toxicidad más frecuente y abundante en aguas gallegas, la menos peligrosa y la que antes eliminan los moluscos afectados.
  • Es una proliferación de fitoplancton portador de biotoxinas que llega acompañada de ingentes cantidades de nutrientes. Un fenómeno con el que están acostumbrados a convivir tanto los profesionales del Intecmar como los propios bateeiros, ya que este fenómeno se repite en cada uno de los afloramientos costeros que introducen los nutrientes en las rías gallegas.

Covadonga Salgado (de pie) y una de las profesionales del lntecmar, en Vilagarcía, durante la realización de pruebas para determinar la evolución de la toxicidad. | // FDV

  • La DSP es una de las llamadas toxinas lipofílicas, y es la responsable de procesos patológicos que afectan al tracto digestivo del ser humano en caso de ingesta de producto contaminado.
  • Puede causar diarreas, náuseas, vómitos, dolores abdominales y escalofríos, detectándose los síntomas casi de inmediato tras ingerir los moluscos, pudiendo durar hasta tres días.
  • Los episodios tóxicos diarreicos están producidos por proliferaciones de dinoflagelados del género “Dinophysis”, conociéndose más de doscientas especies.
  • Son las que generan ácido okadaico, que es, en realidad, la toxina causante de la intoxicación diarreica por moluscos en humanos, afectando de manera especialmente significativa a la producción de mejillón. La más frecuente en aguas gallegas es la “Dinophysis acuminata”.

Paralytic Shellfish Poison (PSP)

  • Los episodios tóxicos paralizantes, como el que se registra desde hace semanas en Galicia y cuya presencia se suma al diarreico, están provocados por la proliferación de los dinoflagelados “Alexandrium minutum” y “Gymnodinium catenatum”.
  • Los “Alexandrium”, que son los habituales en la comunidad, son un género de dinoflagelados en el que se identifican alrededor de treinta especies y contienen algunas de las más dañinas para los humanos.
  • La intoxicación paralizante (PSP) que causan puede afectar al sistema nervioso central del ser humano y provocarle parálisis o incluso la muerte por parada cardiorespiratoria, pero solo en condiciones extremas de ingesta masiva de molusco contaminado.
  • Los síntomas de la PSP (Paralytic Shellfish Poison) se notan en los primeros treinta minutos después de comer una buena cantidad de moluscos tóxicos.
  • “Se padece picazón o ardor en torno a la boca, labios, lengua y cara, además de otras alteraciones del sistema nervioso”, explica la comunidad científica.
El mejillón de Francia e Italia se descarga en Arousa

El mejillón de Francia e Italia se descarga en Arousa MANUEL MÉNDEZ

  • En el Intecmar añaden que “esta sensación progresiva de entumecimiento muscular se extiende al cuello, brazos, piernas y extremos de los dedos”, haciendo que los movimientos voluntarios y el habla empiecen a ejecutarse “con dificultad”.
  • Estos síntomas, concretan en el laboratorio de referencia arousano, también pueden aparecer ocasionalmente acompañados de “trastornos gastrointestinales, tales como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea”.

Hay otras reguladas por la UE desde 2002

Aunque no es el caso, al cóctel de biotoxinas que forman la PSP, DSP y ASP pueden sumarse dos nuevos grupos de “ficotoxinas”. Es decir, productos naturales derivados de algunas especies de microalgas que tienen actividad tóxica, normalmente neurotóxica.

Son los “azaspirácidos” y las “yesotoxinas”, a los que pertenecen especies como la “Protoperidinium crassipes”, en el primer caso, y la “Protoceratium reticulatum”, en el segundo.

Son “ficotoxinas” reguladas desde 2002 por la Unión Europea que son habituales en aguas gallegas, aunque “no suelen alcanzar grandes concentraciones”.

Amnesic Shellfish Poison (ASP)

  • La amnésica es responsabilidad de especies del género “Pseudo-nitzschia”, siendo la habitual en Galicia la “Pseudo-nitzschia australis”. Se acumulan en diferentes especies de cangrejos, navajas, vieiras, mejillones e incluso anchoas.
  • La “Pseudo-nitzschia” produce una neurotoxina llamada ácido domoico, un aminoácido neuroexcitador que actúa a nivel del hipocampo y la amígdala, dos zonas cerebrales relacionadas con la memoria. De ahí que sea una de las biotoxinas que al acumularse en los moluscos bivalvos, pueden llegar a afectar a los humanos.
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Descargas de mejillón para el mercado francés Manuel Méndez

  • La ASP puede provocar intoxicaciones leves que generan trastornos gastrointestinales y aparecen en las primeras 24 horas.
  • Náuseas, vómitos, dolores abdominales y diarreas son algunos de los efectos, aunque en casos de intoxicaciones severas se hacen acompañar de trastornos de tipo neurológico, como debilidad, confusión, somnolencia, vértigo y pérdida de memoria. En casos extremos podrían llevar a una persona al coma.

Las mareas rojas de verdad

Biotoxinas como la PSP o la DSP poco tienen que ver con las inofensivas proliferaciones de microalgas que tiñen el mar de color, provocando las mareas rojas, e incluso llegan a iluminarlo.

En Galicia se han documentado seis tipos de proliferaciones microalgales productoras de coloración. La roja anaranjada, por ejemplo, se debe al dinoflagelado “Noctilluca scintillans”, localizado hace días en Liméns y aún presente, aunque en bajas concentraciones, en los últimos análisis efectuados en la ría de Vigo.

También puede teñirse el mar de rojo, en este caso poro el dinoflagelado “Gonyaulax polygramma”; o bien de marrón verdoso, que es el tono que suelen provocar los dinoflagelados “Karenia mikimotoi” y “Prorocentrum”.

Incluso se han documentado episodios con un característico color marrón rojizo, que se debe a un exceso de diatomeas como los “Chaetoceros” y a los dinoflagelados “Gymnodinium catenatum” y “Glenodinium foliaceum".

A todo ello se suman las “mareas rojas” que, en realidad, deberían llamarse “mareas marrón chocolate”, como son las provocadas por el flagelado “Heterosigma akashiwo”.

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