La supercapacidad de tocar el piano con la mirada

Joel Bueno, con parálisis cerebral, le dijo un día a su padre que quería hacer música, como sus hermanos. El reto no es pequeño porque solo tiene control sobre el movimiento de sus ojos. La Fundación SIFU, en su misión de impulsar un arte inclusivo, le ayudó a realizarlo. Ayer, en el auditorio de Afundación, este joven músico catalán tocó ante el público vigués “Every breath you take”, de The Police, con el instrumento tecnológico EyeHarp, el primero que se toca con la mirada.

La Fundación SIFU, que desde hace más de 15 años trabaja en la inserción social y laboral de personas con discapacidad, en colaboración con la Obra Social Abanca, ofreció ayer una muestra de su proyecto SuperArte. Tras recorrer varias ciudades españolas, quisieron poner “una primera huella” en Vigo, según explica su director artístico Oriol Saña.

El proyecto tiene tres pilares. Uno de ellos son los proyectos tecnológicos, como el EyeHarp, con el que intentan que todo el mundo pueda tocar música, independientemente de sus capacidades. Aunque no lo trajeron a Vigo, también trabajan con un Travel Sax –el saxo más pequeño del mercado, sin boquilla para quien tenga poca capacidad respiratoria y con teclas que se pueden car con un solo brazo o con el pie– y un Oxi One –un secuenciador diseñado en Vigo para que un dj pueda pinchar con los pies–.

El segundo pilar son las becas SuperArte, que acaban de salir y que persiguen apoyar en su formación artística a personas con discapacidad, para fomentar su empleabilidad como un trampolín hacía nuevas oportunidades laborales.

El tercero es la gran gala SuperArte, en la que reúnen a un centenar de músicos y que ya se ha llevado a cabo en varias grandes ciudades españolas. Pretenden que se celebre en Vigo en 2025.

Junto a Joel Bueno, ayer se subieron al escenario dos intérpretes de Vigo, la cantante Elena Egea y el guitarrista Nicolás Rodríguez. “Queremos colaborar con músicos locales”, explica Oriol, que es violinista y que también tocó ayer. El quinto participante fue Toni Fernández, una persona invidente que toca el bajo eléctrico.

Intercalaron las interpretaciones de tres temas –junto a “Every break you take, tocaron también “Groove merchant” y “Let it be”–, con testimonios, como el del padre de Joel o el de Toni Fernández, que habló de cómo toca y cómo es su día a día.

“Queremos que a la larga, gente como Joel estudie en los conservatorios”, sostiene Oriol y propone que estos instrumentos tecnológicos se incluyan también en las enseñanzas musicales. Proponen que en vez de hablar de discapacidades, lo hagamos de supercapacidades. “Es una pasada cómo tocan, qué oído tienen”, destaca Oriol.

¿Y cómo funciona el EyeHarp?

Una cámara con infrarrojos, calibra el iris y reconoce en qué punto de se posan los ojos. En la pantalla, el piano está colocado en forma circular y cada fragmento, de diferentes colores, es una nota.

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