Las ANPA y docentes reniegan del libro digital y el Javier Sensat también lo deja

Foanpas insiste en que es un sistema “obsoleto que no ayuda a la comprensión lectora” de los alumnos

El CEIP de Alcabre se suma al IES de Coruxo para salir del programa

El IES Coruxo ha prescindido del E-Dixgal que implanta la Xunta y volverá al libro de papel.

El IES Coruxo ha prescindido del E-Dixgal que implanta la Xunta y volverá al libro de papel. / MARTA G. BREA

Un lustro ha sido suficiente para que profesorado, colectivos de ANPA y otros profesionales del sector constaten los problemas del programa E-Dixgal en la educación al contar con un contenido de peor calidad y con menor asimilación por parte de los alumnos. El adiós en el IES de Coruxo al “libro digital” estrenado por la Xunta hace diez años no será el último entre los 32 centros públicos y concertados de la ciudad que han apostado por este sistema. El CEIP Javier Sensat aprobó este martes en su Consello Escolar salirse del mismo en el momento en el que debían renovarlo. El centro de Alcabre tomó en consideración la petición de varios padres de 5º y 6º de Primaria, que coincidieron con el diagnóstico del profesorado. Con ningún voto a favor del libro digital, el centro trasladará a la Xunta esta decisión tras publicarse la resolución provisional.

De esta manera se suman al posicionamiento de la Federación Olívica de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Vigo y comarca (Foanpas), desde donde creen que es un “sistema obsoleto que no ayuda nada en la compresión lectora”. Así lo resume su presidenta, Iria Salvande, quien añade que este modelo de digitalización “no sirve tal y como está diseñado”. Desde Foanpas señalan que este debate está presente en toda la comunidad educativa –principalmente en los institutos– y que irá a más en los próximos años, según vayan venciendo los convenios por 5 cursos implantados antes de la pandemia.

El “pecado original” de este sistema llegó incluso desde el momento de su implementación. La Xunta exigía el voto favorable de al menos seis departamentos antes de que se extendiera a la totalidad de los mismos. El problema fue que este apoyo llegaba de asignaturas como Dibujo, Educación Física, Ética o Tecnología mientras que en las troncales –Historia, Matemáticas, Física, las distintas lenguas...– se insistía en mantener el libro tradicional. “Hay materias donde los resultados no avalaban el proyecto y no le daban la razón”, explicaban docentes del IES de Coruxo en una tesis que se extiende por otros centros. Aquellas generaciones que han pasado toda la secundaria con el E-Dixgal son las que presentan un nivel más bajo al llegar Bachillerato. “Es tremendamente pobre en teoría, explicaciones y ejemplos”, apuntan padres y docentes consultados que suman otro inconveniente: pese a no apoyar el E-Dixgal, al tener el centro este sistema no pueden solicitad libros de texto a mayores.

El profesorado de distintos centros recalca que se debe entender estos soportes digitales “no como un fin, sino como una herramienta”. Más allá del perjuicio económico que le ha causado el abandono del “papel tradicional”, agentes de distintas editoriales han recibido las quejas de muchos profesores por este sistema. Las programaciones ofertadas por las pocas editoriales que entraron al negocio contaban con una subvención de apenas 50 céntimos por estudiante matriculado, lo que complicaba un mínimo de calidad. A su vez, muchos profesores decidían “copiar” por su cuenta los nuevos libros que las otras editoriales publicaban –con innovación en contenido y forma– para paliar las carencias del digital, teniendo que elaborar también “material propio para darle sentido”. Y es que la eficiencia de este sistema, en la práctica, era más bien baja. Además de unas clases “más caóticas y con el alumnado más disperso” se sumaba problemas de logística: la pérdida de tiempo para recoger los ordenadores en el armario donde se guardaban se suma a que no todos ellos estaban cargados.

Suecia ya volvió al papel

Si hay un país cuyo nombre esta asociado a la vanguardia en la educación es el de Suecia. Tras la caída en el Informe PIRLS que evalúa las competencias de los jóvenes de nueve y diez años, la ministra de Educación anunció hace un año que dejaba en suspenso la estrategia de digitalización de las aulas aprobada en diciembre de 2022.

“Hoy recibirás clase de Matemáticas en un libro real, emocionante ¿no?”, contaba en un aula una profesora este mes de febrero. “Los alumnos leen más lento, tienen un vocabulario reducido y entienden menos lo que leen”, relataba una profesora. Otros centros de Galicia pioneros en la materia también han emprendido ese camino de vuelta.

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